«De Profundis Clamavi»
Desde que lo simbólico me invade
La razón no me funciona
No puedo escribir desde los ojos
Solamente por encima de la piel
Sueño entre las comidas, entre las paredes
Sin despertar acomodo mis alucinaciones
Porque tengo la manía de conservarlas
Y caminar con la vista hacia abajo
Lo subterráneo se me revela como enfermedad
Se levanta de las partes donde habita
Me obliga no a verlo sino a contemplarlo
Como se obliga a tener un amanecer y poseerlo
¿Cómo revelarlo, si mirar es un acto tan inquieto?
Es desagradable, que se apropien de tu pensamiento
Que hablan de manera que solo es en susurros
Como los del aleteo de una mujer en celo.
¡Locos, locos arrebatados de sus miembros!
Pestilean saboreándose su aroma
Ni siquiera duermen para evitar su parpadeo
Nunca jamás podrán dormir ni soñar…
Víctor Manuel Martínez Quijano 28 de enero de 2008
Maestro ¿Cómo son las musas?
Dicen algunos que son ingratas y hasta crueles
Que te hacen sangrar cuando te hablan
Que no existe medicina que cure sus heridas
Que te exigen fidelidad incondicional
Además de visitarte cuando quieren
Entonces, ¿por qué las invocas?
¿Por qué no eligieron a otro que no seas tú?
De qué cualidades se aprovechan si no las hay
O en que parte dice que es irrevocable tu contrato
acaso tu soledad hace que te subyugue su mundo
Yo sólo observo tu tristeza, tu mutismo y tu éxodo
pero cada que escribes percibo en tu mirada vaga
pequeñas hadas como cometas que fulgurantes
recorren otros infinitos, cómo nuevos horizontes
apenas perceptibles, microscópicos.
A eso te refieres en tus diálogos, me lo has dicho
A tener el privilegio de conectar los mundos
Lo único que me molesta de ti
Es tu condición de mendigante.
La flama sube ligera el hombre muere la cabeza estalla
En las casas hay flores, un amigo muere, enuméralos,
Fragmentos, miembros sin función, el antihéroe llora
La canción sube de tono, la línea es un raid, llora la hierba
Las arañas tejen sus hermosos chales, música cerveza rock
Licor abajo…abajo…mujeres sin sentido, una hoja seca, el campo
Los insoportables, la memoria el flash, el piso frío, el olor a dolor
La mezcla de los intestinos, los tranzas y una mínima niebla
Desparasitaos todos, una nube y la rabia y todas y el amarillo muérete
El cielo despejado, los zapatos, no hay lugar se hace menso lo inmenso
La inquisición baila, el sonido aturde, explota el yo, se acabó la comida
La víctima, basta de mentiras, los estúpidos, cárgalo a mi cuenta
Atún en ensalada, billetes, la compú, alacranes impugnables, cigarros
Sacrificio, incienso que simula, inútil aparece por fin.
Muerto mil veces en espera de la siguiente,
La sensación es la misma, se deja de vivir
Porque estas ausente, fuera, los colores se oscurecen
El habla se te dificulta, no te puedes mover
Hielo, alrededor, se adormece el pensamiento
El dolor no es dolor es un músculo contraído
Y se escucha a la vida desde lejos… muy lejos…
Se cree la dueña de ti, te ordena no me sabotees
Porque unidas desde el principio, formaron el mundo
Todo indica que las partidas de ajedrez, las va ganando
La vida, quizá en la mil nueve el contrincante abdique
Cuál caso tiene sentir correr la sangre por todo tu ser
O qué finalidad tiene tener la piel pálida, apergaminada
Como los ojos. Que han vislumbrado ambos espacios.
Una vida es una sucesión de instantes, sabía definición
Un corazón que palpita, movimiento, acción y putas
Valemadres pendejadas más. Pero un momento se vive,
Otro se muere o las mil combinaciones. Por mí que se viva,
Y por mí que se muera, no hay nada nuevo
Me fui a mecer una mamá y la mamá parió
Porque pares hoy si es el día de la patria
Los insociables parten el pan con los dedos y
Se acuestan de madrugada desvelando los sueños
Reciben las noticias de pie sin acordarse de su tía
Percibiendo el ayer en la madrugada
No soportan la verdad porque sin mentiras
La vida es insoportable. Platican con un perro
Que les muerde las entrañas, desde las instituciones
Hasta los testículos, pero no se quejan
Saben que es inútil el movimiento, mejor se acuestan
Por doscientos o trescientos pesos, no tienen más
Les duelen los ojos desorbitados de dolor
Y se montan en sus ideas, tercas, ilógicas, locas.
Descendientes de la anarquía perturban el aire, las cosas
Creyendo que su valor se basa en ser cobardes
No moverán un dedo para salvar el planeta
¡Que se pudran! Murmuran bajo la solapa
Mordiendo un pañuelo podrido de rojo
de sangre de menopausia.
Daría mi sangre color de olor de aroma de flor
Por tu sal de mar de esencia de piel salada
Y perderme contigo entre los brezos y las aceitunas
No me niegues tus trenzas tejidas de sol
Ni tus manos de sabor a miel y calor de colmenas
¿Podría yo vivir sin tu verde savia?
O vivir lejos de tu palpitante olor, color de sangre
Moriría sin tener iluminados los ojos de tu luna
Y la amarilla caricia de tu luz entre mis labios.
Volando por el aire te encontré
¿Cómo podré vivir lejos del aire?
LA LANZADA
Si me acercase lenta y silenciosamente,
o te volvieses tan de repente
no podría distinguir lo que es un momento
te vendría a ver como un lejano país donde nunca estuve
¿Por qué te doto la naturaleza de tal misterio?
¿acaso nos formaron con distintos materiales?
Tal vez un virus afecto mi construcción durante el proceso
Por tal razón los ojos míos, ven lo que yo veo.
A la intención de separarte de mí, viene ligada mi rebeldía
Una duda me enloquece, porque parece como si viviera y no.
Hay en este mismo instante una encrucijada, ¿vivo, muero,
estoy a punto de renacer y mi cuerpo ya no será el mismo?
sólo silencio se percibe, mi perspectiva llega hasta mis zapatos…
siempre estas delante de mí, y la desesperación, la cólera. El frío
el frío, ese frío… me hacen que los pelos se me pongan de punta
¿No se escucharon alguna vez los latidos de mi corazón
o es que los pedazos ya no tienen la facultad de latir?
Me mueve a compasión esa miseria dijo: (un hada que por ahí paso.
Pero me dieron de baja hace un año), aleteando sus hermosas alas de colores
Tendrá que permanecer así (fue la sentencia).
Algunas veces he intentado acercarme, pero desconozco el espacio y
El tiempo en que te mueves, busco tu rostro por curiosidad, pero luego me detengo. Mi obsesión desaparece cuando comprendo que es absurdo
Inalcanzable son las estrellas, como incontables mis pensamientos
Tal vez pertenezco a otro espacio y otro tiempo. Donde mi vida se minimiza
Donde la alegría se metió a jugar entre los matorrales y ella misma se perdió.
Un lugar con poco tiempo, para pensar en reír, en soñar: ¡un constante duelo…!
Sí tan sólo pudiera expresar que siento ser tu sombra, y cuando no hay luz desaparezco, tu lejanía es tan parecida a las tardes grises, como cuando el escarnio te duele más que un duelo, ser enterrado bajo la tierra no se compara con ser enterrado sobre ella.
Parece el rojo intenso de los atardeceres de colosal belleza; una lanzada en el costado.
No me interesa pensar en mi ni en ti, absolutamente en nadie
Mi interés es un vaivén de instantes que se pelean por morirse solos
Por los moros y los cristianos te lo juro, les patearía el hocico hasta que sus bocas ya sin dientes murmuraran yo no estuve aquí, los asesinos están por todos lados arriba y debajo de otros muertos, por mí que ni se muevan total las aves de rapiña son tan puntuales.
Los ojos pintados de azul
Anuncian un cielo encarcelado
Unas hojas de olor a menta
Unos vasos de veladoras sin lumbre
Que chirrían y chirrían y se van
Porque tienen por uniforme una cara
Si nunca se las pueden quitar
No serán como la luz que nunca existe
O como los mil coches de mil noches
Que arrancan y arrancan la piel
Y no dejan de arrancarla por los ojos
Voy a comprar una luna de color azul
Para pintarla de negro y no haya luz
las hormigas tienen luna y hormiguero
para mí que ahí lo esconden, en el fondo
y de ahí iluminan a quienes les piden
la luna transformada en azules colores.
Hace cincuenta años me hablo un ángel de estatua de papel,
Con la boca cerrada de piedra en una voz de espada, que no corta, ni rasga
Ni sangra, sentir las voces como aire que no se palpa, abrir los ojos antes de tiempo
Para poder ver la sentencia escrita en un corazón que ya buscaba una forma de huir
¿Qué puede asustar a un hombre de tal manera, acaso existe tormento imaginable?
¡Sufrirás! Todos sufren crueles tormentos todos los días ¡llorarás! Todos lloramos l
No hay ninguna razón para temerle a tan humano sentimiento. Las otras palabras no
Las escuché se me quedaron como un eco grabadas en la memoria. Aún se escuchan
Como si fuera la primera vez. Y todos los días me pregunto, cuanto tiempo he ignorado
Los ecos, las luces que se prenden al final de un túnel oscuro, que se apagan de repente
La total oscuridad, el total silencio y entre ellos yo. Ecos casi imperceptibles que me
Susurran al oído ¿recuerdas? En las noches susurran y aletean como moscos entre
Las venas, ¿Los ecos gritan? O se hacen más fuertes cuando las cavernas del alma
Se agrandan. Sólo que, si existiera un alma, le pagaba a un almero que se los llevara
La ingrata noticia es que no es el eco de nadie. Cuando lo veo me mira tan tiernamente
Como si sus ojos me dijeran ¡infeliz criatura cuanto me conmueves! Y sus ojos son de ángel, transparentes, nítidos, como el agua, refrescan. Siempre detrás de los recuerdos
Mas lejanos que los otros por eso no los recuerdo. Sentado en una piedra en el camino
Esperaba la orden: ve y conviértete en un caminante, ve por todos los caminos y plática con la gente tomate un refresco. Desde entonces pregunto dónde poder encontrar uno, Pero tiene que ser el mismo que me dejó con la duda, o se llamará eco.
Algunas de sus Palabras las entiendo cuando me encierro y no le abro a nadie; porque me asustan, no conoces a la gente que asusta, tienen cara de diablo y cuerpo de arrepentimiento, de Todo se ríen, con ellos aumenta la confusión, porque se transforman ya no es interior ahora puede ser de arrepentimientos de ecos y diablos de cara.
Una minúscula partícula de estrella
Proporciona una reacción interna,
Intercalando el espacio en tu mirada
Ofreciéndote flores, pero flores amarillas
Cada una de ellas en plática decía
¡No lo he visto! Será que ya se murió
Porque el infinito conversa
Un fulgor es una palabra que se armoniza
Un vértigo malestar en boga, que hereda, que rompe
Una maltrecha mariposa estrella que pierde su luz
Y se remonta hacía el otro extremo.
¿Algunos años antes las estrellas
¿Había rociado una espora de su sangre?
Habían cubierto de luz el infinito
El día de hoy conversan las estrellas…
Vacío el estante de una bolsa azul
En un acuerdo mejor que el anterior
Se me desato el zapato, cuestión de ingenio
¿Puede que se me haya roto ayer?
O tal vez lo mismo da morder la otra oreja
Anteriormente me dijiste, no lo sé
Un pantano, cocodrilos, entre la escarcha
Ya no hay campo, se perdió en las lluvias.
Con una brisa suave se detienen los barcos
Agarrados de unas tenazas de la misma proporción
Soy un analfabeta que camina por las calles,
Volteando a ver si sucede el exilio profético
Y en las noches jugamos la danza de los novicios
¿No se nos acabo el aceite? o ¿no medimos bien el aire?
Por que mejor no llamamos ALFABETAS, crónicas de los
Que alguna vez fueron analfabetas sin razón.
Volvieron, volvieron y volvieron a volver
No queda duda del afán tan ponzoñoso
Sólo es propio de un alacrán.
Amigos de lo amigos de tan terrario objeto
¿tenéis acaso acceso a los nuevos códigos?
Las cosas han cambiado ya no vive lornas
El del ojo café, disfrazado de lentes de contacto
Toma los cinco a lo mejor son los mismos
Te acuerdas de las riñas callejeras que se azulaban
No se me hace que tenga dinero pero a lo mejor
Por eso quítame las gotas se me encajaron
Lejos de una casa no es fácil encontrar agua
Pero yo sé de un lugar donde no hay agua
Se nos secaron las manos de tanto frio
Con la artritis se acumulo el habla.
Bienaventurados los que padecen la lámpara que ilumina
El sostén de quienquiera que sea de grandes
Agruras de mis órganos invisibles, los visibles no se ven
Los reconocen ustedes son de los mismos
Pero el vaivén de las olas se me acerco hasta la cara
Donde grito que me ahogo, aunque el agua me ahogue
Cerca de donde crecen las buganvilias que se alfombran
Cada vez que se ve en el piso su existencia.
Te voy a hablar por teléfono, y se me olvido el número
Descansa corazón descalzo, que ya llegara
Llegará,.. llegará ¡Descansa!
Sí concentras tú atención en volver, humo
La voluntad se me levanto en volver, vaho
Volver se hace una voluntad y atención
Humo y vaho se hace vapor completamente
No se hace de un color otro color se desposan
Y la rueda de los recién casados ilumina
Por qué no usar mejor olores volátiles y escurridizos
Se usan de todos los olores, colores y sabores
Ver oler gustar infinita gracia para pocos
No, pueden ser muchos.
Atrás de donde vive la nube que platica con el sol
Hay otras colonias de gente que vuela
Sus movimientos son graciosos, a veces se enojan
O no quieren salir porque el aire de la luna se esparce
Cuando la luz toca la tierra es lila combinado con azul
Y se asoman entre los faroles de las esquinas
Buscan quienes se inspiren en sus nubes
Que han bajado, no siempre son hermosas
No siempre son románticas, a veces hasta se enojan.
Un hombre virtual vive donde se es y no.
Camina fuera de su cuerpo y se sorprende de verse
Utiliza el miedo como un hilo de permanencia
Aquí está, está allá, y su imagen reflejada en mil espejos
Realiza una función aquí otra arriba o puede ser abajo
o en cualquier dimensión, fragmentados sus átomos.
Después de pensarlo bien no hay cruce, sin conexiones
Se dirige al observatorio y mira los juegos terrestres
No logra integrarse son demasiado dispersos uno del otro
Cuando intenta saltar la oportunidad se ha ido.
No es nada cómodo saber que el hilo de tu miedo puede romperse
Quedar a la deriva. No importa si las desvirtualizaciones
De ese hombre corran por una red que finalmente ya está tejida.
No importa si existe algo perceptible, algo como dolor virtual.
El contacto visual te corre por la sangre
Una evidencia de una brisa de sensación de paz
Que, puestas en la mesa, están, las rosas de mi madre
Hasta llegar al punto donde, ahí es, la esencialidad de las cosas
De las tuyas de las rosas, el contacto es más intenso,
porque hay de intensidades variadas
¿y si ellas pensaran? Que la sensación está cerca, ellas no saben,
Porque no piensan, se contagian del ambiente de armonía…
Luego abren sus ojos frescos y se ponen dignas.
Coquetamente te miran abiertamente,
cada una de sus cualidades están en mí
La tersura, una complejidad celular microscópica
Una diversidad de seres vivos
Pero las flores de mamá no tienen tiempo.
Cada pétalo que se va desemboca la evocación de un instante
Una acción, pétalos que se secaban sin prestarles atención.
De vez en cuando me daba cuenta de que estaban ahí, con superficialidad
Las miraba ¡Qué bonitas aclamaba!
… hoy se comunicaron conmigo- me decían sonriendo.
¡somos la vida!… cuantos pétalos tuvo mi madre.
Los Suicidas
No tienen opción están atrapados
Entre un mundo que lo rechaza
Y el otro también, saben que no es este su lugar
Se duermen por las noches, pero su sueño
No es igual, ellos lo saben.
Cada vez que se les observan aparentan normalidad
Muy fuera de lo común, parecen personas correctas, cuerdas
Pero no es así. Es porque duermen en camas diferentes,
Se peinan por las mañanas y saludan al nuevo día,
Como los navíos en altamar están expuestos a soportar o no
Se reúnen todas las noches a buscar motivos
La luna llena es su máxima inspiración
Sólo recuerdan llevar al menos la dignidad
De ser un idealista, no muy seguido
Todos creen que somos mártires esperando la gloria
Por vivir como un idiota.,
…Pero obsérvenlos bien, no te hablan, no entienden tu idioma
Se desviaron en la ruta y no intentaron nada,
Ayer, hoy y mañana, no intentaron nada.
Porque no tienen forma “las saudades”
Se enlazaron en un lugar del camino
No te puedo decir en qué momento
Son intemporales, como una barraca
Vampiros nocturnos que se te aparecen
En noche cementaría, o una serpiente que se
Enrosca lentamente en tu cuerpo
Una vereda que nunca termina y al final, el vacío…
Partes de un navío cuyo contenido es un tesoro
Que se hundió. Lo vi hoy, otra vez y otra vez
Pero si no faltan no importa y si existen da lo mismo
Porque la noche es oscura, se puede manejar
Una ambientación per-ser la controla, cada quien su noche
Ahí habitan los inimaginables seres-miedo seres-cómicos
Sin embargo, los de una aurea de regocijo
Un paseo por el puerto con la lancha
El prisma de colores de las telarañas por miles a través del sol
El aroma a campo y, a vegetación abundante
Sobre todo, mirar el espacio entre las montañas y el cielo
Saber que hay un espacio ¿hasta dónde llegará?
las casas se escasean, las cosas son excusas
tengo derecho a un alma, partiré por la mañana
me importa poco el menú, la noche
tiene su propio ritmo, a nadie le viene de menos
en cuatro patas, se robaron el dinero
el vino cae como un árbol
la verdad actúa, el corazón flota
toma mi mano como en un río.
No rezo porque soy ajenjo
Cubierta la cara, el prozac ríe
Que altera tus sentidos, despaaciiiooo
Te anuncio un cambio bilateral
Encierra a la loca, el espíritu ríe
Sí vienes conmigo eres machín
Para volar, se esconde la vergüenza.
Nace con la idea Tengo un mar picado en la altamar de mi pensamiento
Con sabor a sal amarga que a la lejanía quema la piel
El rumbo de mis latidos se perdió al salir el sol
Por eso hasta el corazón llega el frío
Mis amigos no quisieron acompañarme, estoy solo
Converso con un albatros que pasa y me mira
Como si se diera cuenta de lo profundo de mi naufragio
A lo lejos, destellos de luz que no expresan nada, mudos
Todo fue hecho para que el hombre se deleite y viva
Con un fuego en el corazón que derrita el hielo
Sentir la lejanía la desesperanza de no vislumbrar
En medio de este océano un lugar donde parar a reposar.
Hace que el tiempo se prolongue hasta la tarde al anochecer
Donde dormir, soñar acaso sería mi mejor consuelo
Aunque sepa que el día siguiente amanezca en un desierto
No lo sé, no lo sé, nadie sabe explicar los simples misterios
Que se esconden en un simple vivir así.
¿Qué animal virulento se anida entre las venas?
¿Qué gusano purulento se alimenta de tu vitalidad?
Los brujos dicen que son cosas del más allá, incurables
Los médicos no lo saben explicar
Y pasando por versiones, religiosas esotéricas,
El resultado final viene a ser que estas maldito
Maldito y solo rodeado de otros muchos malditos
Y la imagen de Caronte recorriendo el rio de la muerte
nos persigue cada día, para recordarnos que existe
él que conoce los misterios de la vida y de la muerte
pero nunca habla, solo pasa de un lado al otro…
en el baile de disfraces casi siempre acude un camaleón
porque así no le falla de que otro vaya como él, además
te has fijado en las fiestas unos aparecen como perros,
como, ratas, lombrices muy de acuerdo a la ocasión
la música viene siendo otra cosa, te encara con todos
no se puede palpar un disfraz y lo que hay detrás.
Hurtar la cosa más fabulosa del mundo, está en todas partes
Las manzanas del huerto del vecino, saber que puede que no se encuentre
Lo fácil que es tomar una y cortarla, y me refiero en cualquier ambiente
No nada más con las manzanas, pero si me ve el vecino, va a pensar otra cosa
Todas las cosas que te impiden hurtar es por no encontrarse en el diccionario
Con la soga que midas serás medido, tiene que ser igual
No es lo mismo medir la mitad luego la otra
Hay que envolver papeles con colores, luego los mides
Te da lo mismo un lado que otro porque por los listones
Ya no se nota cual es la mitad más grande
Cuando el frío te corre por los huesos, en medio de un espacio de silencio
Vienen a ti las “saudades” muy propias, esos lagos de pensamiento donde caes
A veces, en varias ocasiones viene, como en las noches oscuras debajo de las cobijas
En el silencio que antecede al sueño acuden, a veces molestan hasta el corazón
En ocasiones te muerden como pirañas comiéndose a Prometeo,
Cuando un lago de quietud aparece en mis visiones, disfrutas de un momento,
El momento por el que cruzas de una parte de una saudade a otra.
La mías de todas formas las encuentro a veces cruzando un parque o
Tomando el autobús no tienen un horario específico son así
¿De dónde vendrán yo me pregunto? Algunos dicen que de la niñez
Es la cosa más extraña que sean tus momentos más felices.
El espíritu de las montañas de la tierra
Juega a esconderse detrás de los árboles
De las hojas, de la espesura de la niebla, te envuelve
No se ve está detrás de ti, te sigue a dónde vas
Huye cuando gritas, se asoma cuando callas
Sigilosa, suhabita, ternosa, como roce de gitana
Que te embriaga por los poros de un sueño hermoso
Y, las sombras duendes de capas negras, brincan por las noches
Buscando a un hada que se les escapó
Se vino a anidar entre los ojos y al parpadear,
Agita sus alas de color de iris
Sin tapujos, sin reservas, así se hace verde
Es poético si te habla sin sonidos, más, no sé…
¿acaso construyen los poetas? O sierran a las seis
O se tapan los ojos para ver imágenes que no se ven
Todo se escurre entre los labios, lo saborean nada más.
Madre de las multitudes aclamadas por docenas
Victimas del clima y de la severidad de los padres
Hijos de la concupiscencia de los hilos quebrados
Ampáranos de la abogacía de las lides académicas
Y no nos dejes arrastrar los hierros de la hipocondría
Asume de nosotros la ligereza de los pies descalzos
Que no puedan penetrar nuestro sueño los silbatos
Acuérdate de la infestación de gusanos en los funerales
Romántico fulgor de un actor tras bambalinas
Con las puercas de la hipocresía encuéntranos hoy
Y no mañana, que no se coman el pan posible
¡oh reina! Que significas todo en una cumbre
Escurre en grandes tinas, agua de lágrimas sin sal
Libéranos de espectros de espejos, somnolientos, sin luz
Porque si ni contamos cuantos son los parpadeos
Y los reumas de los días de asueto
Es por siempre y para siempre la ropa sucia.
Un fétido aroma escapa de mi archivo
Aquél que, durante, noches, fríos, meses.
Desilusiones… años, guarde, en mis documentos
Las rosas se pudrieron su humedad ofende
Además, no hay color, la oscuridad se traga todo
Yo no puedo decir que no he cambiado
Pero… ¿Dónde están aquellos años?
¿Quién constatara mis palabras? ¿estoy abandonado!
¡si tú supieras lo que yo quería conservar!
¡ah que tristeza cuando todo se muda!
El dejo de su mágico encanto, los rincones de la abuela
Hago un nudo en el pañuelo que hace un bulto
Que me aprieta el cuello, la cintura, el corazón
Como un grillete de cálida obsesión, terca
Hay en las noches en mi cama un compañero
Que se escapa conmigo, de todo lo que hago
Me induce a cortar los lazos
Y hundirme en un arcón.
De acto en acto hay espacios que no me acuerdo…
Semejantes a la losa que al caer se despedaza
Enfermo de quehaceres ¿no me acuerdo?
Cuéntame de los pasos que se olvidan
De las horas en penumbra y en silencio
Donde emana un sopor de indiferencia
Que no beneficia a nadie.
Un corazón es un dulce
Que, en el dolor, sudor, calor
Se moldea o desvanece
Tiene cara de un amigo en el enemigo disfrazado
Inmune a mis órdenes
En su autonomía, baila
No posee nada, es, en esencia
Rey, esclavo, verdugo.
No me preocupa tu muerte
Porque tú eres uno y yo soy uno
Eres un pueblo corazón rasgado
Eres un mundo corazón contrito
Bienaventurados los de la sangre derramada
Porque no tienen corazón
En la mesa puesto un pan
Y en la ventana una alegría.
Ayer murió la tortuga
A su lado, víctima de voraz gusano
Yace un soldado, y en las alturas
Un pájaro negro atisba una posibilidad
Desdròmeno dice que es noticia
Parménides Solórzano ley natural
Otros agregan un sol luminoso
Y el verdor complementando el cuadro
Mientras tanto el muerto sigue ahí
La muerta sigue ahí y el pájaro volando
Otros se tapan los oídos y se van
Unos la boca y se van
Y mientras tanto el pájaro volando…
Tengo un mar picado en la altamar de mi pensamiento
Con sabor a sal amarga que a la lejanía quema la piel
El rumbo de mis latidos se perdió al salir el sol
Por eso hasta el corazón llega el frío
Mis amigos no quisieron acompañarme, estoy solo
Converso con un albatros, que pasa y me mira
Como si se diera cuenta de lo profundo de mi naufragio
A lo lejos, destellos de luz que no expresan nada, mudos
Todo fue hecho para que el hombre se deleite y viva
Con un fuego en el corazón que derrita el hielo
Sentir lo helado de la lejanía, la desesperanza de no vislumbrar
En medio de este océano, un lugar donde parar a reposar
Hace que el tiempo se prolongue hasta la tarde, al anochecer
Donde dormir, soñar acaso sería mi mejor consuelo
Aunque sepa que al día siguiente amaneceré en un desierto
No lo sé, no lo sé, nadie sabe explicar los raros misterios
Que se esconden en un simple vivir así.
Donde el místico prende velas
Y la economía a los libros prende fuego
Qué importa si se acaban las semblanzas
Si a veces mis costillas se hunden en los huesos
Cuando sienten que el aire se hace polvo
Por ello amo la flor silvestre, me encanta
La más pequeña, la campesina ¡la más hermosa!
El prado espera, la voz callada, el surco, el pozo
Flores en cascada que se deslizan en la enramada.
Es como; un vaho que de lo alto cae hasta el suelo
Y se fundió muy de mañana
Los tres recuerdos del bien amado
La palabra se disuelve en verso
Y te deja exánime, sin dormir
Serpiente que anilla, tritura, te deja seco
¿Qué animal virulento se anida entre las venas?
¿qué gusano purulento se alimenta de tu vitalidad?
Los brujos dicen que son cosas del más allá, incurables
Los médicos no lo saben explicar, Donde el místico prende velas
Y la economía a los libros prende fuego
.
Y pasando por versiones, religiosas esotéricas,
El resultado final viene a ser que estas maldito
Maldito y solo rodeado de otros muchos malditos
Y la imagen de Caronte recorriendo el rio de la muerte
nos persigue cada día, para recordarnos que existe
él que conoce los misterios de la vida y de la muerte
pero nunca habla, solo pasa de un lado al otro…
en el baile de disfraces casi siempre acude un camaleón
porque así no hay falla de sentirse duplicado, además
te has fijado en las fiestas, unos aparecen como perros,
como, ratas,
Los ojos pintados de azul
Anuncian un cielo encarcelado
Unas hojas de olor a menta
Unos vasos de veladoras sin lumbre
Que chirrían y chirrían y se van
Porque tienen por uniforme una cara
Si nunca se las pueden quitar
No serán como la luz que nunca existe
O como los mil coches de mil noches
Que arrancan y arrancan la piel
Y no dejan de arrancarla por los ojos
Voy a comprar una luna de color azul
Para pintarla de negro y no haya luz
las hormigas tienen luna y hormiguero
para mí que ahí lo esconden, en el fondo
y de ahí iluminan a quienes les piden
la luna transformada en azules colores.
Hace cincuenta años me hablo un ángel de estatua de papel,
Con la boca cerrada de piedra en una voz de espada, que no corta, ni rasga
Ni sangra, sentir las voces como aire que no se palpa, abrir los ojos antes de tiempo
Para poder ver la sentencia escrita en un corazón que ya buscaba una forma de huir
¿Qué puede asustar a un hombre de tal manera, acaso existe tormento imaginable?
¡Sufrirás! Todos sufren crueles tormentos todos los días ¡llorarás! Todos lloramos l
No hay ninguna razón para temerle a tan humano sentimiento. Las otras palabras no
Las escuché se me quedaron como un eco grabadas en la memoria. Aún se escuchan
Como si fuera la primera vez. Y todos los días me pregunto, cuanto tiempo he ignorado
Los ecos, las luces que se prenden al final de un túnel oscuro, que se apagan de repente
La total oscuridad, el total silencio y entre ellos yo. Ecos casi imperceptibles que me
Susurran al oído ¿recuerdas? En las noches susurran y aletean como moscos entre
Las venas, ¿Los ecos gritan? O se hacen más fuertes cuando las cavernas del alma
Se agrandan. Sólo que, si existiera un alma, le pagaba a un almero que se los llevara
La ingrata noticia es que no es el eco de nadie. Cuando lo veo me mira tan tiernamente
Como si sus ojos me dijeran ¡infeliz criatura cuanto me conmueves! Y sus ojos son de ángel, transparentes, nítidos, como el agua, refrescan. Siempre detrás de los recuerdos
Más lejanos que los otros por eso no los recuerdo. Sentado en una piedra en el camino
Esperaba la orden: ve y conviértete en un caminante, ve por todos los caminos y plática con la gente tomate un refresco. Desde entonces pregunto dónde poder encontrar uno, Pero tiene que ser el mismo que me dejó con la duda, o se llamará eco.
Algunas de sus Palabras las entiendo cuando me encierro y no le abro a nadie; porque me asustan, no conoces a la gente que asusta, tienen cara de diablo y cuerpo de arrepentimiento, de Todo se ríen, con ellos aumenta la confusión, porque se transforman ya no es interior, ahora puede ser de arrepentimientos, de ecos y diablos de cara.
Una minúscula partícula de estrella
Proporciona una reacción interna,
Intercalando el espacio en tu mirada
Ofreciéndote flores, pero flores amarillas
Cada una de ellas en plática decía
¡No lo he visto! Será que ya se murió
Porque el infinito conversa
Un fulgor es una palabra que se armoniza
Un vértigo malestar en boga, que hereda, que rompe
Una maltrecha mariposa estrella que pierde su luz
Y se remonta hacía el otro extremo.
¿Algunos años antes las estrellas
¿Habían rociado una espora de su sangre?
Habían cubierto de luz el infinito
El día de hoy conversan las estrellas…
Vacío el estante de una bolsa azul
En un acuerdo mejor que el anterior
Se me desato el zapato, cuestión de ingenio
¿Puede que se me haya roto ayer?
O tal vez lo mismo da morder la otra oreja
Anteriormente me dijiste, no lo sé
Un pantano, cocodrilos, entre la escarcha
Ya no hay campo, se perdió en las lluvias.
Con una brisa suave se detienen los barcos
Agarrados de unas tenazas de la misma proporción
Atrás de ti se encuentra, pero no vuelvas enseguida
Podrías espantarla, la tienes que atrapar intacta, virgen,
Sin nada que derrame su polvo lleno de brillantes, puntos por todo el cuerpo, ni siquiera una, es el precio de la obediencia.
Se me hace que lo oyeron, hay que callar, sabes hacerlo.
Vuelve de donde vuelvas tendrás que venir a devolver todo aquello que se quedó en el olvido, las tiras de hilo que tejen y tejen cada que el tren pasa, su purificación es mínima, no trabajan como jornaleros, ahora son como yo identificables, insepultables o cada vez más chamagosos.
Ora se fue por el otro lado, pero se llega igual no me sulfures no me vaya a hacer volcán de tanto estar guardando la forma de un pingüino y por otro lado esperar a llegar a serlo, el tiempo es gélido….
Vasmerio el gran juguete de las flores acumula un aroma exquisito
En espacio hay violetas, rosas de ópalo de mil tonalidades, los llevaron en una caja para soltarlos después o cruzan los becerros o se pone a decir barbaridades el viejo, transeúnte, verdadero en latín como el clero, sellado.
Soy un analfabeta que camina por las calles,
Volteando a ver si sucede el exilio profético
Y en las noches jugamos la danza de los novicios
¿se nos acabó el aceite? o ¿no medimos bien el aire?
Por qué mejor no llamamos ALFABETAS, crónicas de los
Que alguna vez fueron analfabetas sin razón.
Volvieron, volvieron y volvieron a volver
No queda duda del afán tan ponzoñoso
Sólo es propio de un alacrán.
Amigos de los amigos de tan terrario objeto
¿tenéis acaso acceso a los nuevos códigos?
Las cosas han cambiado ya no vive lornas
El del ojo café, disfrazado de lentes de contacto
Toma los cinco a lo mejor son los mismos
Te acuerdas de las riñas callejeras que se azulaban
No se me hace que tenga dinero, pero a lo mejor
Por eso quítame las gotas se me encajaron
Lejos de una casa no es fácil encontrar agua
Pero yo sé de un lugar donde no hay agua
Se nos secaron las manos de tanto frio
Con la artritis se acumuló el habla.
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