Era de noche cuando Zoé llego a la puerta de su casa estaba cansada así que no se dio cuenta que las luces adentro estaban encendidas. Al entrar, pensó que se había olvidado apagarlas antes de irse, sin embargo, su sorpresa vino cuando de la cocina salió un hombre desconocido y le dijo ¡ponte cómoda! la cena esta casi lista. Ella, se le quedo mirando con terror no atino a preguntar ¿quién era? Simplemente, le siguió la corriente. Fue hasta la cocina y vio que el hombre tenia desplegadas toda una serie de elementos culinarios con lo cual, era cierto, que estaba preparando la cena. Zoé sentía como su corazón se aceleraba, el sudor le corría por la frente. Quién diablos, era aquel hombre y que hacía en su cocina. Ella le sonrió tratando de parecer tranquila y le pregunto ¿que estas cocinando? El le respondió tu comida favorita. Pero ella no recordaba cual era su comida favorita con lo cual se empezó a sentir mareada. Tomo asiento y luego de un rato le dijo voy a subir a darme una ducha antes de que este la cena. Me parece bien le dijo él no has cambiado tu rutina. Ella acento con la cabeza y se retiro de la cocina. Una vez en su habitación se tomo la cara con las manos y empezó a llorar. Quiso llamar a la policía, pero no encontraba el teléfono en la habitación y tampoco el celular en su cartera. Tal vez, lo había olvidado abajo. Abrió la puerta del dormitorio muy silenciosamente y fue hasta el vestíbulo, nada ni señales del celular. El hombre se asoma y le dice ¿qué estás buscando tan sigilosamente? Ella se sobresalta y sin decirle nada sube a toda velocidad y se encierra en el dormitorio. ¿Qué está pasando? se pregunta una y mil veces. De abajo le gritan, la cena esta lista en tres minutos. Decide seguir con el teatro y ver de que se trata. Se da una ducha rápida se pone ropa cómoda y baja a cenar. El hombre había preparado la mesa principal del comedor con unos platos bellísimos las copas estaban servidas con vino blanco Chardonnay y en el medio de la mesa destacaban unas rosas amarillas que inundaban el lugar con su aroma. Zoé se sentó y se sintió a gusto con aquel agasajo. El hombre la miro y le pregunto ¿mas tranquila? Si respondió ella. Una vez servida la cena ella miro el plato y se dijo este es mi plato favorito porque no lo recuerdo. Era pasta con salsa de camarones. Sin embargo, aunque no lo recordara disfruto mucho de aquella pasta así que supuso realmente era su cena favorita. De postre le sirvió una cheesecake con coulis de frutos rojos, que había comprado en la panadería. Ella disfruto mucho de aquel pastel estaba realmente delicioso le dijo. Sus mejillas se sonrosaban mientras devoraba el postre. Durante la cena, él no dejaba de mirarla y ella se sentía avergonzada. La cara de él transmitía dicha, gozo y felicidad. Una vez terminada la cena ella lo ayudo a juntar la mesa y dejaron todo en el lavabo él le dijo dejamos todo aquí mañana yo lavo. Ella subió a la habitación se vistió con su ropa de dormir y se acostó. Un sueño intenso se apodero de ella inmediatamente sus ojos se abrían y cerraban intermitentemente. En medio de ese profundo sueño, siente un ruido. Se despierta sobresaltada, enciende la luz mira a su alrededor y todo esta igual. De repente, siente una mano que le toca el hombro se levanta de la cama pegando un salto y se pega a la pared su corazón late tan fuerte como aquella tarde que estaba galopando en el campo. Él hombre la mira y le pregunta ¿estas bien? Ella le dice ¿qué hace en su cama? Le ordena que salga de ahí y se valla. Se pone furiosa le grita improperios llora y de repente se hace el silencio. Mira su mano y ve un anillo de bodas, lo mira a él y le dice ¿Gonzalo? Ahora lo recuerdo todo, el accidente mientras montaba a Azabache, nunca desperté. Sus ojos se quedan perplejos al darse cuenta de que estaba muerta. Gonzalo la mira y le dice siempre a esta hora recuerdas todo y desapareces mi bella esposa mientras acaricia el lado de la cama vacía y las lagrimas recorren su rostro.
OPINIONES Y COMENTARIOS