Esa extraña melodía
que escuche aquel día
fue el latido más sonoro
que sintió mi corazón, y me enamoró.
Ante semejante manifestación
se aceleró mi corazón
y mi alma se llenó de felicidad
al sentir que había encontrado mi media mitad.
Bailar a la luz de la luna
era lo que no había hecho con ninguna
y tu fuiste la elegida
para calmar mis ansias encondidas.
No en vano te espere tanto tiempo
sin saber si hacia lo correcto
solo sentía que por dentro
una voz me decía, todavía no es el tiempo
Hasta que un día apareciste
y desde ese instante, mi felicidad existe
y no hago otra cosa que amarte
aunque ante la gente no pueda mostrarte.
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