UN PASTORCILLO DE OJOS AZULES 
UN PASTORCILLO DE OJOS AZULES
Una estrofa de una canción popular dice:
“Cuentan que un Pastorcillo de ojos azules se enamoró, de una Princesa que muy
radiante por el camino paseando viò…”
Historia con un final muy infeliz;
“ese pastorcillo muriò llorando
y,
su Princesa la misma noche de su muerte en su castillo se la pasò bailando”
El Nuestro,
el Pastorcillo de esta pequeña historia
llegó del viejo a continente a la tierra prometida,
en un velero blanco con lìneas de tonalidad azul profundo.
Sus velas las inflaba, las empujaban
los vientos de los siete mares.
Que se unían,
explotaban
en el centro del océano Atlántico.
El, dejó sus ovejas en las verdes praderas de Bélgica
para correr tras sus sueños,
la aventura,
la antropologìa.
Dias despùes
su velero atracó en la Perla del Caribe: Margarita
y, en la orilla de la playa.
Tendida sobre la arena tomando sol:
una hermosa Sirena
con cuerpo de Diosa,
una Princesa del Caribe.
Ella del color de la tierra bañada, siempre por el ardiente sol,
se perdió en el océano azul de sus ojos,
se hospedó para siempre en su corazòn.
El se quedò, prendado del sol, el mar y embrujado por el canto de esa sirena.
Lo esperaraban del otro lado del òceano; Nunca regresò.
Su velero partiò a su lugar de origen,
sin su ocupante, su pasajero principal.
Ahora, ese pastorcillo
vive Feliz
su sirena se convirtiò en una hermosa Mujer.
Viven,
en una casa rodeada por el Mar Caribe
cobijada por el eterno azul de sus cielos,
el calor del tròpico.
GÈRALD GOOSENS
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