Salieron a media noche en un pequeño barco, esperanzados en pescar muchas y grandes piezas,
un padre, cuatro chicos grandes y uno pequeño…Nahuel.
Al rato, todos trabajaban afanosamente con sus largas y curvadas cañas, los peces brincaban surcando la espuma del mar, buena pesca, mar bravío, noche de estrellas y de luna llena.
En la mañana, al llegar al puerto, revisaban, ordenaban y contaban las piezas capturadas.
¿Ha sido una noche desbordante de peces, no os parece hijos dice el padre?
Sin duda responden todos, ha sido una estupenda jornada.
Y a ti Nahuel, ¿qué te ha parecido la salida al mar, la has disfrutado?
-Me ha gustado papá, yo también he tenido una gran noche…
¿Y qué has pescado, podemos verlo?
-Pues mira mi frasco, para mí también ha sido abundante, pude alcanzar y bajar lindas estrellas.
-Se lo llevo mamá, le va a encantar este abrillantado frasco y con él, seguro adornará la sala.
Todos se miraron las caras, rieron y felicitaron a tan ocurrente y luminoso pescador.
Arturo Ezquerro – Los niños y su mundo, su luna y sus estrellas
(Septiembre/2021)
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