Cauda Draconis

Cauda Draconis

ETRESTLES

03/07/2022

Vernarth en el atardecer de su vida es llamado nuevamente a alzar su espada, tal vez siguiendo los caminos de Pablo de Tarso, precisamente aquí se iniciaría su Verbo en la figura de un Hoplita que redimirá a los oprimidos, que reforzará el crecimientos de las semillas, que esperanzará a los privados de Fe cuando tienen que enfrentar su propia Apokálypsis que les permitiría llevar consigo al embarcarse en esta aventurada osadía en páginas de la vida que siguen que para muchos serán desconocidas. La vidente experiencia paranormal en Patmos vivificará su encomiable virtud de confesarse como un defensor de las Vida y Muerte puesto de un mismo punto final intermedio, para luego llegar al nexo de gratitud que compensa que lleva de desagraviar al partir de su morada desnudo, y volver cada seis meses a Sudpichi en Solsticio, y Equinoccio en Primavera a Patmos explicando el estreno de este final acontecimiento.Los distintivos y códigos de Vernarth engrosaran un intertestamental suceso Bíblico, componiéndose de crudas abstractas y demostrativas imágenes que de tanto decantar se podrían asimilar a lo que hizo el Mashiaj en la Cisterna de Siloé, mas que agua siendo el mismo Hydor que nace de origen y llega al final de las erudiciones. Las desesperadas ansias de coartar el ánimo de un soldado se nubla dentro de su propio microclima, deseando una posibilidad que yazca en la imposibilidad y frutos del abanico que separa el Universo de la Tierra. Desde aquí la Fe es profesada por las reflexiones de todos los que han morado en un cuerpo de Sílex, como fueron sus padres liberados por Vernarth, dejando reposar las lecturas del ocaso a los que de Sílex se han convertidos en aerolitos que vagan por el universo como posibles cristianos de reconvertirse después de una pre-tribulación o de un nuevo ordenamiento apartado de lo que nos priva de las nuevas incursiones. El Apokálypsis según Vernarth no diverge de San Juan, más bien tiende a recluirse de todas las ventoleras de divinidades que se van entremezclando en sus misterios de todas las exuberancias de un interminable evangelio, que mueve los cabellos del Iahveh con aroma a lavanda incluso dentro del panteón mismo después de tres días. 

El misterio de no entender que un hombre común lleva estampado en su cuerpo todos los indicios que dan observancia de un Juan Pasional que está en todos nosotros habiendo de compartir su silencio dentro de nosotros, tal como sugiere el silencio del cual somos fecundados por videncias de Patmos más que las consecuencias de algún supra deseo de Vernarth de abarcar algún atisbo de autobiografía, sino mas generosamente que las puertas de su Megarón o Dypilon, sean una videncia que nos muestra que las puertas son lo desconocido dentro de lo que está y no podamos Observar, V.G. como es ilustrativo en Spinalonga cuando Marie des Vallées se instala en el punto de salvación de Theus y Vikentios todo detrás del transom como congruente metafísica de los deseos incumplidos debidos de las tres de otras almas en salvación encargadas a seres resplandecientes. Esto es testimonio de enemigos soterrados o invariables como Edomitas con las afinidades de los Seléucidas o Fariseos con los Cristianos Primitivos en el cauce de cada palabra que interpreta el diámetro opuesto adaptable a una plegaria que haga circular el curso de lo que hace bien un exégeta, si se hace curso de la palabra original del testimonio de Vernarth de nunca perece aspirar a hacer como el manah sobre las flores que bien merecen posarse en la Xiphos donde el nervio central de su calce es el Tahalí, muchas veces se giraba solo en el campo de batalla cuando Vernarth usaba ambas manos, Que misterio! he aquí el glosario de lo que es metal de doble filo y doble mano cuando su longitud apuntaba a el confín del mundo donde el Sol en su punta dejaba penetrar la Luz. Cada hemisferio desconocido será posible de rebanar con ambas filos de cada Xiphos como bronce y hierro compenetrados, hasta diluirse en la luz del Sol de Primavera. Todas las causas se ponderaban a una grandiosidad donde los mensajes de recomponer todas las herencias patrimoniales que serían la influencia de que todo podía decaer en la grandiosidad de espeluznantes gritos de los templos, que permanecían a oscuras por no saber a quién desenlazar de la co-responsabilidad de siete iglesias de las Elegías Helénicas; desde Éfeso hasta Laodicea intentando quitar de las fauces a atroces imperios que sentenciaban políticas con más de mil años sin tener ningún siglo más que macular. 

Vernarth en la profundidad en que nada le inquieta incita su sensibilidad con lo que reduce el dolor en su compasión del siglo I, que nunca de dejara de trascurrir por el merecido tiempo de vigilia en todas la calles de Grecia en la cual todos sus rastros se estremecían en desafíos que merecían ser de una gran aula que se sobre dimensiona más que cualquier odeón posible de llenar de espectadores de una sociedad acomodada, y satisfecha como lo parece hoy de un precio alto pagado por un grado indigno.También su metafísica apocalíptica huye por pervertidas sociedades enteras, y no a medias debido a puntos de tensión de su sobrecogedora inmoralidad y defensa de toda naturaleza que no se corrompe a sí misma, tal vez de un eco encerrado al convertirse desde Laodicea a Éfeso, tal si fuera a rehacer la “V” Invertida de Vernarth como inicial contacto del punto de estas siete derivaciones de su decadencia. Los barbaros están al pie de la puerta misma que entra más bien por inercia, y declive del extinguirse del Sol para luego redefinir por ciclos de primavera al invierno como veremos que irá surgiendo con el Duoverso manifestado, después de pisotear a la bestia que se nutre del dolor y de la ingenuidad del cual todos nuestros destinos se van centrando para ser tragados por el hocico de un batallón de enemigos que migran de la bestia, pero no se dan cuenta que es así como se deben hacer llamados a todos los imperios que dejan a sus combatientes abandonados dejados en piras ardientes inmunes castigados por llamas que nunca le consumirán, que de lesa forma fueron aturdidos y con su temple saldrán vivos con cuerpos que no nos pertenece fastidiados de no prosperar por esta maleza anti-divina, comprendiendo que las durezas de nuestras lagrimas no nos harán neutrales ni acreedores de gozos de sufrir juntos lo que nos pertenece de un cuerpo ya sacrificado, esto es Apocalipsis de florecientes imagines que van dirigidas en procesos de degollar el cordero que no puedo ni podrá identificarse ante la aparente fuerza de saber ser perdonados o socavar las riquezas de un caudillaje que por largos milenio atesoró riquezas, y nunca nos delegó sus fingidas bondades donde la hierba crece y tuerce de su raíz replanteando días por contar y aumentar la agonía de contar las simuladas pujanzas que nunca nos dejaran disfrutar. 

Se ha de comprender que todas las fuerzas contrarias se fusionaran con los días contados de un nuevo renacer, con los llantos de Vernarth desde Hiperbórea, las pre-tribulaciones desde el Erebo o Sheol, desde la angustia del pectoral o Lynothorax del cual se redistribuirán los días contados en la misma lontananza de viajar en la Purgación o Katartirio del total del encierro de los que se podría mencionar vociferando en las acústicas del Valle donde quedará la última palabra. Nos situamos en la extravagancia del cual los rayos de luminancia nos entregan el integro cuerpo de la credibilidad para llegar al paso de felicidad que manará de la primera e inaugural visión que constata lo primero de lo primero de la alquimia, que nos ha sido positivista incluso de lo que paradójicamente resucita no esperando ser de quien esperábamos que lo fuera, pero la desesperanza queda abatida en un acto en el cual Vernarth osa al soltarse de la mano del Mashiaj para ir a auxiliar a sus padres de ser petrificados por el Sílex que sería proporcionado de un acabo de mundo con la pronta asistencia de San Jerónimo de Estridón como lo fue de un acto donde el Dragón se aquietó, y dejo de mover su rabo quizá del Dragón Verde de Eslovenia o de sus crías por esparcirse dentro del mundo expeliendo fuego con escamas, cuernos de los que se podía confiar del Ibex de Valdaine, el Dragón del Vitral de la Catedral de Avignon golpeando con su cola los Portales de San Jorge, enunciando que tal vez el Ciclo del Anillo de Nibelungo con Sigfrido o espécimen secular de la descendencia Draconiana de los Merovingios del mismísimo Drakon Griego que empezó a avasallar Patmos del año 76 d. C. entremedio y mal herido entre los peñascos del Túnel de Viento del Profítis Ilías o como podría ser bien venido el dragón, y si fuera descendencia finesa Lohikäärme deteniendo a Soviéticos en sus fronteras de sangre que ruge fuego del más profundo rincón de su tierra. 

Las serpientes griegas nacieron en los mares a varias millas a la redonda donde no habían otras especias más que ellas, pues si lo hubieran habrían sido devoradas por el gran Ha-Shatan con diez cuernos y siete cabezas, gran parte de la inspiración literaria de San Juan está en griego, es más probable que haya venido originalmente a través del Cercano Oriente. En el embrionario Imperio romano con cada cohorte militar tenía una particular identificación Signum (estandarte militar) después las guerras dacias de Trajano en el este el estandarte militar del dragón dacio entró en la legión con las cohortes sármatas y dacias: un gran dragón fijado en el extremo de una lanza con grandes quijadas abiertas de plata y con el resto del cuerpo formado de seda coloreada. Con las mandíbulas de cara al viento el cuerpo sedoso era inflado y ondulado asemejándose a una manga de viento, el Dragón sigue recorriendo vías que son las marcas de las carrozas sin ninguna clemencia a los que les esperaban en su destino con legiones arrojando aliento caliente que solo supo mitigar San Jerónimo de Estridón. Este enorme de lagarto seguirá asediando el mal de lo que no pueden contenerlo, tal como el basilisco en el Códice Raedus para impregnar las hojas de fuego que no se quemaran nunca del Apocalipsis de San Juan. Por ventura con la fogosa semblanza de un Guiverno en la cúpula de la catedral de San Nicolás en Eslovenia, tragándose su propio fuego. Con un fatídico lenguaje de pájaros que codificarían a Sigfrido que el final de todo viene de los mares de Patmos con agua caldeada. Que aladas criaturas vendrán copiosamente a aquietar el mundo hasta el mundo de Miðgarðsormurinn tal vez en Jämtland, sitiando a los soviéticos como una serpiente más que de alado vigor que estremece al árbol celta con su Abedul y la Haya en Solsticio o un dragón que no fue con alas pegadas con cera que se estrellaron al caer antes de llegar Sicilia como es el caso de Dédalo e Ícaro, o los dragones de Lindworm que expulsaron fuego por los obuses Mörser 16 de la Segunda Guerra Mundial. Todo este tesoro acaudalado son piezas fundamentales de todos los paradigmas que forman la antesala de una Historia que nos ha cegado sin brindar un descanso a todo lo que rodea, ni si quiera de prodigar cristiana sepultura con males de ojos que son característicos de los dragones que escupen fuego por tu espalda, acechando a un Pendragon de Britania. Gran parte de los estandartes, vaderas y heráldicas portaran este emblema de seres conformados con crías de macho y hembra para conformar como familia el antígeno de una humanidad eslava búlgara, como disidente figura que se arrancó de los lindes del Apocalipsis para resguardar los cultivos donde probablemente vendrían lluvias de oro para sus cosechas si fuera macho, y hembra si fuera una profecía de mala gesta a denigrar la semillas del labrador. 

Dragón de sangre fuerte seria Zmiy, Ucraniano acarreando una bestia de cuatro patas, y en cada pata una Cornucopia por pétalos de oro que son recogidos de otras doncellas que nunca dejaran de ser lozanas, protegiendo las arterias que llueven sangre sana de doncellas de Ucrania como el Zmey. De Zsablas que portan el Smok polaco en su lomo que renacerá de esta apología del Dragón del Apocalipsis que les libertó del Bosque de Katyn, en la orilla del Vístula donde bebía agua Bogdan con su Zsablas para ir a libertar a los Héroes de Smolensk y a cada oficial polaco que tenía un Dragón estampado en su frente, y también en el escudo de Armas de los Cracovianos en Piasts de Czersk, huyendo de los sótanos de alguna revuelta de Varsovia.La escalada de los Basilisco del Túnel de Viento del Profítis Ilías reinará por toda Hispania como profética emanación de la boca de San Juan en Asturias y Cantabria con las magnas siluetas de los montes en la Sierra del Dragón, tal seguido de gárgolas que recobran vida en los picachos como joven Hoplita que lleva su Áspis Koilé abrillantado para incomodar el dragón que no es más que el basilisco cuando fue timado por el Códice Raedus al confundirles con sus propias crías, dejando de este modo ingresar a los que iban a la Investidura del Himatión. Será epónimo el de Sugar, dios masculino vasco que a menudo es asociado con la serpiente o un dragón, pero también puede tomar otras formas. Su nombre puede leerse como » serpiente macho». Marielle Quentinnais nos ostenta en San Jorge y el Dragón en la era de los Antipapas en Avignon, de lo cual Santos y Beatos combatirían con las potencias del Dragón como de esta sub secuencia que se destrababa de Forli, con gran similitud a la Ambrosia Mercurial debido a San Mercurial como laurel del Cristianismo sobre la idolatría en que aterrados pobladores no dormían por los espantosos tiembles de Forli y Forlimpopoli, posiblemente San Juan Apóstol les ayude a poner las estolas en el cuello del Dragón acorralado. Toda fuerza maligna que no es derrotada es un aplazamiento de aquel instante en que caerá rendida como lo fue del primigenio de los Cazadores de Dragones como San Juan de Patmos estilando en las acroteras, y cornisas del Megarón que apunta a los mares del Egeo para avistar si algunos de ellos se avecinan regurgitando el cuerpo intacto de Margarita de Antioquia, que irrumpía del vientre negro del Dragón diciendo “Draco vivit in Homine, non in Legendis” «El dragón vive en el Hombre no en las Leyendas” Habiéndose instaurado Draco Vernarth Apocalypsis liturgia “Apocalipsis de la Liturgia del Dragón de Vernarth” el mensaje continuo por el camino del Hydor donde precisamente se protegerán las indefensas puertas hacia la entronización del Silencio con la ardiente esperanza de Salvación como lo evidenciaría el mensaje Paulino “Marana Tha” edificando la venida del Eterno de que con todas sus dimensiones trasformaran el mundo colapsado, rasgando los sentidos que puedan alcanzar el oficio que trasforme el ritual que esta enquistado en la genética de eternidad en los hopos de los Dragones que han conformado clases y subclases de heráldica de los Caballeros Templarios Negros, que vagabundean fugándose creando el desconcierto de que los misterios medievales feudales eran la continuación de una antigüedad aunque no existieran las hostilidades a menos, que las colas del basilisco de Patmos se cruce con cierta ciencia desde Éfeso hasta Pergamo con la providencia de un dios en extinción que sea desobedecido por sus tropas, y sea cruentamente diezmado por los sufridos trances del mal de los cuales el malogrado Caballero sea transformado en su propio Dragón desangrado e inmolado. El fin no se hace con una mera visión de una Draconiana Liturgia, desde el año 72 d.C. se descruzaban las legiones romanas de Palestina donde se oían voces como una faz de tierra ocupada pero libre de autoridad religiosa, que de una u otra manera veía el pasaje contemplativo de bondad o benevolencia a medias de un César que sería posteriormente seguido por las barbillas de fuego del Dragón, escoltados siempre por Vernarth que todo lo vivía y oía sucumbiendo a sistemas imperiales que eran adosados en limaduras de hebreos que ardían en sus espaldas, en esquinas no afiladas de lanzas griega para arrinconar la frecuencia de un detractor de símbolos de Apocalipsis que se encarnaba en Vernarth con Sílex suntuosos que se adhería en el Áspis Koilé o Peltas de menor tamaño que se hacía prosaico a flechas que se adherían al astil de estaño para vindicarse en la frondosidad, como expresión recurrente de mentalidad apocalíptica asumida al reconocer que el Apocalipsis se vive por dentro, y nada por fuera que corroe más que sus propias entrañas. 

En efecto todo lo privado e intransferible nos exhorta al final del melodrama desde donde hay que repartir corazón para los que conserven sus modales, y hagan de una minúscula posibilidad de cambio la apertura de la Kassotides luego de que Vernarth dé cuenta de tener lo más lejos posible el estiércol del Dragón Humano, creando una cultura dominante que recobre lo que nos posibilite de conservar en su propia Identidad, iluminada y reforzada por la convicción.Vernarth a pocos pasos de despeñarse del abismo hace de su profetismo que pida hacia la cielo, al Mashiaj, Spílaiaus para que suelten las carlancas de Kairós para que el género de otorgar vida reviva el sistema de la llama del punto omega que luego se revierta en espasmo celestial, asiendo fuertemente la cola del dragón que le trasportará con tres relámpagos y trompetas con las sietes trompetas que les dejaran en Delfos conforme a la naturaleza del foso Casiotis o Kassotides, como insurrección loable de ser alcanzada por un ser metafórico en Daniel como apocalipsis que indicará que desde las alturas manará lluvia de luz y fuego, mas irán todas dirigidas desde Patmos a Delfos. Vernarth se une a los Macabeos para hacer obstrucción a los Seléucidas, como cuentan los dos libros de los Macabeos que inician una guerrilla sanguinaria contra el opresor, y el profeta Daniel escoge un camino totalmente alternativo y no violento. Esto da muestra que la peor milicia de un hombre armado es romper con la soberanía de su alma oprimida, y luego ser bastoneado en el artificio literario como libros del presente hacia un pasado con líderes enterrados en ruinas de civilizaciones perdidas, como el caso de los Seléucidas y Edomitas en pan abierto sobre ellos mismos por Mikaiyáh, Arcángel San Miguel. He aquí Vernarth donde cada glosa de episodios contraídos nunca se desaferraron de la musculosa cola del Dragón que evidenció su visión de San Juan, en tal expectación que resolutoriamente se hacía prominente desde las alturas del Nimbus Iridiscente, sojuzgando a todos los imperios en la cola del Dragón que remece las resistencia de los muros ingobernables, mas no la ley del poderoso que se hace creer a sí mismo, sino que la pieza músculo que se radica en Tel Gómel, no es más que la Sagrada Escritura de dualidad de San Juan Apóstol / Vernarth; ambos como un léxico monosémico (uni-significado) y univoco que calará con todas las ganas del corazón moviéndoles juntos, para descifrar después del año 96 d.C. hacia el desvelamiento de Sardes hasta Laodicea con el Iscatón que se sustrae de la Cola del Dragón.

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