La dura realidad de la comunidad LGTBI

La dura realidad de la comunidad LGTBI

Alexa Sanchez

30/06/2022

Gonzalo Antonio Vaca Rosas

Alexa Fernanda Sanchez Noa

En el país se estima un 71.4% de brecha de género, posicionándonos en el ranking No 66, en cuanto a la participación en la economía y el mundo laboral cualificado en política, acceso a la educación y esperanza de vida. Por ende, los casos de mortalidad a nivel global no son ajenos a nuestro país, pues en el 2015 en Loreto – Iquitos, un niño de 12 años de edad se suicidó luego de que su padrastro le rapó el cabello por haberle revelado su orientación sexual. Según sus familiares, el menor también habría sido víctima de bullying en su centro escolar por esta misma causa, lo cual sumado al rechazo de su padrastro le llevó a tomar esta fatal decisión. Ante esta problemática, algunas personas acusan al estado de tener la principal responsabilidad de garantizar su inclusión en la sociedad, sin embargo, también está la idea de que la misma sociedad es la responsable por no aceptar a las personas con diferentes orientaciones sexuales y sentir animadversión hacia ellos.

En ese contexto, las universidades con el apoyo y respaldo del gobierno deben asumir un rol preventivo y sancionador. Es por ello que, el presente ensayo tiene como principal objetivo concientizar y autogestionar al lector, ya que es necesario profundizar y tomar en consideración un tema tan delicado en la actualidad, que podría ser un familiar o amigo cercano quien sufra en silencio. De esta manera, también contribuimos a evaluar nuestra conducta frente a esta problemática social y ver si de algún modo guarda relación con un acontecimiento personal. Por otro lado, la falta de empatía en la sociedad juega un rol importante; ya que muchos pasan por alto el daño que puede ser causado por una discriminación, tanto física como psicológica, generando un trauma que fácilmente no puede ser superado y por ende incrementar esta brecha de género. A continuación, se presentan los argumentos que sustentan nuestra postura.

Si nuestras autoridades nacionales y regionales no reconocen la magnitud de la discriminación y no los incluyen en el Plan Nacional de Derechos Humanos, para que se logre el reconocimiento de sus derechos, entonces la sociedad seguirá discriminando y violentando a este grupo LGTB impidiendo o limitando el ejercicio de sus derechos y desarrollo integral.

Según Pinto (2019), la discriminación sexual es el trato despreciable y perjudicial que se da a una persona o grupo por sus preferencias sexuales, del cual sienten una atracción afectiva, emocional y sexual en función al sexo de otra persona (p.141). Efectivamente, nos encontramos en un contexto en donde la discriminación por preferencias sexuales se manifiesta en formas muy perturbadoras y perjudiciales, en donde gran parte de este grupo por miedo tienden a callar, reprimirse y aislarse. Asimismo, existen campañas para concientizar y grupos de movimiento social denominados LGTB, quienes luchan contra la discriminación y a favor de la normalización y reconocimiento de sus derechos. Sin embargo, no se tiene los mejores resultados, ya que aún no se logra erradicar, y por el contrario se agrava la situación llegando a atentar contra su derecho fundamental a la vida. Tal es el caso que en el 2015 un adolescente de 13 años se suicidó en Iquitos cansado de agresiones en su colegio y por su padre al enterarse de su orientación sexual. Finalmente, nuestras autoridades nacionales y regionales deben reconocer la magnitud de este problema y tomar medidas al respecto del cual se incluya a este grupo en el Plan Nacional de Derechos Humanos, para que se logre el reconocimiento de sus derechos y se mitigue casos de violencia, actitudes y conductas discriminatorias, y tengamos igualdad de condiciones.

En ese contexto, Shah (2021) nos menciona que, hay 15 tipos de sexualidades en todo el mundo (párr. 5-19). Esta diversidad de tipologías existentes, deberían ser reconocidas por las personas. Ya que al desconocerse la sociedad suele juzgarlas haciéndolas sentir mal o perjudicándolas. Un caso sucedió en el mercado Santa Isabel cuando dos personas del mismo sexo fueron amonestadas por darse muestras de cariño propias de pareja enamorada. Es por ello que todos nosotros debemos tomar conciencia de que no solo existen dos tipos de sexualidad, debiendo así informar más a niños y mayores para que puedan tratar con el debido respeto y tolerancia a las personas de diferente sexualidad.

Por consiguiente, Martínez et al (2019) determinan que, los estereotipos y comportamientos sexistas de la sociedad son los 2 principales factores de la discriminación (p.3). Este problema se viene dando desde hace mucho tiempo, y es fundamental tratar de eliminar estos comportamientos y estereotipos en la actualidad. Ya que afecta e influye demasiado en la vida de las personas. Tal fue el caso del tiktoker Josi que fue víctima de discriminación y agresión homofobia en el malecón de Miraflores. Es momento de tomar conciencia y dejar de lado estos estereotipos tan primitivos que tenemos sobre las personas y su sexualidad.

Si las universidades crearan programas de combate contra la discriminación por orientación sexual así como indica García, sería una buena forma de combatir este problema, con la finalidad de concientizar a los estudiantes por medio de conferencias, tocar el tema en los contenidos de estudio, en diferentes temáticas, mencionarlo de diversas formas y en varios escenarios.

De manera que, la diversidad sexual y de género se visibilizan en la universidad a través de diversas actividades académicas que tienen por finalidad concientizar a la comunidad universitaria (García et al, 2018, p.43). Esta inclusión sociocultural cada vez se hace presente en la actualidad, pues es un tema que involucra a una comunidad directamente. Al ser un problema de discriminación, los miembros de esta comunidad se ven afectados, tanto física como psicológicamente no solo en centros de estudio, sino lastimosamente en redes sociales y en la vía pública. Un caso a conocer es el de los asesinatos con muerte violenta durante el 2019 en Ecuador exclusivamente a grupos LGBT. Es hora de poder cerrar esta brecha completamente, implementando métodos que ayuden con esta inclusión en la sociedad, para así terminar con este odio injustificado. Es un trabajo conjunto que requiere de todos nosotros para poder realizar dicho cambio.

Para ello, Valera, H. (2020) nos indica que los medios de comunicación en especial los digitales, es el medio en donde se puede dar a conocer más sobre estos casos de violencia y por ende cómo han aumentado las denuncias (párr. 29). Estos medios de comunicación digitales se encargan de informarnos, y deberían ser más visualizados para que las personas puedan informarse mejor y estar al tanto de los múltiples casos de discriminación. Un medio de comunicación ejemplar vendría a ser RPP noticias donde la gente no solo se informa sino también recibe recomendaciones para enfrentar estos casos. Por lo cual si alguien desea estar más informado sobre problemas de discriminación sexual debería recurrir a estos medios de comunicación.

En efecto, los estudiantes, asociaciones y/o colectivos sociales ajenos a la universidad toman la iniciativa en actuaciones de sensibilización y formación facilitando a la institución universitaria sus servicios o vicerrectorados específicos (García et al., 2018, p.33). A lo largo de los años se han implementado formas de inclusión sexual en la sociedad, sin embargo, seguimos viendo ataques a la comunidad diversa pese al avance positivo que se ha tenido. Este paro del desarrollo de la comunidad se ve reflejado en el desinterés que los sectores públicos le dan, dejando que la discriminación aumente de una forma considerable. Un caso a conocer es las agresiones que se vivieron en España durante la marcha del orgullo LGBT en el 2019. Para dar la solución a dicho problema las universidades deberían de preocuparse en implementar actividades inclusivas y no esperar a que agentes externos tomen esa iniciativa, así generar el cambio que toda una comunidad espera por décadas.

Por tanto, Si se presentan este tipo de casos los estudiantes deben contactar a su docente para que tome cartas en el asunto, muchos callan por amenazas o vergüenza por lo que existen otras medidas para enfrentar este problema, las denuncias, como indica Pérez se hace un seguimiento al caso dejando que dichas autoridades decidan las sanciones o la nulidad del caso.

Es así que, para combatir esta problemática se debe realizar la denuncia en los canales respectivos de acuerdo el lugar donde sucedieron los hechos quienes evaluarán si es necesaria una sanción o anularán el caso (Pérez et al., 2021, p.50). Estas personas afrontan problemas de discriminación en muchos entornos de su vida especialmente en la universidad, lo cual afecta de manera emocional y académica. Esta institución tiene el deber de proteger a sus alumnos, es así que por medio de denuncias se hace frente a esta problemática donde la autoridad se encargará de sancionar o dar nulidad al caso y a su vez ayudarán a las víctimas a combatir problemas de ansiedad, depresión, autoestima, estrés etc.

Además, según Mendez, E. & Cruz, P. (2022), establecen que existen maneras para que se perfeccione la ayuda brindada a víctimas de violencia sexual y de género, para lograr la intervención conjunta e integral de los profesionales en la toma de versión de la víctima (p.20). Es necesario implementar métodos para socorrer a las víctimas de violencia sexual y de género, que sea de ayuda accesible para alumnos en general. Al aplicar estos centros de ayuda se reduce poco a poco la taza desorbitante de violencia y discriminación. Un ejemplo de centros de ayuda es el “Observatorio nacional de la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar “. Por lo tanto, si existe algún caso de agresión es necesario reportarlo y recurrir a estos centros.

Por ejemplo, para hacer frente a estos casos de violencia las universidades establecen una comisión especial donde atenderán las denuncias. (Varela, H., 2020, párr. 38-40). Es necesario que las universidades desarrollen instrumentos adecuados para la atención de estos casos en el interior de la comunidad universitaria, que estos sean públicos y accesibles para los alumnos. Ellos y ellas merecen vivir sin miedo y con plena libertad de realizar su proyecto de vida. Luchar contra la indiferencia y el odio. Tenemos la esperanza de que las más altas autoridades del Estado adopten medidas para que cambie radicalmente esta situación.

En conclusión, la discriminación sexual se manifiesta debido a que las universidades no asumen un rol preventivo y sancionador. Este rechazo y exclusión en el claustro universitario pone en riesgo la vida de muchos estudiantes que no coinciden con el pensamiento tradicional de su comunidad educativa, de manera que la gran mayoría no cuentan a sus docentes por temor a amenazas o vergüenza, por consiguiente ante esta desidia dichos casos no llegan a ser combatidos por los programas universitarios; entonces, es ahí que nuestras autoridades nacionales y regionales deben darle énfasis a reconocer los derechos de este grupo, estableciéndose en el Plan Nacional de Derechos Humanos y se logre su aceptación en la sociedad. Ante esta problemática social, nos preguntamos ¿será que la Constitución de 1993 protege el derecho a la no discriminación por orientación sexual?. Esperemos realmente que no solo quede en iniciativas legislativas, sino se concreten y se penalice la discriminación por orientación sexual.

Referencias bibliográficas

García et al. (2018). Apuntes para la inclusión en la comunidad universitaria. LGTBI+: diversidad afectivo-sexual e identidades de género. Servicio de Atención a la Diversidad, Unidad de Educación Inclusiva. Universidad de Córdoba. https://helvia.uco.es/bitstream/handle/10396/17405/Apuntes-LGTBI.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Martínez, et al. (2019). Discriminación LGTBI en las aulas. Revista INFAD De Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology., 4(1), 367–376. https://doi.org/10.17060/ijodaep.2019.n1.v4.1578

Méndez, E. & Cruz , P. (2022). Atención en casos de violencia y discriminación, basada en género y orientación sexual conforme a los protocolos de la Universidad Nacional de Chimborazo, 2018–2020 [Tesis de Bachiller]. Universidad Nacional de Chimborazo. http://dspace.unach.edu.ec/handle/51000/9039

Pérez et al. (2021). Intervención de Trabajo Social en la Dirección de Bienestar Universitario de la Universidad Central del Ecuador. Atención de casos de violencia sexual y de género. [Tesis de Bachiller]. Universidad Central del Ecuador. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182020000100049

Pinto, L. (2019). Discriminación por orientación sexual o identidad de género en centros de detención del Estado colombiano. Ciencia jurídica, 8(16), 139-154. https://doi.org/10.15174/cj.v8i16.317

Shah, V. (2021, junio). Guía del Orgullo: 15 tipos de sexualidades que debes conocer. Revista Masculina GQ. https://www.revistagq.com/noticias/articulo/guia-tipos-de-sexualidades-orgullo

Varela, H. (2020, abril). Las universidades frente a la violencia de género. El alcance limitado de los mecanismos formales. Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, 65(238), 49-80. https://doi.org/10.22201/fcpys.2448492xe.2020.238.68301

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