Es abrumadora la cantidad de detalles que rodean nuestra vida personal. Algunos son más importantes que otros pero ninguno es para desechar. Nuestra higiene personal, nuestra ropa interior. Las camisas limpias. Los pantalones, los pulóveres, las camperas, los zapatos, los anteojos, las llaves de la casa, el celular que nos acompaña día y noche, aunque yo lo tengo en modo silencio y lo reviso cada tres o cuatro horas. El dinero, las tarjetas de crédito y de débito, la cédula. Cuando uno sale a la calle debe pensar en todo, en lo puesto, en lo que viaja en nuestros bolsillos. Vivimos rodeados de detalles y de cosas de las cuales no podemos prescindir. La tecnología nos trajo más detalles. Las claves, las contraseñas, el correo, el watsap, el home banking.
OPINIONES Y COMENTARIOS