Tu callas mientras yo fumo un cigarrillo. Miramos las  calles húmedas y los viejos recuerdos. El tiempo pasa dulce sin aroma perdido. Los años nos han caído como un martillo. Pero no nos preocupamos de nada. Estamos tú y yo solos amandanos hasta peder el aire de las venas. Un pájaro canta en la rama de un árbol, es el amanecer que nos arropa el alma. Sé que marcharas sin detenerte y no volverás después algún  tiempo, mientras yo hago de nuestro amor una rosa fresca que no se la lleva el viento. 

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