EL SAPO JUGLAR

Estaba un sapo en el estanque, mirando la luna mientras esperaba que algún mosquito gordo se acercara. También gracias a la luz de la luna veía su reflejo sobre el oscuro y verde espejo que el agua le ofrecía, – que hermoso soy, se decía a si mismo,  -no hay otro ser más bello que yo por estos lugares, además soy tan talentoso, mi canto es el sonido más celestial del universo. Pero de pronto se dio cuenta que muy pocos seres conocían su talento, los pequeños peces que nadaban mudos en el estanque, los grillos que ensordecidos en su lujuria y vanidad solo se escuchaban a si mismos, los insectos que formaban parte de su dieta y por lo tanto no contaban como admiradores y no muchos más, así que decidió que había llegado el momento de dar a conocer su talento al mundo entero. ¿como lo haré? se preguntó. – Ya lo sé, se dijo a si mismo, seré un juglar, cantaré hermosos poemas y cada noche deleitare al mundo con mi maravilloso talento, se que de a poco mi fama ira creciendo y en poco tiempo todos hablaran del hermoso sapo juglar, o sea de mi.

Acto seguido levantando los brazos al cielo y mirando la bella luna comenzó a recitar su poema; 

croac, croac, croac, croac, croac y así siguió por un buen rato hasta que una mosca gorda voló descuidada cerca de él y se vio obligado a cerrar la boca para poder atraparla.

Así cada noche el sapo canta su poesía inspirado en la belleza del cielo, de su estanque, de los árboles y de las flores. Su croar infinito es bien conocido en todo el mundo, solo que él no lo sabe y nadie sabe tampoco que el feo sapo es en verdad un hermoso y talentoso poeta y colorín colorado este cuento se ha acabado.