Los sueños no me dejan dormir; me devoran el alma, me llenan de sed. Me hacen ponerme a trabajar más duro, más fuerte, más rápido. No hay barrotes de jaulas a mi alrededor; ya no soy la presa. Soy más voraz que el lobo más temido de la noche; ninguna bestia me da miedo. Qué ironía volverme invencible cuando nadie me ve. La belleza cobra sentido a mi alrededor cuando no le pertenezco a nadie. La suerte me guiña el ojo, indicándome que voy por el camino correcto. Ahora es mi momento, te voy a enseñar de qué soy capaz, te mostraré cómo me adueño de lo imposible.
OPINIONES Y COMENTARIOS