Crimen sin Castigo

Crimen sin Castigo

Conversin -

29/05/2022

CRIMEN SIN CASTIGO

CRIMEN SIN CASTIGO

Arturo; el Muss, y Ángel; el Pantera, son jóvenes de dieciocho y diecinueve años , que viven
en la calle desde cuando tenían nueve años, o sea que la mitad de su existencia han
deambulado por parques, calles, y avenidas de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala.
En este libre andar y sin atadura alguna, conocieron compañeros y compañeras de la calle,
comían donde podían, dormían donde los agarrara la noche y su actividad diaria era variada.
Derrepente ayudaban en los mercados y consiguen el desayuno, cuando había oportunidad
robaban lentes Rayban, cadenas de oro o cualquier artículo que pudieran negociar en forma
fácil. Estos jóvenes por su larga estancia en la calle, eran conocidos por personas religiosas y
laicas que ofrecian comida, para menesterosos… Como los almuerzos y la dormida, se da
deacuerdo a lo que salga en el día y en la noche. Viven el presente y no se comportan
siguiendo normas y másbien obedecen a su Yo. El domingo veintiseis de agosto, se
despertaron a las doce del día.

El Pantera despertó al Muss:
-Muss, Muss, despertate hoy es domingo, tenemos que ir donde el hermano Toribio
-Donde ese choco yo no quiero ir, contestó el Muss; yo no quiero ir, anda vos.
-No seas turbio mano, acompañame, si ahí comemos bien y la pasamos muy agusto, remarca
el Pantera.
-Pero me cae mal ese señor, es muy creído y se quiere dar de limpio y pulcro, te has dado
cuenta que cuando llegamos, nos hace que nos bañemos y nos toca ponernos la misma ropa,
porque es incapaz de darnos unos trapos.
-Esas son babosadas Muss, comemos como coches, jugamos en la computadora, vemos
videos, y la pasamos bien y por si fuera poco, el hermano Toribio nos regala 100 varas a cada
uno.
-Bueno pues te voy a acompañar, pero para otras ocasiones búscate a alguien que a mí no me
gusta ir.
-Esta bien, si a vos no te gusta seguir acompañándome, iré solo, vos te perdes de pasarla bien,
grito enojado el Pantera.

Después de la breve discusión, el Pantera y el Muss, medio se arreglaron el pelo, se
sacudieron la ropa y se diriguieron donde vivía el hermano Toribio.
-Buenos días hermano Toribio, saludaron en coro.
-Buenos días, mucha, ¿Cómo les va? Vos, Muss, porque saludas todo golpeado? Pasen,
patojos, adelante, hoy vamos a tener más tiempo para pasarla juntos, el maestro está de
cumpleaños y salió desde temprano y no regresará quien sabe hasta que hora, ustedes pueden
estar aquí a las 11:30 o 12 de la noche, pero acuérdense que es necesario que todos nos
bañemos, la limpieza es lo primero, manifestó el hermano Toribio.

-¡Yo no me baño! Exclamó el Muss, yo solo vine acompañando a mi cuate.
El hermano Toribio en torno conciliador y amable le dice:
-¿Qué pasa Muss? ¿Qué te he hecho? Que no te gusta de mi, para que me tengas mala
voluntad y seas tan rebelde.
-No me ha hecho nada pero no me gusta venir con usted, saber por qué.

-Si es así te puedes ir yo me quedo con el Pantera, responde el hermano Toribio. Pero el
Pantera inmediatamente salto diciendo:
-No Muss, no Muss, no seas mala onda, acompañáme…
-Si yo no me estoy yendo Pantera, el hermano me esta hechando.

-Bueno, bueno, interviene el hermano Toribio, si no quieres bañarte, no te bañes, lo que sos
vos Pantera, bañate.
-Bueno hermano, así lo haré, pero regalame unos trapos porque los que yo cargo ya están un
poco viejo.

-Claro que sí, Pantera, te voy a dar un pantalón y una camisa a todo dar, te vas a ver muy
chulo.
-Bueno si es así yo también me baño, pero usted hermano bañase aparte, la tina es muy
estrecha para tres, expresé de forma grotesca el Muss.

El Pantera y el hermano le recriminaron, al Muss, por su actitud poco complaciente. El Muss
cambió de actitud y se unió al grupo para tomar un relajante baño. Después de bañarse, el
hermano Toribio se fue a la computadora, el Muss se puso a jugar con un viejo perro y el
Pantera miraba televisión. Aparte habían salchichas, pan, tortrix y otras golosinas, lo cierto que
cada uno de ellos estaban agusto y así se fue pasando el tiempo. El reloj implacable marcaba
las 10 de la noche y derrepente en forma abrupta se abrió la puerta del dormitorio del hermano
Toribio. ¡El maestro había llegado! Con el rostro confungido por el enojo, no sabía como
explicarse el cuadro que estaba viendo, tres hombres en paños menores.

-¡Qué es esto!? Vístase, hermano! Y a ustedes en este momentos, los voy a denunciar con la
policía, ladrones, gritaba el maestro. Después de esta confusión, el hermano Toribio reaccionó
con angustia, y ordenó al Pantera y al Muss, que agarraran al maestro porque no podía
escapar,

-Él no puede denunciarme, mi vida se terminaría aquí, matémosle, matémosle, tiremoslo,
hagan fuerza mucha.
-Pero el ruco es fuerte, dice el Muss.
-Pantera conseguí un palo, o un hierro para darle en la cabeza, caso contrario, difícilmente lo
mataremos.

-Ayúdeme hermano, usted es el interesado en matar a este señor.
-Mucha, mucha, ya tengo un trozo de block..
-Entonces, pégale en la cabeza Pantera, ordenaba el hermano Toribio, Pantera golpeó una y
otra vez al anciano maestro, hasta que este cayo abatido al piso. Muss dándose cuenta de la
gravedad de la situación, abrió la puerta del viejo portón y se marchó asustado sin rumbo
cierto, y desapareció en el silencio de la noche.

Mientras tanto el hermano Toribio y Pantera, acomodaban la escena del crimen para que
cuando viniera las auotoridades, darles una lección totalmente distinta, que dejara fuera de
sospecha al hermano Toribio, una vez terminado el trabajo y sin haber olvidado el más mínimo
detalle, el hermano Toribio, le pidió al Pantera que se fuera de allí, y que para sersoriarse de
que no existía ningún testigo, se acerca a la puerta, la abrió y saco la cabeza, se fijo que no
hubiera nadie y ordenó al coautor del crimen que saliera y que no regresara por algún tiempo.

Pantera salió muy asustado y con el dorso desnudo, sin rumbo, necesitaba llegar a algún lugar,
donde pudiera cambiarse toda su ropa, estaba llena de sangre, situación que le comprometía,
si se llegara a topar con alguna autoridad, en el camino iba evaluando, a donde dirigirse, pues
penso en casa San Agustin, pero el mismo se constataba en este lugar, piden demasiado
requisitos para entrar.

-En donde trabaja la canche, creo que no, ese es un hogar donde van solo mujeres, ya sé
donde, donde Tomas, ahí se entra a cualquier hora y no preguntan nada, aparte la portera es la
esposa de mi compadre Nenon, me voy para allá. Llego al lugar que había pensado, golpeó la
puerta y medio adormitada, contestó Fina;
-Quién es? Que molestan a esta hora! Porque no vienen más temprano…
-Ábrame la puerta de urgencia Fina, necesito entrar.
-Ahhhhhh, sos vos Pantera, pero si vos no queres vivir en ningun lugar, te gusta la calle.
-Abrí, no ves que tengo urgencia de entrar o caso contrario, hago un escandalo aquí afuera.
-Espera, espera, ya quito el pasador Pantera. Así lo hizo, abrió y se escandalizo al verlo en el
estado que se encontraba, la ropa estaba llena de sangre.
-¿Qué te paso? ¿Qué vienes haciendo?
-Vengo matando a un ruco muy importante y más tarde se va armar la grande, por esa razón
me tengo que bañar y luego irme para el norte, para dejar que se tranquilicen, las aguas y al
rato regreso.
-Bueno haya vos, hace lo que querras Pantera, bañate, dormite, andate, lo que soy yo voy a
seguir durmiendo.

Mientras tanto en el lugar de los hechos el hermano Toribio, ya se había bañado, terminado de
poner las cosas en orden y llamaba a las autoridades de donde el trabajaba y a la policía, para
darle la noticia de que al levantarse, como de costumbre, fue al garage y encontro el cuerpo sin
vida del maestro… Momentos después, el lugar estaba lleno de policias, fiscales, periodistas y
curiosos queriendo saber, que había sucedido en ese lugar, y creando miles de hipótesis, que
la historia al fin, algún día resolverá.

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