Y te asustas tanto que quieres correr,
deseando solo poder desaparecer.
Se que mientes y lo tratas de ocultar, pero tu y yo sabemos
que nada de esto va a durar.
Cuando te acuestas y duermes, no puedes evitar soñar
con aquellos momentos momentos en los que no temías hablar.
Te arrepientes de abrir la boca,
te arrepientes de estar.
Tan solo deseas poder volver a soñar.
Pobre alma perdida,
que ya no sabe dónde está.
Tan perdida en la adicción de
necesitar resaltar.
Te castigas frente al espejo,
ya no puedes respirar.
Callas tus labios
con las experiencias de arrepentimiento de tu insignificante pasado.
No logras comprender el reflejo de la realidad
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