Voy a contar lo que un día me sucedió camino hacia una fiesta de cumpleaños, y desde aquella vez todo cambió en mi vida. Era un día cualquiera como algún otro, me desperté temprano y empecé a recoger mi cuarto, lo que hago por costumbre todos los días.
Al terminar me dirigí a la cocina, todo estaba en silencio y no se escuchaba nada, prepare lo que iba a desayunar y me senté a comer, saque mi celular y me puse a revisar mis redes sociales. En ese momento bajo mi mama de su recamara y me aviso que se sentía muy mal, tenía ardor de garganta y mucha tos.
-Eduard, ve por favor a la farmacia por unas pastillas para que me las tome.
-Si mamá ahorita voy rápido. Le conteste.
Me levanté de la silla y agarre el dinero que mi mamá había puesto en la esquina de la barra, me dirigí a la puerta y me fui. En el camino me puse a pensar en el sueño extraño que había tenido una noche antes, era muy raro ya que me veía a mí mismo muy asustado y llorando por ver a unas criaturas pequeñas que eran peludas, con dientes muy grandes y afilados, tenían unos pies muy flacos con uñas negras y muy largas, con verrugas y con un aspecto muy feo como si trajeran un moco amarillento por todo el cuerpo, eran de color verde. Se metían a mi casa rompiendo las ventanas y se llevaban primero a mi papá, lo llevaban arrastrando mientras mi hermana y yo gritábamos, mi mamá nos trataba de llevar hacia otro lugar para no correr peligro, pero esas criaturas nos cerraban el paso por todas partes.
Cuando menos me di cuenta había llegado a la farmacia, se me había hecho muy corto el camino; o tal vez fue así porque iba pensando en ese sueño tan feo. Pedí las pastillas que me había dicho mi mamá, pague y fui. En el camino hacia mi casa me encontré a uno de mis mejores amigos.
-Hola Eduard. Dijo Brayan.
-Hola Brayan, que gusto verte, hace rato te iba a mandar un mensaje pero ya no me dio tiempo.
-Qué coincidencia yo iba a hacer lo mismo, te iba avisar del cumpleaños de
Eddy, no te apuntas para ir.
-claro, claro, solo tengo que acabar todas mis cosas y voy.
-Vale Eduard nos vemos al rato.
Después de esa plática llegue a mi casa, le dije a mi mamá lo de la fiesta de Eddy y acepto dejarme ir pero con la condición de que yo me tenía que hacer cargo de la limpieza de toda la casa, sin pensarlo le dije que sí; le mande mensaje a Sol para saber si ella iba a ir a la fiesta pero no me contestaba así que decidí marcarle.
-Bueno…?
-bueno, hola Sol.
– Hola Eduard, como estas todo bien.
-Si claro, solo te llamaba para decirte si irías a la fiesta de Eddy.
-Aah esa fiesta, claro que iré, tú no vendrás.
-Si iré, y bueno si también vas a ir si quieres puedo pasar por ti y nos vamos juntos.
-Me parece buena idea, sí, pasa por mí a mi casa y nos vamos. Adiós.
Termine la llamada y me apresure a terminarme de arreglar
-Adiós mamá, nos vemos después.
-Adiós Rocky. Mes despedí de mi perro y me salí.
Llegue a la casa de Sol y toque la puerta, ella salió y cuando la vi se veía muy bonita.
Cuando íbamos caminando otra vez se me vino a la cabeza el sueño que había tenido pero ahora me imagine a esas feas criaturas en la calle, solo alcanzaba a escuchar sus risas pero no los podía ver por alguna extraña razón, me empecé a desesperar de cada vez escuchar más y más risas en mi cabeza.
-¡CALLENSE ¡ grite en ese momento.
Sol me volteo a ver y me dijo:
-Eduard estas bien.
En ese momento yo reaccione y no sabía lo que estaba pasando.
- ¿Qué?
- ¿Qué si estás bien?
- Si claro estoy bien.
- ¿Seguro?
- Si, seguro estoy bien.
En la fiesta me sentía un poco desorientado no sabía qué hacer o por qué extraña razón había sucedido eso, me empezó a doler un poco la cabeza así que decidí regresarme a mi casa y llegar temprano.
- Llegaste temprano. Dijo mi mamá.
- Sí, es que la fiesta estaba un poco aburrida
- Quieres cenar, preparé lo que más te gusta.
- No mamá muchas gracias, prefiero dormir ya, estoy un poco cansado.
Después de 4 días deje de escuchar esas risas y de imaginarme a esas criaturas peludas con moco encima, también deje de tener ese sueño donde se llevaban a mi papá.
Todo iba bien los días pasados hasta que una noche de nuevo volví a tener ese sueño, pero ahora se llevaban a mi mamá, esas criaturas habrían un hoyo enorme en el suelo y por ahí salían con ella. Me desperté de un brinco y lleno de sudor, después de tranquilizarme un rato decidí ir a la cocina por un vaso de agua.
Después de un corto tiempo por fin entramos a la escuela, estaba muy emocionado, el primer día fue muy interesante, por suerte estábamos en el mismo salón con Sol, mi mejor amiga. Ese día conocí a un niño, súper buena onda estuvimos platicando un rato y me pareció súper amigable, se llama Alex, me pareció buena idea tratar de hacer nuevos amigos.
Un día, buscando algunos materiales para hacer un trabajo en el sótano, hasta el último rincón de el encontré una caja muy vieja, estaba llena de polvo, cuando la limpie vi que tenía un candado, no podía abrirla yo solo, pero no quería decirle a mis papás sobre lo que había encontrado, empecé azotar la caja contra el piso tratando de abrirla, después decidí ir por unas pinzas y cortarlo, después de varios intentos logré abrir la caja, justo cuando la iba abrir mi mamá me llamó para ir al súper a comprar unas cosas, así que decidí subir la caja a mi recamara y esconderla muy bien para que nadie la encontrara.
- Ven Eduard, siéntate con nosotros a ver una película. Dijo mi mamá cuando llegamos a casa.
- Me siento muy cansado mamá, prefiero irme a acostar un rato a mi recamara y bajo en un rato.
- Como tú veas Eduard, te esperamos para cenar. Dijo mi mamá.
- Si mamá. Conteste y me subí corriendo a mi recamara.
Cuando entre lo primero que hice fue ir a donde había escondido la caja, la saque y no sabía lo que me iba a encontrar, cuando abrí la caja se vio como una luz verde que formaba una burbuja, se extendió por todas partes, después vi que la caja traía un cuaderno, al principio no sabía muy bien lo que era pero cuando lo saque y lo abrí, vi una serie de dibujos hechos a mano donde explicaban los mismos sueños que yo tenía, en ese momento me quedé en shock, no sabía quién había dibujado eso pero era lo mismo que yo soñaba. El cuaderno no estaba completo sólo tenía como la mitad de hojas usadas, así que decidí no decirle a nadie sobre eso y yo hacer lo mismo, cada sueño que yo tenía sobre esas criaturas lo dibujaba en el cuaderno, y al terminar de dibujar todo lo sucedido, lo escondía.
Un día en la escuela llegó la directora y nos dijo que íbamos a ir de excursión, nuestros padres ya nos habían dado permiso a todos y nos íbamos a ir al día siguiente, nos dijeron que llegaríamos a un bosque muy grande y que teníamos que tener mucha precaución, yo estaba muy emocionado porque era la primera vez que salía a una excursión y por qué iría con mis dos mejores amigos, el resto de mis mejores amigos tendrían que irse a un lugar diferente y en transportes diferentes.
- Que interesante no lo crees. Dijo Sol.
- Sí, me parece fantástico, podremos pasar más tiempo juntos los tres y no necesariamente para estudiar o hacer trabajos y tareas. Conteste.
- Nos divertiremos mucho, ya lo sé. Dijo Alex que se metió a platicar con nosotros.
- Si si nos tenemos que tomar muchas fotos he. Dijo con una risita Sol.
- También tenemos que sentarnos juntos en el transporte, y llevar mucha comida para sobrevivir. Concluyó Alex.
Llegue a casa después de clases y lo primero que hice fue arreglar todo lo que me llevaría para el día siguiente, empaqué mi ropa, algunos juegos para no aburrirnos, comida para sobrevivir, y decidí echar en mi maleta el cuaderno que me había encontrado, y que ahora formaba parte de mí, pero después decidí echarlo en mi mochila que llevaría en todo el camino, para que nadie lo agarrara.
Justo cuando me había quedado dormido empecé a escuchar ruidos en mi closet, se empezaban a escuchar risas y pasos por todo mi cuarto así que decidí pararme a ver que era, por suerte rocky mi perro, se había dormido ese día conmigo, me senté en la cama y vi que las puertas de mi closet se empezaron abrir, empezaron a salir manos con 4 dedos nada más, luego vi que sacaban su cabezas, y fue cuando vi que eran las criaturas que yo siempre tenía en mis sueños, se empezaban a subir a mi cama y caminaban por todas las paredes, mi perro empezó a ladrar, yo tenía mucho miedo no sabía qué hacer, el moco que traían en todo el cuerpo empezó a caer arriba del techo, me callo en la cara y era horrible, esas criaturas se empezaban a reír, eran las mismas risas que escuche ese día que fui a la fiesta de Eddy; se empezaron a subir a mi cama para tratar de tirarme al piso, de pronto se vio una sombra gigante en mi closet, se escuchó como algo muy pesado cayó al suelo ahí adentro, se abrieron más las puertas del closet y se alcanzaban a ver unos cuernos muy grandes, y una criatura enorme con un aspecto horrible, traía arrastrando una cadenas. Yo estaba muy asustado y no sabía qué hacer, esa cosa que estaba dentro de mi closet empezó a salir, estaba muy asustado.
- Mamaaaaaaa! Grite muy fuerte en ese momento, mi mamá entro a mi recamara y justo cuando prendió la luz todas esas criaturas desaparecieron.
- Que pasó hijo, ¿estás bien? Me decía mi mamá mientras corría a mi cama.
- Había, había, un… No podía hablar, estaba muy impactados con lo que había pasado.
- Seguramente tuviste una pesadilla hijo, tranquilo todo está bien. Decía mi mamá para tranquilizarme.
Después de media hora me tranquilice un poco más, mi mamá me preparó un té muy caliente, y mi papá se quedó ahí conmigo para que me tranquilizara. Cuando apenas me había quedado dormido sonó mi alarma, ya era hora de volverme a despertar para ir a mi excursión, es eso empezó también a sonar mi teléfono, era Alex que me estaba marcando.
Después de la llamada con Alex y ponernos de acuerdo en algunas cosas baje a la cocina a desayunar para no irme con el estómago vacío, ya que eran muchas horas de viaje; acabe de desayunar, agarre mis cosas, y me despedí de todos.
Cuando entre al transporte de lejos vi a Alex y a Sol, mis dos mejores amigos, los salude y me dirigí hacia la parte de atrás para sentarme con ellos, todos íbamos muy contentos de ir a un bosque y quedarnos a acampar ahí.
A medio camino para llegar al bosque, se empezó a escuchar que le daba golpes muy feos al transporte, la maestra que iba con nosotros le preguntó al chofer que eran esos ruidos, como no sabía decidió bajarse a ver y a verificar que todo estuviera seguro para continuar.
El bajo y dijo que no había nada, pero cuando él regresaba para subirse al transporte de nuevo algo lo jalo de los pies y se lo llevó arrastrando mientras él pedía ayuda, todos empezaron a gritar muy fuerte del miedo, la maestra cerró rápido las puertas y decidió ella agarrar el volante para regresarnos. De pronto se empezaron a escuchar pasos por todo el techo del transporte y risas, cuando yo escuche esas risas me recordaron a lo que me había pasado esa noche, esas risas eran las mismas que yo siempre escuchaba, Alex abrió un poco las cortinas de la ventana para ver qué pasaba; y cuando él las abrió se azotó contra el vidrio una criatura que dejó una mancha de moco, en ese momento comprendí lo que estaba pasando, todas esas risas y golpes que se escuchaban eran consecuencia de las criaturas que yo soñaba, me estaban siguiendo, y no sabía qué era lo que querían, empezaron a romper los vidrios para lograr meterse, todos gritaban.
Esas criaturas se empezaron a llevar a los niños que estaban ahí, uno por uno, y les iban arrancando la cabeza, los brazos o las piernas con los dientes afilados y muy feos que tenían; Sol estaba muy asustada así que decidí abrazarla muy fuerte y decirle que todo iba a estar bien aunque no fuera así, de pronto el transporte se empezó a abrir por la mitad, esas criaturas lo habían cortado para tener una mejor facilidad de entrar, hubo niños que se cayeron y fueron aplastados por las llantas, o si no se los llevaban arrastrando, a la maestra una criatura le cortó la cabeza y cayó rodando la cual se fue por la carretera.
No sabía que hacer así que le dije a Sol que nos aventáramos y corrieramos a buscar ayuda, y así fue, nos aventados de lo que quedaba del transporte hacia la carretera, cuando nos aventamos fue un poco duro el golpe pero con el miedo que teníamos no lo sentíamos, nos pusimos de pie y nos echamos a correr los dos, no sabíamos a dónde íbamos pero no queríamos dejar de correr.
Sol y yo estábamos muy cansados de tanto correr y también muy asustados, después de un largo tiempo de caminar hacia el bosque en el centro encontramos una cabaña, cuando entramos estaba todo oscuro, no se veía nada y tenía un olor muy feo.
- Hola, hay alguien que nos pueda ayudar. Dije.
Se prendió una luz al fondo que llegaba alumbrar un poco la entrada y alcanzamos a ver unos frascos con ojos adentro, otros con dedos, o nada mas con uñas, nos pareció un poco extraño pero seguimos caminando. De nuevo se empezaron a escuchar risas y que corrían, me imagine que eran otra vez esas criaturas así que le dije a Sol que corriera, pero cuando íbamos hacia la salida se cerró la puerta de un golpe.
Claro que eran esas criaturas otra vez, nos empezaron a perseguir mientras corríamos al piso de arriba, no sabíamos a dónde meternos hasta que vimos un cuarto y corrimos hacia él, de pronto una de esas criaturas rompió un vidrio del cuarto en donde estábamos y me intento quitar mi mochila que llevaba pero no deje que se la llevaran.
- Que traes en la mochila, porque la quieren tanto. Dijo Sol.
- No traigo nada importante, solo un poco de comida que traía para comer en el transporte y una lámpara. en ese momento me acorde que no solo traía eso, si no también traía mi cuaderno, en el que dibujaba mis sueños, y esas criaturas que nos estaban siguiendo eran las mismas que yo dibujaba, tal vez pensé que eso era lo que querían, pero no se los iba a dar.
Cayo enfrente de la puerta algo muy grande, no se veía muy bien, tenía cuadernos y llevaba unas cadenas, recordé que era la misma bestia que había entrado en mi closet y estaba a punto de salir cuando mi mamá prendió la luz y desapareció. Me dijo que me estaba buscando y que yo tenía algo que le pertenecía a él, me quitó mi mochila con sus manos muy grandes y con sus uñas muy largas, cuando la abrió empezó a buscar en cada bolsa pero no encontró nada.
- Me das lo que me pertenece o la mato. Dijo la bestia mientras señalaba a Sol.
- No sé qué te pertenece, y por favor déjala, ella no tiene nada que ver. Le conteste.
- Seguro que no sabes qué es lo que busco.
- No, no lo sé
- Por favor Daniel dale lo que quiere. Suplicaba Sol mientras gritaba del dolor.
- Déjala en paz. Me escuche decirle a la bestia.
Empezaron a salir ratas y arañas por todas partes, que se me empezaron a subir por todo el cuerpo, tenía mucho miedo, en ese momento pensé que me iban a matar, pero cuando menos lo esperaba entraron mis papás por la puerta, y atrás venía Alex, no lo podía creer mi mejor no estaba muerto. Mis papás empezaron a disparar a todas esas criaturas.
Todos luchaban contra las criaturas, yo le di el cuaderno a mi mejor amigo Alex para que lo escondiera
- Esto es lo que querías ver. Dijo la bestia mientras alzaba a mis papás.
Yo caía al piso mientras veía que mis papás habían perdido la vida, el sol empezó a salir, la bestia trataba de ocultarse de él, por suerte llevaba un espejo e hice un reflejo hacia él, en ese instante la bestia empezó a gritar, sus cuernos se empezaron a deshacer, la bestia caminaba hacia mí.
- ¡No te tengo miedo ¡ Le dije.
- Volveré a encontrarte y vendré por lo que es mío. Decía la bestia mientras se deshacía por el sol.
Después de todo lo sucedido, logre regresar a casa, el único que quedaba vivo de mi familia era mi perro, no me sentía tan solo estando con él. Decidí quemar el cuaderno, para que nadie volviera a sufrir, sabía que mi papá había pasado por lo mismo y ahora entendía la razón por la que no tenía familia.
El cuaderno quedó completamente convertido en cenizas nunca supe cuál era el nombre real de esas criaturas peludas, y de esa bestia tan fea, trate de volver a hacer mi vida sin mi familia, pero comprendí que tenemos que tener mucho cuidado con los sueños que tenemos porque se pueden llegar a hacer realidad y causar mucho terror y dolor en nuestra vida que nos deja marcados…
Cortes Abarca Leilanie Sarahi
Grupo: 404 T.M.
Colegio de Bachilleres del Estado de México
Plantel 03 Chimalhuacán

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