¡Tic…Tac…! Continuaba diciendo mcfargan mientras seguía moviendo su cuchillo frente a mis ojos, era extraño, dentro de toda la frustración y ansiedad que provocaban las cuerdas alrededor de mis muñecas, tobillos y cuello. En ese momento solo podía pensar que el brillo que generaba aquella barra de acero inoxidable terriblemente afilada al reflejar el increíble brillo de la luna invernal era el mejor regalo que podía tener una persona que había pasado su vida ignorando los sentimientos de los demás, pero claro, todo eso desapareció al sentir la primer incisión en la parte superior del pulgar.
Mcfargan – Vamos Teo, no te distraigas, somos tú y yo los que estamos aquí y ninguno tiene permitido abandonar el baile.
¡Eso era!, un baile, las luces eran aquel reflejo producido por el cuchillo, la música era el eco que generaban nuestras respiraciones aceleradas casi síncronas, los coros eran los sollozos de Pily que sonaban a lo lejos, los pasos de baile eran aquellas aberraciones que tantas veces había descrito mc fargan en sus cartas y en medio de todo eso estábamos nosotros, los protagonistas de tan lúgubre danza.
Aquel baile solo se interrumpía cuando alguno de los dos rompía el silencio con alguna pregunta y generalmente era mc fargan quien violaba la hermosura del silencio.
Mc fargan – Es curioso, ¿no lo crees?, cómo víctima y victimario se pueden conocer a través de los sueños y aún así pasar toda la vida tratando de encontrarse, o en tu caso particular, de escapar.
Teo – ¿Escapar?, ¿de que?, ¿de ti?, por favor, si hubiese querido escapar jamás hubieras podido encontrarme, por el contrario, ansiaba conocerte, más de 15 años encontrandote en mis sueños, más de 15 años estuviste viviendo en mis sombras y ¿crees que voy a querer huir de este encuentro casual?, no me hagas reír, creí que después de tanto tiempo observandome me conocerías un poco mejor, pero veo que eres como cualquier otro imitador de asesino serial….
MC fargan- JAJAJA, jamás dejas de sorprenderme Teo, pero tienes razón, disculpa por asumir que alguien como tú intentaría algo tan cobarde como escapar del destino.
Teo – ¿Destino?, esto no es el destino, esto somos tú y yo cruzando caminos, cualquiera de los dos podría estar amarrado a esta silla y seguiría sin ser destino. Sin embargo aquí estamos y me pregunto ¿cuánto tiempo más prolongaremos esto?.
MC fargan – no desesperes Teo, no me vas a decir que después de 15 años no tienes alguna pregunta que hacer ¿verdad?.
Teo – para serte sincero, durante estos 15 años no creí en la posibilidad de encontrarnos en el plano realista, pero eso cambió cuando empecé a recibir tus cartas, la curiosidad creció un poco en mi interior, pero justo ahora para mi sólo representas otro rostro de entre todos los que me rodean, así que no, no tengo preguntas, pero si tu tienes alguna pregunta puedes hacerla, dudo que quisieras estar en otro lugar en este momento.
MC fargan – atinado como siempre Teo, fueron 15 años de tortura, inclusive si me dijeran que podría asesinar a la reina Isabel en este preciso momento los mandaría a todos al carajo, no dejaré que nadie me quite la dicha de mirar esas únicas expresiones que genera tu rostro al sentir dolor y te prometo que cuando termine, tu cara estará marcada por tantas arrugas consecuencia del dolor, que nadie podrá creer que seas tú a menos de que busquen tu registro dental. Pero ya llegaremos a eso Teo, dejaré que me conozcas un poco mejor, al menos mereces saber como te encontré.
Teo – ahora que lo mencionas, sería interesante saber como supiste que era yo.
MC fargan – JAJAJA!! Así es Teo es interesante muy interesante.
Durante este intercambio de palabras y anécdotas, mcfargan no podía evitar escuchar los sollozos de Mary interrumpiendo su conversación con teo y robando la atención, de igual manera en ese momento escuchó como Nicolai que estaba a unos 3 o 4 metros de Mary comenzaba a reaccionar y todo esto solo hizo que se impacientara más.
Mcfargan – ¿no te parece una falta de respeto que esos dos interrumpan la conversación que estamos teniendo?
Teo – no pueden hacer más que quejarse con terribles lesiones en el cuerpo, pero concuerdo contigo en que son bastante irrespetuosos
Mcfargan – JAJAJA!! Me encanta, me encanta!!, entonces, ¿porque no eliminamos a los actores secundarios y nos quedamos solo los principales?.
En ese momento, Teo, se encontró de nuevo en uno de esos dilemas morales que las personas normales intentan evitar, sin embargo, para el resultaba ser una situación sencilla, ¿la vida de alguien antes que la suya? Impensable, sabía que su vida siempre estaría por delante de los demás, pese a eso, una pregunta comenzó a formularse en su cabeza, ¿porque estoy dudando?.
Teo – Vamos, después de tantos años de sufrimiento, ¿de verdad estas dispuesto a reclamar el trofeo sin público?, comienzas a decepcionarme.
Justo cuando Teo terminó esa frase en su cabeza de nuevo comenzó a pensar que se había equivocado, pues no podía dar signos de debilidad ante McFargan, sabía que lo usaría en su contra, pero más de 20 años de locura y sufrimiento habían alterado tanto la mente de McFargan que no fue capaz de captar esa casi imperceptible muestra de debilidad, si hubiera encontrado a Teo 10 años antes, tal vez hubiese sido diferente, pero como sabemos, el hubiera no existe y esto estaba por cambiar la situación drasticamente.
McFargan – Mmmmm, tienes razón, han pasado 20 años desde que comencé a perseguirte, sin público esto se sentiría como una victoria vacía. Esta bien, dejaré a ambos vivir de momento, pero espero que guarden silencio y se queden observando como meros actores secundarios que son.
Justo cuando McFargan los catalogaba de nuevo como actores secundarios, lanzó una patada al estómago de Nicolai, el cual sólo pudo toser y encogerse para evitar recibir más castigo. Cuando McFargan se encontraba dispuesto a seguir castigando a Nicolai algo atrajo su atención, de entre la oscuridad y la poca luz que brindaba la luna, pudo notar los dientes de Mary que claramente esbozaban una sonrisa, ¿pero como era esto posible?, aparte de Teo y el, ninguna otra persona debería de ser capaz de sonreír en esa situación.
McFargan – Vaya, vaya, vaya
Dijo, mientras se acercaba lentamente a Mary.
McFargan – Cuéntame lindura, ¿que es lo que te causa risa?, ¿será acaso que no te he castigado lo suficiente?, o ¿podrá ser que mis golpes te hacen cosquillas y debería perder un poco más el control contigo?.
Decía McFargan mientras se acercaba lentamente a Mary. En ese momento la pequeña sonrisa de Mary se desvaneció y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos de nuevo y su cuerpo comenzó a temblar como si aquella noche fuera la noche más fría de sus 25 años de vida.
Mary – No es una sonrisa, es una mueca de sufrimiento, tal vez es el instinto de supervivencia, estoy aterrada, tu me aterras.
Dijo Mary a McFargan con la voz entre cortada y los dientes chocando unos con otros al intentar dejar de temblar. McFargan sin embargo no cayó esta vez en su juego y continuó acercándose y mirándola fijamente, intentando descubrir que fue aquello que la hizo sonreír en el momento en que tenía a la muerte de frente, cuando McFargan se encontraba a menos de medio metro de llegar a Mary un golpe captó su atención y lo hizo girar la cabeza. ¡Pam!
McFargan – ¿Que fue eso?
Preguntó en voz alta y pudo ver que a lo lejos Teo se estaba moviendo para intentar safar las cuerdas que le rodeaban las manos al golpearlas en el borde de la silla metálica a la que estaba atado.
McFargan – ¿Teo?, ¿que estas haciendo?
Teo – Pues como ves, estoy intentando escapar, ¿de verdad pensabas que me quedaría quieto sin intentar nada y solo esperaría la muerte más cruel que se te ocurriera?
McFargan – Siempre consideré que intentarías escapar, pero, ¿de verdad este es tu mejor intento?, me decepcionas.
Teo – Curioso, ya que tu también me estabas decepcionando al volver a los personajes secundarios protagonistas, solo te devolvía el favor.
En ese momento el rostro de McFargan cambió de una silueta observadora a una silueta llena de odio, con la mandíbula encajada y los ojos fijos en Teo. Los años no habían acariciado a McFargan, cada vez era más difícil controlar la locura y a su vez era más difícil mantenerse enfocado.
McFargan – Detesto eso de ti, lo odio, tomas mis palabras y las retuerces para hacerme quedar como un imbecil, pero yo no soy el que está atado a una silla con una herida en el costado, yo no soy el que está a punto de ver como dos de sus amigos sufren por su culpa…
Teo – Jajaja, ¿amigos dices?, vamos, ahora eres tu el que me esta decepcionando, porque no mejor los nombramos compañero 1 y compañera 2.
McFargan – No importa si son tus amigos, tus compañeros, o solo dos tontos que decidieron viajar contigo en el mismo autobús el mismo día que te atrapé, morirán, ¿y sabes porque morirán?, por estar contigo, porque aún siendo una mierda de persona tienes a otras a tu lado, yo perdí todo, por tu culpa, familia, amigos, compañeros, TODO!!, por culpa de un cobarde que jamás logró tener una conexión real con otro ser humano y hoy ese cobarde verá como le arrebatan todo antes de que le arrebaten también la vida de la manera más vil y dolorosa que se me ocurra. Dime, ¿que se siente no tener el control por una vez en tu vida?.
Teo – Debo decir que en ese sentido tienes razón, el no tener el control de una situación hace algo en mi interior se confunda.
Cuando Teo terminó de decir esa frase McFargan corrió rápidamente hacía el y fijo su mirada en su rostro.
McFargan – Eso es, eso es, aquí está, vamos, dime que perder el control te hace sentir algo, demuestra que eres un humano, vamos, muéstrame esas emociones que has escondido toda tu vida, VAMOS!!.
Los latidos de McFargan fueron de 0 a 100 en cuestión de segundos, el pulso se aceleró como si estuviera huyendo del mayor temor que tuviera, los ojos totalmente abiertos a punto de salirse de sus cuencas solo enfocaban a Teo, esperando cualquier gesto que indicara que estaba sintiendo algo, sin embargo Teo, que en toda su vida solo había mostrado emociones con sus padres seguía inmutable, como el primer momento en el que McFargan mostró el cuchillo o cuando Nicolai y Mary fueron proyectados contra el muro y golpeados por la furia contenida de McFargan.
Teo – Tranquilo actor 2, te dije que algo en mi interior se confundía, más no me hace sentir nada, puedo ser rey y puedo ser mendigo según la situación y si en este caso tengo que ser rehén, créeme que haré el mejor papel de mi vida.
McFargan – ¿Acabas de llamarme actor 2?
Preguntó McFargan con una pequeña sonrisa en el rostro.
McFargan – ¿Que opinan ustedes compañero 1 y compañera 2?.
Preguntó McFargan a Nicolai y a Mary cuando ambos estaban aún en el suelo.
McFargan – Acaba de llamarme Actor 2, ¿saben lo que eso significa?
Pero ninguno de los dos podía responder, pues aún estaban en el suelo y muertos de miedo, esto no le gustó a McFargan y corrió de nuevo hacia donde estaban ellos, obligandolos a levantarse y empujandolos hacía la pared.
McFargan – Se van a quedar aquí, callados, siendo testigos de todo lo que está pasando y respondiendo solo a las preguntas que yo les haga ¿de acuerdo?, y tengan cuidado con intentar hacer algo estúpido porque no dudaré en arrebatarles sus insignificantes vidas.
A lo que ambos asintieron, sin abrir la boca y mirando a McFargan a los ojos.
McFargan – De acuerdo, lo preguntaré una vez más, ¿saben lo que eso significa?.
Nicolai movió la cabeza de lado a lado en señal de negación, sin embargo, Mary ofreció una respuesta.
Mary – Significa que te reconoce y reconoce tu propia existencia como parte de su vida.
McFargan – JAJAJA, CORRECTO!!!
McFargan continuó riendo como lo que se había convertido hace un par de años, un loco.
McFargan – Veo que no solo eres una joven con bonitos ojos de color y una figura envidiable, también tienes un poco de cerebro. ¿De donde la sacaste Teo?
Teo – No tengo idea, un día se presentó a mi trabajo y por alguna razón le llamé la atención y comenzó a seguirme, pero eso ya lo sabías ¿verdad?
McFargan – Jajaja, estas en lo cierto Teo, ya lo sabía, solo quería saber si me mentirías para protegerla.
Teo – ¿Protegerla?, vamos, la entregaría a los lobos si con ello puedo salvar mi vida.
McFargan – ¿Que opinas tu compañera 2? ¿Entregarias a Teo a los lobos solo para salvarte tu misma?.
Mary – Claro que no, yo no soy como el y mucho menos como tu.
McFargan – Ohhh, eso fue poco agradable srta. Compañera 2 y usted no quiere que yo sea poco agradable con usted ¿verdad?
Mary – No, discúlpeme señor McFargan.
Cuando Mary terminó de disculparse, McFargan le lanzó una cachetada que hizo que su labio inferior comenzara a sangrar.
McFargan – Soy el señor Actor 2!!!, ¿me entendiste niña?, no pronuncies ese nombre vacío y sin sentido.
Mary se recompuso del tremendo golpe que había recibido de McFargan y asintió con la cabeza sin poder decir una palabra.
McFargan – Demonios Teo, ¿como puedes soportar a estos incompetentes?.
Teo – No es fácil, siempre tienen algo que decir o alguna opinión tonta que compartir, sin embargo en mi trabajo ambos tienen papeles importantes y no se les puede reemplazar.
McFargan – Todo el mundo son idiotas reemplazables.
Teo – No podría estar más de acuerdo, inclusive tu y yo somos reemplazables.
Justo en ese momento, Nicolai que hasta ese momento solo había sido el saco de boxeo de McFargan por fin pudo articular palabras.
Nicolai – ¿Porque haces esto?, si nosotros dos somos reemplazables ¿porque seguimos aquí?, ¿porque si tienes asuntos con Teo no los arreglas solo con el y a nosotros nos dejas en paz?.
McFargan estuvo a punto de cortar la garganta de Nicolai por hablar sin su permiso pero Teo interrumpió la ejecución con unas palabras.
Teo – Porque son el público, una mierda como público tengo que agregar, pero público al final.
McFargan – Jajaja, así es gordito, son un público de mierda, pero público al final, ahora, si no quieres que te rebane el cuello como el puerco que eres, no vuelvas hablar sin mi permiso.
Teo – ¿Que te parece si solucionamos la situación con el público, para que no sean tan mierda Actor 2?.
McFargan – ¿A que te refieres?
Teo – Ellos no saben porque están aquí, no saben porque yo estoy aquí y lo más importante, no saben porque estas tú aquí, no deberías contarles lo que hemos vivido estos 20 años para que así tal vez incluso estén de tu lado?, piénsalo, es el momento perfecto para que en 20 años alguien te crea.
McFargan – ¿Que estas tramando Teo? No me fío de tus trucos.
Teo – Vamos, estoy atado de manos y pies a una silla de metal, has esperado 20 años para tenerme en esta posición, estoy seguro que puedes esperar 5 minutos para contarles quienes somos.
McFargan – ¿Somos?
Teo – Así es, somos.
La sonrisa en cara de McFargan jamás había sido tan grande, ni siquiera cuando aún era cuerdo.
McFargan – Esta bien compañero 1 y compañera 2, les voy a contar porque estamos todos aquí.
McFargan sabía que Teo intentaba algo, pero estaba seguro de poder controlar cualquier situación así que lo dejó pasar, tomó a Mary de la muñeca con tal fuerza que los espacios entre los dedos de la mano de McFargan quedaron marcados al rojo vivo en su piel blanca, la colocó justo al lado de Nicolai y en seguida McFargan se dirigió a tomar la silla que se encontraba a unos cuantos metros de distancia, sin perder de vista a Teo y dando vistazos de reojo a Mary y Nicolai que se encontraban temblando de miedo, Mary que en ese momento solo podía pensar que su vida estaba próxima a terminar tampoco podía quitarle la mirada de encima a Teo, como si buscará alguna clase de refugio en el. Cuando McFargan se inclinó a tomar la silla, en esos 2 segundos que dejó de mirar a Teo y los demás, Teo, que contaba con que Mary lo estaría observando, fugazmente le lanzó una mirada la cual la hizo salir de ese estado mental de resignación en el que se encontraba, ya que después de unos cuantos meses conociendo y acercándose a Teo por fin había comenzado a entender un poco sus pequeñas expresiones, Mary sintió la mirada penetrante de Teo y en un instante dejó de temblar al darse cuenta que Teo quien era el que estaba en la peor situación no se había rendido, se sintió como una niña siendo reprendida por sus padres, al principio pensó que Teo la estaba mirando fijamente a ella, pero no tardó en recordar lo que Teo alguna vez le dijo.
(Recuerdo de Mary)
Teo – Yo jamás hago algo fuera de lo común si no he considerado antes todos los escenarios y si no creo que la otra persona entienda.
(Fin de recuerdo de Mary)
Esa mirada penetrante iba dirigida hacía Mary y ella lo sabía, no iba dirigida a Nicolai, iba dirigida hacía ella porque Teo confiaba en que ella pensaría en todos los escenarios y descubriría lo que Teo quería que hiciera, en ese momento una sola pregunta se formulaba en la mente de Mary, ¿que es lo que quieres de mi Teo?, esa pregunta que tantas veces se había hecho, en esta ocasión tenía un significado totalmente diferente.
Todo esto que pasó en solo 2 segundos que McFargan tardó en tomar la silla, marcaría un antes y un después para la situación en la que se encontraban.
McFargan tomó la silla y comenzó a arrastrarla hasta colocarla en un ángulo en el cual tenía perfecta visión tanto de Teo como de los otros compañeros de los cuales no tenía intención de recordar su nombre.
McFargan – Muy bien, escuchenme bien compañero 1 y compañera 2, a partir de ahora cualquier palabra que salga de su boca sólo será permitida si yo hago una pregunta, si alguno de los dos se atreve a interrumpirme les haré un corte tan profundo en la garganta que tendrán suerte si su cabeza no se desprende de su cuerpo, ¿entendieron?
Nicolai y Mary al unísono – si señor Actor 2.
McFargan- Perfecto!!, entonces comencemos. Señor compañero 1 puede decirme, ¿cual es su sueño? Y trata de resumirlo lo más que puedas, si me sacas de mis casillas te quedaras sin lengua.
Nicolai – Quiero ser el gerente general de la empresa en la que trabajamos señor.
McFargan- Que asco, por eso jamás dejaras de ser un simple compañero. Y usted señorita compañera 2?, ¿cuál es su sueño?.
Mary- Quisiera tener familia y ser reconocida por mis aportes al campo de la ciencia señor actor 2.
McFargan- Vaya, una mujer que quiere tener familia pero no quiere dejar su trabajo, ambicioso, me gusta, pero sigue siendo un sueño cualquiera. Les diré cual es mi sueño. ¿Ven a ese desgraciado que esta atado de pies y manos?, – ambos asienten con la cabeza – bueno, el es mi sueño y no hablo en sentido figurado, no, literalmente el es mi sueño desde hace 7333 días, 5 horas, 46 minutos y 37, 38, 39 segundos, unos 20 años para que ustedes ineptos me entiendan.
Si, hace 20 años cuando aún era un miembro que tenía cierta credibilidad en esta sociedad yo comencé a soñar con ese bastardo, día tras día, viendo su maldita silueta en mis sueños pero sin poder verle el rostro nunca, cuando apenas tenía 17 años fue la primera vez que lo vi en mis sueños, como todos, pensé que era solo una mezcla entre mi consciente y mi subconsciente y no le hice caso, en ese entonces yo estaba por terminar el bachillerato y me estaba preparando para presentar el examen de ingreso a la facultad de leyes, si, yo iba a ser un maldito abogado, igual que lo fue mi padre, pero todo eso cambió. A los 17 años yo soñé que pasaba al lado de una señora que cargaba un niño brazos, conforme pasaban los días, soñaba que esa misma señora amamantaba a ese niño, lo vestía, lo mimaba y lo veía crecer, cada día soñaba con ese niño, pasó un año y el niño no lloraba, la madre estaba un poco preocupada ya que la criatura no molestaba, pero era extraño que el niño no llorará ni siquiera cuando tenía hambre, yo vi a través de mis sueños como lo llevaron al doctor y ese incompetente dijo que era normal, ¿pueden creerlo?, normal, ¿que demonios tenía de normal esa situación?, ¡¡yo lo estaba viendo crecer a través de mis sueños, ¿como puedes llamar a eso una puta situación normal?!! – gritó McFargan -, llegaron los 18 años y medio y cuando mi padre me preguntó por el examen de admisión a la facultad de leyes yo le dije que había cambiado de idea y quería estudiar psicología para especializarme en el análisis de sueños, jamás olvidaré su rostro de decepción y su mirada de desdén que me dedicó como regalo a mi decisión, claro era que en el primer intento fracasé, llevaba toda una vida preparándome para un examen de leyes y quise preparar un examen para psicología en solo 6 meses, no funcionó, así que tomé un año sabático y me preparé enserió para el próximo examen de admisión, durante este año yo vi crecer a este niño, lo vi dar sus primeros pasos, lo vi decir su primera palabra, lo vi leer su primer libro, pero nunca, jamás lo vi llorar, reír, enojarse, nada, era como si solo cumpliera con las funciones básicas de un ser humano, pero no tenía emociones como para considerarlo uno. Llegó de nueva cuenta el examen de admisión y está vez lo conseguí, entré a la facultad de psicología y por primera vez compartí con alguien el motivo de estudiar dicha carrera, jamás debí confiar en ese bastardo, aún recuerdo su risa burlona y su mirada despectiva que me dirigió, a partir de entonces trataba de no contar mis razones reales a los demás imbéciles. Los años pasaban y yo continuaba viendo crecer a ese niño en mis sueños, lo vi asistir a su primer día de escuela, lo vi hacer su primera corrección a un profesor inepto en primaria, lo vi tener su primera pelea con un estúpido niño, vaya paliza que recibiste no es así Teo?.
Teo – Claro, como olvidarla, mi madre casi se infarta cuando vio mi pómulo tan hinchado.
McFargan- JAJAJA, si si, como olvidarlo, tu madre te cambió de escuela a la semana siguiente, pero eso no fue suficiente para ti, ¿verdad Teo?.
Teo – claro que no, aunque no lloraba los golpes aún dolían y dolían bastante.
McFargan- ¿Y que hiciste entonces Teo?
Teo – En uno de los periódicos de mi padre vi un anuncio para aprender boxeo.
McFargan- JAJAJA, CORRECTO, leíste un periódico, solo para buscar venganza. ¿Sabes que más había en ese periódico Teo?.
Teo – Una fecha.
McFargan- CORRECTO, UNA MALDITA FECHA. ¿Sabes que descubrí con eso Teo?.
Teo- que estábamos viviendo en el mismo año, en el mismo mes, pero en días diferentes.
McFargan- Correcto – dijo McFargan que hasta ahora esa palabra la venía diciendo con un tono de locura, pero esta vez no había gritado, estaba enfurecido, y con los ojos llenos de odio mirando a Teo – habían pasado 8 años y por fin descubrí que no eras producto de mi imaginación, eras real, estabas robandome la vida Teo. Pero no nos saltemos partes. – dijo McFargan recuperando una postura serena- tenías 9 años Teo cuando iniciaste tu primer trabajo porque tu madre no quiso pagarte las clases de boxeo.
Teo- hacía mandados para las personas y a cambio me daban algunas monedas, las suficientes para poder pagar mi clases.
McFargan- Correcto Teo, ¿recuerdas que fue lo que pasó cuando por fin entraste a esas clases?.
Teo – uno de los lugares a los que hacía recados era la biblioteca pública, de vez en cuando la bibliotecaria que por alguna razón me tenía estima me dejaba husmear en la biblioteca y yo buscaba libros que hablaran de la teoría del boxeo, copiaba algunas cosas en pequeñas hojas de papel que tenía y estudiaba en casa.
McFargan- JAJAJA, así es, estudiabas en casa y cuando llegabas al gimnasio solo tenías que poner en práctica lo que ya sabías, ¿no es cierto?.
Teo- Correcto.
McFargan- ¿Recuerdas que pasó cuando cumpliste 10 años?
Teo- Claro.
McFargan- Porque no se lo platicas a la señorita compañera 2, para que vea que clase de persona eres realmente.
Mary miró fijamente a Teo de nueva cuenta y notó como sus ojos eran fríos, McFargan generalmente tenía los ojos rojos y con una expresión de odio todo el tiempo, pero Teo, Teo no tenía nada, como si estuvieran vacíos, como si no sintiera nada, a Mary esos ojos le causaron mucho más miedo que los ojos de McFargan.
Teo- Yo ya sabía como usar el transporte público, un día por la tarde, le dije a mis padres que iría a hacer un mandado como era mi costumbre, pero en lugar de eso, tomé el transporte y fui a la escuela donde me habían dado mi primera golpiza.
McFargan- ¿Y que viste ahí Teo?.
Teo- Vi a los niños que me dieron la golpiza.
McFargan- ¿Y que hiciste después Te-o?
Teo – Los seguí hasta que estuvimos en un parque solos y los golpee tanto como pude.
Mary, que estaba sin palabras, no podía pensar en otra cosa que no fuera, me asusta, pero siento mucha pena por el, ¿porque debió pasar por algo así el sólo?, ¿porque nadie notó que estaba sufriendo y quería eliminar ese sufrimiento a como diera lugar?.
McFargan- JAJAJA, así es Teo, los golpeaste, los golpeaste sin compasión.
McFargan se dirigió a Mary y a Nicolai.
McFargan- ¿Saben que es lo peor de esto?, mientras golpeaba a esos niños tenía exactamente los mismos ojos que tiene ahora, fríos, sin sentimientos, le destrozó la nariz a un niño de 10 años y no sintió absolutamente nada. ¿No les parece eso terrorífico?.
Nicolai- Sabía que no eras una buena persona Teo, pero jamás pensé que fueras mala persona, hasta ahora.
Teo – Jamás te dije que no lo fuera.
Los ojos de Nicolai estaban puestos en Teo y su mirada comenzaba a parecerse a la de McFargan, unos ojos llenos de odio, pero a la vez temerosos de ese ser que se encontraba amarrado, como si fuera una bestia que en cualquier momento pudiera abalanzarse sobre ellos.
McFargan- JAJAJA, ¿recuerdas esas miradas Teo?, aquellas miradas que te regalaba la gente cuando ibas de regreso a casa con la playera manchada de sangre y los nudillos morados y cortados por los dientes de aquellos niños, ¿lo recuerdas?.
Teo – claro, aunque igual que ahora, jamás me importaron.
Mary- puedo preguntar, ¿que pasó después?.
Teo- Tomé el transporte de regreso a casa, cerca de la biblioteca había dejado una playera de repuesto, me cambié, me lavé las manos, fui a la biblioteca, me dejaron husmear de nuevo y cuando la bibliotecaria se descuidó, me subí a la escalera y me dejé caer con los nudillos y rodillas para disimular.
McFargan- JAJAJA, ¿pueden creerlo?, se lanzó con los puños y las rodillas por delante para poder disimular, la bibliotecaria casi se infarta cuando lo vio sangrando en el piso, pero se recompuso al ver que no lloraba, Jajaja que ingenua.
Teo – Si no hubiera sido una ingenua jamás habría funcionado y claro, si hubiera tenido más conocimiento sobre medicina en ese entonces no la hubiese dejado curarme con alcohol y no tendría esas cicatrices.
En ese momento, una lágrima recorrió la mejilla de Mary al darse cuenta que las cicatrices de Teo en sus rodillas habían sido causadas por el mismo.
McFargan- No más preguntas, señorita compañera 2, o tu también tendrás cicatrices cuando encuentren tu cuerpo. En fin, pasaron los días y por segunda ocasión Teo se detuvo a mirar el periódico un instante antes de ir al colegio, un artículo decía que 3 niños habían sido brutalmente golpeados hace unos días y que uno de ellos necesitó cirugía para reconstrucción de nariz ya que le dejaron el tabique hecho polvo, su madre de Teo le advirtió que tuviera mucho cuidado para no encontrarse con esas personas enfermas. Jajaja hasta tu madre te tenía miedo Teo y ella no lo sabía. Pero te agradezco esa segunda vez que viste el periódico Teo, me diste la información que no podía recordar, sabía que vivíamos el mismo año y el mismo mes, pero no sabía que clase de diferencia en días teníamos.
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