Dos mundos

Los polos opuestos se atraen, eso es lo que siempre he escuchado toda mi vida, pero que dos personas tan diferentes como el día y la noche terminen juntas es como un milagro que solo se ve en muy pocas ocasiones. Eh! Aquí mi historia de amor, bueno un intento de historia de amor. Ambos nos conocimos en la universidad, misma facultad, distintas carreras, distintos personalidades y distintas formas de ver el mundo a pesar de eso nos atrajimos como polos puestos, sí todo en nuestra relación fue tan intenso, demasiado diría yo. Hubo demasiadas peleas, conflictos que siempre se arreglaban con besos y en la cama, llegué a aferrarme tanto a él que cometí muchas locuras por amor, ahora no sé si llamar amor a lo que nosotros teníamos. Pero saben que es lo que más duele ser quien más de en la relación, quien más ame para que todo termine así como si nada. No niego que lo nuestro era tan especial… era mágico teníamos una conexión inigualable pero nuestras diferencias, nuestros pensamientos y la opinión de nuestras familias, nuestras constantes peleas, todo eso terminó sobrepasándonos y terminaste yéndote ahora lo entiendo, después de tanto tiempo por fin lo he superado. Si algún día nos volvemos a encontrar quiero que seamos lo suficientemente maduros para entender que lo nuestro no tenía solución, y que lo mejor que nos pudo pasar fue esto y que sigamos de largo como si fuéramos extraños de mundos diferentes, porque si que lo somos. Estos años he crecido y he madurado un montón antes creía que el apego y la ilusión de momento era amor, pero creo que el verdadero amor es algo que vas construyendo y no es como los cuento de hadas que nos leían cuando éramos pequeños, de hecho viéndolo bien ese amor de cuentos es un dañino y enfermizo. Querer que alguien de todo por ti y se sacrifique es demasiado, todos debemos seguir nuestro camino y más si en nuestra relación nos llegamos a sentir como que uno es la noche y el otro es el día y no de forma en que se complementen sino en la forma en la que nunca se encuentran.