EL PUERQUITO QUE DESEABA SER LEÓN

EL PUERQUITO QUE DESEABA SER LEÓN

Había una vez un puerquito que soñaba con ser un gran león para que así todos los de la granja lo respetasen y le tuviesen temor. Cierto día se le apareció ante el un hermoso joven alado con un bastón dorado. El puerquito a verlo se asustó tanto que empezó a gritar diciendo: “¡Uic, Uic, Uic,…!” por el fuerte susto que se había dado, entonces el hermoso joven alado le dijo: “No temas querido puerquito no te hare daño. Estoy aquí para concederte tu deseo”. Al oír el puerquito se alegró mucho y quietamente esperó lo convirtiesen en el león que tanto había deseado. Y así fue. Nuestro querido amiguito se había convertido en un esplendoroso león de gran melena y actitud fiera capaz de atemorizar a quien se le acercase. Los demás animales de la granja que lo habían visto crecer empezaron a temerle, tanto así, que evitaban decirle algo por temor a ser devorados. Tiempo pasó en que el puerquito empezó a extrañar a sus amigos. Fue entonces que el hermoso joven alado se le apareció una vez más y al verlo tan triste lo convirtió nuevamente en el puerquito tierno y soñador, diciendo: “Jamás intentes ser lo que no eres”.

Harri Elemental

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS