Abro los ojos para encontrarme con la pared sin pintar, que esta demasiado sucia para que alguien más la vea… El primer indicio por el que alcanzo a darme cuenta de mis entristecidos ojos abiertos, es el dolor. Hace meses que solo me recetan pastilla, tras pastilla… Antidepresivos, antiepilépticos, antipsicóticos, anti anti anti. Parece que estan intentando matar una parte de mi, y yo solo reacciono quedandome congelada y diciendo que si, que voy a tomar mi medicación, mientras veo pasar los días, aún consternada y con la medicación completa. En fin, yo abro los ojos… Despierto. Me cuesta un poco levantarme ya que siento como si mil agujas estuvieran penetrando toda mi piel, ya sabes… Padezco de esas »enfermedades raras» que los médicos no comprenden, y el resto de las personas mucho menos, así que estoy acostumbrada a sentir la mayor parte del tiempo como mi si cuerpo recreara el dolor de una fractura, en cada uno de mis huesos, todo en el mismo momento, como una orquesta. Tocan una buena canción, han trabajado por esto… Y yo, me levanto cada día a disfrutar de la función, al menos a diario me dejan escuchar un poco de la pasión de según Mateo, se parece a estar preso dentro de uno.
En fin, entonces me levanto y ahí esta, Bach sonando a un volumen magistral, propio de una sala acústica, entonado, limpio, estridente, como si estuviera por ver una de las escenas de Stanley Kubrick en la que Ludovico cura las visiones de paredes que gotean sangre y leche a borbotones. Entro y salgo de la habitación, y mi anti-psicótico ahí, parado como una estatuilla preciada, esperandome en la entrada. Hoy llega mi familia a casa y debo comenzar a tomarlos… Aunque debí comenzar hace unos días, pero ya llegados a este punto debo confensar que una parte de mi esta totalmente aferrada, a esa silueta tan parecida que me resulta un espejo, pero que esta metida en un tunel, a oscuras y me va llevando de la mano, yo no se hacia donde camino, pero quiero hacerlo sola, y quizás deba quitarme esa mano sobrante, mutilarla como si fuera paciente padeciendo por su miembro fantasma. Y si, se puede decir que me gusta ver fantasmas… Sobre todo de noche, aunque a veces se espantan, aunque a veces me espanto.
OPINIONES Y COMENTARIOS