Yo no escribí estos versos para crear la leyenda de un poeta que soño una lejana estrella. Sino para conquistarte a ti una mujer escondida entre tantas rosas bellas. Te darás cuenta que el amor es una violeta que algún día marchita. Y nacerá entre nosotros una vez en la vida. Ahora que crecen las cerezas te darás cuenta que los buenos días algún día también se alejan. Esta vez no sueño la realidad dejo que los días me sueñen en su realidad. Con esto concluyó esté amor con aroma a gardenia que también tiene su final.
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