-“¿Qué paso?”- dijo un hombre serio.

-“los mato a todos”- dijo una joven llorando.

-“¿quién lo hizo?”- dijo el hombre interrogando.

-“fue mi abuela”- dijo la jovencita llorando.

-“¿porque lo hizo?”- dijo el hombre sin entender.

-“no lo sé, supongo que estaba loca”- dijo la joven llorando.

-“¿por eso la mataste?”- dijo el hombre serio.

-“lo hice en defensa propia, también me iba a matar a mi”- dijo la joven llorando.

-“¿que fueron hacer en esa granja?”- dijo el hombre serio.

-“solo nos divertíamos”- dijo la joven llorando.

-“¿y por eso los asesinos tus amigos?”- dijo el hombre serio.

-“fue porque nos portamos mal”- dijo la joven llorando cubriendo el rostro.

La noche anterior

Clarisa era una jovencita de piel morena, que estaba de fiesta con unos amigos en una discoteca, bailando y bebiendo celebrando el cumpleaños de uno de ellos, -“¡feliz cumpleaños Gary!”- dijo Fresia sonriente, una jovencita de cabello rojo, -“hey tranquila querida, este galán ya tiene dueña”- dijo Luisa una joven de cabello moreno, abrazando a Gary y dándole un beso, -“no soy celoso, puedo con las dos”- dijo Gary riéndose y bebiendo cerveza, -“que gracioso”- dijo Luisa sonriente jalándole de las orejas a su novio, -“¡oigan chicos!, no saben lo que encontré”- dijo Abner un joven de barba, trayendo una nueva botella de licor por la etiqueta se veía muy costoso, -“¿de dónde la conseguiste?, esta botella es muy cara”- dijo Fresia alegre, -“se la robe al barman mientras le miraba los pechos a una chica”- dijo Abner riéndose, -“vaya, vaya, tenemos un ladrón en el grupo, espero que no nos terminen arrestando”- dijo Clarisa sonriente, -“¿qué harán llamar a la policía?, este es un lugar clandestino, las fiestas están prohibidas en la cuarentena, así que tranquilízate Clarisa que nadie nos acusara”- dijo Abner riéndose, -“bueno ,¿y que esperamos? Abre la botella, festejemos mi cumpleaños”- dijo Gary riéndose le alcanzaba su vaso. Los chicos brindaban y bebían, -“salud por el cumpleaños de Gary, el más apuesto de la clase, mi mejor amigo”- dijo Abner riéndose levanto la botella, -“¡que dure hasta el amanecer!”- dijo Gary gritando alegre, todos se reían y bailaban, en eso entro la policía de imprevisto al local clandestino.

-“¡La cuarentena se respeta, el toque de queda es las 10 pm, las discotecas están prohibidas, así que será mejor que nos acompañen a la comisaria para que sus padres vayan por ustedes, faltaron a la ley”- dijo el policía gritando molesto, varios jóvenes eran esposados y llevados las camionetas de la policía, el grupo de amigos salía huyendo, -“¡corran, que no los atrapen!”- dijo Gary apresurado tomo de la mano a Luisa y se la llevo lejos de los policías, Abner corría riéndose, Fresia corría tras el grupo, Clarisa se separó de ellos, la multitud la alejo de su grupo,-“¡chicos espérenme, chicos!”- dijo Clarisa sin saber a dónde ir, pues no veía sus amigos, las luces se apagaron, las linternas de los policías iluminaban la discoteca clandestina mientras atrapaban a los jóvenes que incumplieron las leyes.

El grupo salió y se dirigió a un auto, subieron muy aprisa, -“¡dense prisa, larguémonos!”- dijo Abner encendiendo el auto, -“¿dónde está Clarisa?”- dijo Luisa preocupada al no ver a su amiga, -“se abra quedado, ¿ahora que haremos?”- dijo Fresia centro del auto, -“¡largarnos ya!, o nos van a arrestar”- dijo Abner serio, -“no podemos dejarla, espera un momento tal vez aparezca”- dijo Luisa buscando con la mirada su amiga, -“¡la policía ahí viene vámonos de aquí, arranca el auto Abner!”- dijo Gary viendo que unos policías se les acercaban, Abner piso el acelerador y condujo, varios autos de los jóvenes huían por cualquier lugar, en eso Clarisa apareció en la carretera frente al auto, -“¡hey aquí, chicos no me dejen!”- dijo Clarisa asustada levantaba las manos. Abner detuvo el auto, -“casi te atropello, sube al auto”- dijo Abner asustado, Clarisa ingreso al auto con el grupo, -“¿se puede saber dónde estabas?”- dijo Luisa seria, -“te estábamos buscando”- dijo Gary sonriente, -“me había perdido, vi que detuvieron a Pool y a los demás”- dijo Clarisa, -“no debieron alejarse de nosotros, ahora ¿a donde nos iremos a continuarla?”- dijo Gary serio, -“no podemos regresar ahora, la carretera principal está bloqueada llena de esos policías” dijo Abner serio conduciendo, Luisa y Fresia veían a varios jóvenes que eran llevados arrestados. –“Bueno, nosotros tuvimos suerte”- dijo Fresia, -“¿ahora qué haremos?”- dijo Luisa tomando más licor, -“son las dos de la madrugada aun es temprano, podemos ir a casa de mis padres”- dijo Abner sonriente, -“¿a ese departamento pequeño?, es una ratonera que no entraríamos todos, además es un quinto piso, no quiero subir tantas escaleras”- dijo Fresia sin ganas de ir, -“¿y tú ya has estado ahí?”- dijo Luisa riéndose miro a su amiga, Abner y Gary se reían, Clarisa igual, -“yo sé a dónde podemos ir”- dijo Clarisa encendiendo un cigarro, -“¿a tu casa con tu madre la religiosa?”- dijo Abner sonriente, -“podemos ir a casa de mi abuela, es en la ruta 37, ¿Qué dicen, se animan?”- dijo Clarisa votando el humo, -“¿y tu abuela no dará molestias?”- dijo Gary riéndose, -“tal vez es una viejita que le gusta divertirse a lo grande con jóvenes como nosotros”- dijo Abner riéndose, -“cierra la boca Abner, a mí me agrada la idea vamos a la casa de la abuela de nuestra amiga Clarisa, dime ¿cómo es el lugar?”- dijo Fresia sonriente, -“mi abuela tiene una granja, cultiva centeno, esta apartado de aquí, les va a gustar, su cabaña no es muy grande, pero podríamos hacer una fiesta en el granero”- dijo Clarisa sonriente, –“me gusta la idea”- dijo Gary bebiendo mas licor, -“y a mí también, entonces nos animamos todos”- dijo Abner sonriente, Fresia y Luisa se miraban las caras y sonreían, -“claro que sí, te amamos Clarisa”- dijeron las chicas al mismo tiempo abrazando a Clarisa, -“entonces, ¡rumbo a la granja de la abuela de Clarisa!”- dijo Gary tirándola la botella de licor por la ventana, en la carretera se rompió.

Mientras conducían, el grupo iban cantando, (Michael Sambello- Maniac- música de fondo), iban riéndose, -“¡oye perrita, no te acabes toda la cerveza!”- dijo Fresia riéndose miro a Luisa. Al llegar a la carretera 37 veían lo lejos una granja, -“es ahí”- dijo Abner mirando la cabaña que tenía las luces encendidas, -“si, ahí es la casa de mi abuela”- dijo Clarisa mirando por la ventana, -“tiene las luces encendidas, a esta hora ¿Qué no debería estar dormida?”- dijo Gary observando detenidamente, -“mi abuela es una anciana ya mayor debe tener más de 70 años, a esa edad los abuelos suelen dormir poco y despertarse muy seguido, es algo alejada de la familia, toda una ermitaña, pero las pocos veces que hemos venido, no es mala persona, acerquémonos, le diré que nos cogió la cuarentena camino a casa y ella entenderá”- dijo Clarisa sonriente.

El grupo se acercó a la cabaña, no muy cerca, -“vamos de una vez, quiero tomar y fumar marihuana, ya me canse de conducir”- dijo Abner quejándose, Clarisa bajaba del auto, veía el lugar frio solo el ruido de los grillos se escuchaba, el viento hacía sonar el centeno, Fresia se reía, -“silencio, que crea que solo vamos a dormir, que no sospeche que iremos a beber o que estamos ebrios, si sabe que fumaremos hierba en su granero sería una bomba de tiempo”- dijo Clarisa a sus amigos que guardaran silencio, -“nos portaremos bien”- dijo Gary sonriente, -“cierra la boca”- dijo Luisa golpeándole en la cabeza para que se callara, todos se reían.

Clarisa se acercó a la puerta, se preparaba para tocar, miro a su amigos y con una seña en los labios les dijo que guarden silencio, -“¿abuela, hola?, abuela soy tu nieta Clarisa, vengo con unos amigos, ¿podrías darnos refugio? ábreme la puerta por favor”- dijo Clarisa, -“¿Clarisa?, ¿Qué vienes hacer a esta hora?”- dijo su abuela hablando desde adentro, sin abrir la puerta, -“abuela, fui con unos amigos a estudiar a casa de uno de ellos, cuando me llevaron a mi casa, nos agarró la hora que queda, los policías están llevándose a todos los que no respetan la cuarentena, no podemos regresar a casa, ¿crees que podemos quedarnos en tu casa a pasar la noche?”- dijo Clarisa fingiendo respaldo, Fresia quería reírse, Gary le tapaba la boca para que no la escucharan, -“sabes que no me gusta que venga gente extraña a mi casa”- dijo la abuela seria sin abrirle la puerta, -“solo será unas cuantas horas, faltan tres horas y amanecerá, luego nos iremos, si quieres nos quedamos en el granero para no molestarte”- dijo Clarisa, -“¿en el granero?”- dijo la abuela seria, -“si, tenemos frio y queremos quedarnos ahí, vamos abuela solo serán solo unas horas”- dijo Clarisa, –“está bien pero cuidado con espantar a las ovejas y gallinas”- dijo la abuela seria, -“gracias abuela, solo iremos a dormir”- dijo Clarisa sonriente se regresó al auto con sus amigos, -“podrían callarse casi nos descubre”- dijo Clarisa, -“que buen truco”- dijo Abner, -“hasta yo me la creí, esa voz inocente y de pobrecita nieta”- dijo Luisa sonriente. El auto se dirigió al granero, por la ventana los observaba la anciana, en eso pagaron las luces.

-“Estamos a 60 metros no hagamos mucho ruido”- dijo Clarisa bajando del auto junto con sus amigos, entraban con las botellas de licor al granero, encendieron las luces, las ovejas y las gallinas se despertaban, -“tranquilos animalitos no haremos nada que los asuste”- dijo Clarisa viendo a los animales, -“habla por ti”- dijo Fresia riéndose con Luisa, -“sigamos con mi fiesta de cumpleaños”- dijo Gary, encendieron la música del celular de uno de ellos, empezaron a sentarse en círculo a beber, –“juguemos botella mareada, ya saben a quién le apunta el pico recibe el castigo, de la otra parte”- dijo Fresia sonriente, -“me agrada ese juego”- dijo Gary sonriente, empezaron a girar la botella, cuando se detuvo, -“¡yo mando a Abner!, quiero que se lo hagas a una oveja”- dijo Fresia riéndose, -“eso es enfermizo”- dijo Clarisa riéndose, -“está bien, acepto, estamos permitiendo todo”- dijo Abner yéndose al corral de las ovejas, entrando a manosear a una oveja, las chicas se reían, -“eres un bastardo enfermo, pero me agradas, eres mi amigo”- dijo Gary riéndose mientas bebía licor, Abner regreso riéndose luego de haber cumplido su reto, giro la botella y le toco Luisa a Clarisa, -“te lo pondré fácil, quiero que grites lo más fuerte soy una zorra”- dijo Luisa sonriente, -“está bien, es fácil”- dijo Clarisa sonriente, –“pero…, bañándote el licor en la cabeza”- dijo Luisa sonriente, todos se reían y esperaban a que cumpliera el reto, Clarisa sonreía, empezó a bañarse votar en la cabeza con licor, -“¡soy una asquerosa zorra!”- dijo Clarisa riéndose saltaba, todos se reían, luego giro la botella y le toco, Abner a Fresia, -“como es el cumpleaños de mi amigo Gary, será un regalo, quiero que le des un beso a Gary”- dijo Abner sonriente, -“eres un imbécil”- dijo Luisa seria, -“tranquila solo es un juego, no será nada enserio, tú sigues siendo la titular”- dijo Abner riéndose, -“está bien”- dijo Fresia acercándose a Gary y dándole un beso apasionado, -“basta”- dijo Luisa seria los veía, Clarisa se reía, Abner gritaba alegre, Gary la besaba también apasionadamente a Fresia, -“¡eh dicho que basta!”- dijo Luisa empujando fuerte a Fresia arrojándola a un costado, -“es solo un juego, cumplí con el reto”- dijo Fresia seria la miro, -“puedes dejar de ser tan ramera con mi novio, desde hace tiempo me eh dado cuenta que quieres meterte con él, acaso no conoces la palabra amistad”- dijo Luisa molesta, -“tranquila encanto, antes que fuera tuyo fue mío”- dijo Fresia riéndose, Abner se reía, -“tranquilas chicas”- dijo Clarisa, Gary se reía en silencio, Luisa los miro a ambos y fue a jalar de los cabellos a Fresia, ambas se pelaban, Abner se reía a carcajadas, -“chicas sepárense”- dijo Clarisa viendo a sus amigas pelearse, Gary las separaba, se veía que alguien los observaba desde una pequeña abertura de la pared, -“tranquila Luisa, es un juego son amigas no deben pelearse”- dijo Gary serio sujeto a Luisa, -“¡suéltame!, ¿lo estabas disfrutando verdad?”- dijo Luisa molesta lo empujaba del pecho, -“solo era un juego Luisa, tranquilízate”- dijo Abner sonriente, -“¡cállate la boca, idiota!”- dijo Luisa pateando las botellas de licor, –“¿para eso querían venir?, ¿para eso querían jugar?, todos estaban de acuerdo en jugar”- dijo Gary molesto, –“¡¿cómo puedes hacerme esto somos amigas?!”- dijo Fresia molesta, -“¿amigas?, me refregaste en la cara que te habías metido con mi novio”- dijo Luisa seria, -“chicas creo que será mejor que se calmen, nos puede escuchar mi abuela”- dijo Clarisa, -“díselo a esta loca, mira como me dejo el cabello”- dijo Fresia molesta, -“eso te lo mereces y más”- dijo Luisa queriéndola volver a golpear, -“¡ya cálmate Luisa!, no arruines mi día, no te comportes como una niña”- dijo Gary enfadado, –“¿una niña?, si eso piensas de mí, quédate con esa zorra, esta niña se va”- dijo Luisa furiosa se marchó del granero, Abner seguía riéndose, estaba drogado, -“puedes callarte”- dijo Clarisa seria, -“es una pelea de amigas ya se reconciliaran”- dijo Abner fumando marihuana, -“no te la acabes, deja para todos”- dijo Fresia seria quitándole el cigarro y fumando, –“en el auto hay más”- dijo Gary serio, –“¡¿que a nadie le importa Luisa?!, iré a ver como esta nuestra amiga”- dijo Clarisa yendo a buscarla, -“¡déjala sola!”- dijo Gary serio bebiendo y fumando, -“el reto que me hiciste hacer revelo mi más oscuro secreto”- dijo Fresia mirando a Abner, -“bien que te gusto”- dijo Abner riéndose, -“ven aquí cariño, hasta que venga Luisa”- dijo Gary sonriente, Fresia fue a su costado a abrazarlo.

-“¡¿Luisa, amiga dónde estás?!”- dijo Clarisa saliendo a buscarla en plena noche, pero en la oscuridad no veía nada, -“¿dónde se abra metido Luisa?”- dijo Clarisa viendo el auto vacío, tomo una linterna, la encendió y fue a buscarla, -“¿se abra ido a la casa de la abuela?, espero que no”- dijo Clarisa seria fue a buscarla.

Había luna llena, Luisa estaba caminando por detrás de la cabaña de la abuela de Clarisa, -“pediré un aventón, no regresare donde están todos esos pedazos de imbéciles”- dijo Luisa molesta, en eso escucho un ruido de unas pisadas, -“¡no pretendo regresar Gary!, ¡así que no me sigas!”- dijo Luisa seria volteo a verlo, pero no veía a nadie, luego continuo su rumbo, -“¡idiota! ¿ahora qué quieres?, ¿rogarme?, te va a costar mucho que te perdone y más a la zorra de Fresia”- dijo Luisa molesta seguía caminando, volvió a escuchar un ruido tras de ella, -“¡eh dicho que no voy a regresar, me iré a la carretera y pediré un aventón a cualquier estúpido que pase!”- dijo Luisa seria, al voltear no veía a nadie, se detuvo un momento, siguió su camino nuevamente hablando sola, en eso escucho de nuevo un ruido de pisadas más cerca, -“¡eh dicho que no me sigas, imbécil!”- dijo Luisa volteo, en eso la abuela de Clarisa con una hoz le corto la boca, -“en mi casa no se habla groserías”- dijo la anciana molesta , un mujer morena de cabello corto, Luisa cayó al suelo, se cogió la boca llorando, asustada se arrastraba alejándose de la anciana morena, -“¡¿Luisa?!”- gritaba Clarisa buscándola del otro lado de la cabaña, Luisa quería hablar pero no podía, la sangre que derramaba era bastante, -“vienen a faltar el respeto a mi casa con sus obscenidades, a drogarse, a embriagarse, eres una pecadora”- dijo la anciana furiosa, Luisa le daba la espalda e intentaba huir, la anciana empezó a hacerle cortes en la espalda con la hoz, Luisa intento gritar adolorida, en eso la anciana le jalo de los cabellos hacia atrás y le corto la garganta, luego la tomo de las piernas, la llevo hasta su sembríos de centeno.

-“¿Luisa, amiga?, a mi abuela no le gusta que entren a su casa”- dijo Clarisa abriendo la puerta de la casa lentamente, pero no veía a nadie, -“¿dónde se abra metido?”- dijo Clarisa intrigada, entro a la sala, miraba la casa que tenía las luces apagadas, solo iluminaba el fuego de la chimenea, -“¿abuela estas?”- dijo Clarisa nerviosa, veía muchas velas apagadas de color negro, -“¿Luisa, abuela, hay alguien en casa?”- dijo Clarisa hablando en voz baja, en eso escucho un ruido en la cocina como algo se hubiera caído, se asomó asustada, -“¿hola?”- dijo Clarisa asustada ingreso lentamente, de pronto salto un gato gris de la cocina, ella dio un grito asustada, -“¡maldito gato!, me asustaste”- dijo Clarisa tocándose el pecho, volteo y vio a su abuela parada en frente de ella, se asustó -“en mi casa no se maldice”- dijo la anciana mirándola seria, -“perdón abuela, es que mi amiga salió al baño y pues no la encuentro, creí que vino aquí a pedir prestado el tuyo”- dijo Clarisa asustada, –“aquí no hay nadie”- dijo la anciana seria, fue a sentarse en su silla mecedora frente a la chimenea, -“¿qué haces despierta esta hora?”- dijo Clarisa, –“no podía dormir, tus amigos hacen mucho ruido”- dijo la anciana seria, -“estábamos platicando, lo siento, ahora se terminara la conversación e iré decirles que tendremos que dormir”- dijo Clarisa marchándose, la anciana acariciaba su gato, -“¿dónde rayos te metiste Luisa?”- dijo Clarisa seria regresando al granero.

-“No está Luisa”- dijo Clarisa entrando al granero, -“¿y a donde crees que pudo haberse ido?, nos venimos en mi auto así que no pudo irse, caminando está muy lejos de aquí”- dijo Abner riéndose, Fresia se reía en las piernas de Gary, –“no lo sé, se fue molesta, puede estar perdida recuerden que estaba ebria, Gary debemos ir a buscarla”- dijo Clarisa, -“ve a buscarla tú, yo estoy cansado, eh bebido mucho y fume mucha hierba”- dijo Gary serio, -“si quieres llévate mi auto, yo no puedo conducir”- dijo Abner, -“y si la traes que no venga a pelea”- dijo Gary serio, -“iré a buscarla, ya regreso”- dijo Clarisa serio tomando las llaves del auto, se marchó.

-“Saben que, me dio ganas de ir al baño, iré a buscar un árbol”- dijo Abner riéndose se puso de pie, -“nosotros te esperamos aquí”- dijo Fresia sonriente, -“tomate tu tiempo”- dijo Gary riéndose.

Clarisa conducía el auto, -“¿dónde puedes estar Luisa, espero que no estés lejos?”- dijo Clarisa mirando por todos lados.

Abner caminaba hacia un árbol, se bajó los pantalones, se sentaba para hacer sus necesidades, de pronto escucho un ruido cerca de él, asustado volteo se subió los pantalones y vio a una oveja, -“¿maldita sea como te has salido del granero?”- dijo Abner enojado, se acercó a querer atraparla, pero el animal se le escapo, la persiguió, pero la oveja fue hacia el sembrío de centeno y se escondió, -“¡maldita animal ven aquí!, o la abuela nos echara de la granja”- dijo Abner perdiendo de vista al animal, -“no entrare adentro, eh visto la película los niños del maíz”- dijo Abner serio, voltio y veía la casa de la anciana, decidió ir a curiosear, en eso veía la puerta de la casa abierta, se asomos sonriente, -“¿hola abuela, puedo pasar?, bueno ya entre, ¿puede prestarme su baño?, no sabe lo que tengo atrapado y necesito ocupar su inodoro”- dijo Abner riéndose en voz baja, no logro verla, ingreso en silencio, estaba la gran parte oscuro, solo el fuego de la chimenea iluminaba la sala, miro por mas adentro y veía dos puertas, una la abrió y era donde guardaba la escoba y baldes, la otra intentaba abrirla peor no podía, miro las escaleras y subió al segundo piso, veía tres puertas, -“una de estas debe ser el baño”- dijo Abner sonriente, cuando se asomó a una, veía a la anciana de espaldas en una bandeja de pie, estaba desnuda, que se arrojaba un líquido, -“¿que esta haciendo?”- dijo Abner sin entender, se quiso reír y se tapó la boca para evitarlo, retrocedió, la anciana escucho un ruido en sus espaldas, voltio a ver que era, pero no vio a nadie.

Abner bajaba por las escaleras al primer piso, -“es avieja está loca”- dijo Abner, fue de nuevo a intentar con la puerta que no pudo abrir a la principio, volvió a intentarlo y esta vez abrió, era el baño, se sentó a ocuparlo, empezó a fumar su hierba, -“ahora sí que salga todo el mal”- dijo Abner riéndose en silencio, en eso escucho el ruido de unos pasos acercándose, -“no puede ser la abuela”- dijo Abner cerró la puerta, apago su cigarro, se asomó por la cerradura a ver si se había ido la anciana, cuando en eso la hoz atravesó la cerradura, incrustándose en su ojo, él grito, la anciana ingreso y empezó a cortarle varias veces, Abner puso su mano para cubrirse peor su dedos cayeron al piso, los grito de Abner se escuchaban por la casa, –“¡en mi casa no se fuma!”- dijo la anciana molesta.

-“No está, ya me estoy empezando a preocupar”- dijo Clarisa conduciendo por la carretera, cuando regresaba, escucho un ruido entre el sembrío, -“¿Luisa eres tú?”- dijo Clarisa inquieta, -“ya vámonos, todos estamos preocupados por ti”- dijo Clarisa, al ver que no salía, bajo del auto y con la linterna iluminaba los campos mientras ingresaba, -“¿Luisa?”- dijo Clarisa algo asustada, en eso escucho un ruido como si se corriera de ella, -“¡Luisa no corras espera!, detente por favor tenemos que hablar”- dijo Clarisa siguiéndola entre el sembrío, cuando logro alcanzarla veía que era una oveja la misma que persiguió Abner, -“¿qué haces aquí, como te escapaste amiguito?”- dijo Clarisa, se acercó y cargo al animal, en eso sintió húmedo en sus brazos, vio sus manos y era sangre, asustada soltó al animal, -“te estas desgranando”- dijo Clarisa asustada, en eso retrocedió asustada, no sabía a dónde ir, corría de un lado a otro, se había perdido, cuando corrió y se tropezó con algo, ilumino que le fue lo que le hizo caerse, veía Luisa degollada, Clarisa Grito aterrada.

Las gallinas y las ovejas estaban inquietas, haciendo ruidos, Fresia y Gary estaban teniendo relaciones coitales en uno de los corrales, al terminar ambos empezaron a reírse, -“¿cómo extrañabas esto verdad?”- dijo Fresia sonriente, -“si, no cabe duda que tú quieres por donde Luisa no quiere”- dijo Gary riéndose cansado, –“yo soy mucho mejor que Luisa, es mi amiga pero es muy cerrada en ciertas cosas”- dijo Fresia sonriente, -“igual, no debiste hablar de lo que paso entre tú y yo”- dijo Gary, -“no sé porque sigues con ella, deberías terminarla y quedarte conmigo”- dijo Fresia, -“creí que querías con Abner”- dijo Gary, –“si pero no es tan bueno en la cama como tú”- dijo Fresia riéndose, -“no puedo terminar con Luisa, el grupo se desuniría, y tú debes reconciliarte con ella, porque yo lo hare, así que ve ayudar a Clarisa a buscarla”- dijo Gary, –“no sabes la flojera que tengo”- dijo Fresia, -“obedece, yo ya te alcanzo luego”- dijo Gary serio, Fresia se visitó y salió, -“ya vengo iré por tu novia”- dijo Fresia seria salió del granero.

Gary empezó a vestirse, salió del corral, vio la botella en el suelo, -“quiero mas alcohol”- dijo Gary bebiendo lo último que quedaba, en eso las luces se apagaron, -“hey ¿quién apago las luces?”- dijo Gary serio, se acercó a la puerta, y la encontró cerrada, -“que graciosos, Abner, Fresia abran la puerta”- dijo Gary riéndose, pero nadie le abría, -“chicos enserio no es gracioso,¡ Abner si no abres la maldita puerta te voy romper la cara, Fresia zorra abre eh dicho!”- dijo Gary molesto, en eso las ovejas salieron del corral, las gallinas igual, -“¿pero que sucede?”- dijo Gary viendo a todos los animales sueltos por el granero, -“vuelvan a su lugar malditas bestias”- dijo Gary alejándose de ellos, -“¿porque se salieron?”- dijo Gary molesto, en eso escucho un murmullo que alguien hablaba en voz baja, -“Fresia no habías salido a buscar a Luisa”- dijo Gary serio, se acercó iluminando con su celular, un bulto se movía entre la paja, -“¿Fresia que haces escondida ahí?”- dijo Gary lentamente quería tocarla, en eso salió la anciana de sorpresa y le planto en el rostro la hoz.

Fresia a medio camino voltio al escuchar el grito, veía el granero con las luces apagadas, -“¿Gary?”- dijo ella regresando a verlo.

Clarisa corría por el sembrío, no podía salir a la carretera, sorpresa se llevó cuando al salir vio la cabaña de su abuela, -“por fin, ¡abuela llame a un policía!, ¡han asesinado a mi amiga!, ¡abuela, donde estas!”- dijo Clarisa ingresando a la cabaña, subió al cuarto de su abuela pero las puertas estaban cerradas, en eso decidió abrir la puerta.

Fresia entraba al granero, -“¿Gary?”- dijo ella iluminando con su celular, veía los animales un costado amontonados, cerró la puerta para que no se escaparan, -“¿Gary cariño dejaste salir a los animales de la abuela de Clarisa?,¿dónde estas?, ¿quieres jugar otra vez?”- dijo Fresia sonriente empezó a buscarlo en cada corral, -“no me digas que quieres jugar a las escondidas”- dijo Fresia sonríete, iba al primer corral y no lo vio, fue al segundo apareciendo de sorpresa pero tampoco lo veía, -“¿Dónde estás sal de tu escondite?”- dijo Fresia aburrida, voltio y veía un balde boca abajo, ella con temor y cautela se asomó, lo levanto y veía sangre y dientes, asustada soltó, -“¡Gary!”- dijo ella huyendo del granero.

Clarisa estaba en el cuarto de su abuela, no la encontró pero vio una tina en su cuarto, ella lo ilumino, vio que contenía sangre, -“pero que es esto”- dijo Clarisa asustada, iluminando el piso, vio veía una cruz dibujada con una serpiente, ilumino alrededor del cuarto, había cráneos de carneros y reces, -“yo, me largo”- dijo ella asustada, salió del cuarto bajo por las escaleras y vio que alguien estaba a punto de entrar a la casa, rápido fue al cuarto dónde estaba el baño y entro, se encerró, miro hacia abajo y se tapó la boca cuando vio al lado del sanitario a Abner con varios cortes ensangrentado, lloraba del susto peor no podía hacer ningún ruido sino iba a ser descubierta.

La anciana tomo una escopeta que tenía guardada sobre la chimenea, tomo varios cartuchos, Clarisa temblaba asustada, la anciana cargaba la escopeta, -“¿alguien está en mi casa?”- dijo la abuela seria en voz baja, en eso se apareció Fresia de sorpresa por la puerta,-“ayúdeme mataron a Ga…”- dijo Fresia, la anciana volteo y le disparo en el rostro, volándole parte de la cabeza, Clarisa se tapó la boca más, para no gritar, -“en mi casa no entrar zorras”- dijo la abuela molesta, empezó de nuevo a cargar la escopeta, subió a su segundo piso, Clarisa escuchaba los pasos de la anciana que subía por las escaleras.

La abuela llego y veía la puerta de su habitación abierta. Clarisa estaba abriendo la puerta del baño muy despacio, en eso Abner despertó, “¡ayúdame, ayuda!”- dijo su amigo dando el ultimo respiro, Clarisa asustada salió huyendo, veía el cuerpo de Fresia, miro hacia arriba las escaleras, y su abuela le estaba apuntando, Clarisa grito y se agacho, cuando la abuela le disparo, pero no le había caído. Clarisa rápido salió de la cabaña, corrió hacia los campos de sembríos, la anciana bajo y empezó a seguirla con escopeta en mano, -“trajiste a mi casa el pecado y debo sacrificarlos para limpiar sus almas de estos impuros”- dijo la anciana furiosa.

Clarisa corría asustada sin saber a qué dirección irse, -“mi abuela enloqueció”- dijo ella entre llantos, la anciana la seguía mientras iba disparando, Clarisa se agachaba e iba por distintas direcciones, -“debo encontrar el auto”- dijo Clarisa llorando aterrada, miraba hacia atrás, en eso tropezó de nuevo y veía la oveja en su delante, el animal emitió su sonido propio, en eso la anciana apareció, Clarisa dio rápido un giro ene l suelo en cuanto vio a su abuela en su detrás, la anciana disparo cayéndole a la oveja, Clarisa se fue corriendo a gatas, logro salir del sembrío, vio el auto, subió en el, empezó a poner las llaves pero se le cayeron por que estaba muy nerviosa, cuando logro insertarlas, el auto encendió ella piso el acelerador, miro por el espejo retrovisor a su abuela apuntándole a lo lejos, ella grito y agacho la cabeza, la luna trasera del auto reventó tras el disparo que recibió, Clarisa se alejaba conduciendo, -“¡estás loca maldita vieja!”- dijo Clarisa alejándose de la anciana, mientras la abuela cargo la escopeta y disparo nuevamente, le cayó en una llanta, Clarisa perdió el control del auto, y se metió entre el sembrío golpeándose la cabeza contra el timón, herida y mareada por el golpe, Clarisa salió lentamente de su auto, voltio y la abuela la esperaba, la noqueo dándole un golpe con la escopeta.

Clarisa despertó, estaba atada de las manos y amordazada, veía el cuerpo de Abner y de Gary a su lado, asustada quiso gritar pero no podía, se encontraba en la sala de la casa, -“¿por qué me hace esto?”- dijo Clarisa llorando sin entender, -“porque, tú y tus amigos trajeron el pecado a mi casa, la lujuria, las drogas, el alcohol, las palabras obscenas, observe todo lo que hacían, merecían ser castigados y yo como mano de la justicia los voy liberare, su sangre será empleada para mis rituales de Hoodoo, y sus cuerpos serán sepultados en mis campos de centeno, para que sean prósperos y den abundancia en mi cosecha, ya que los trajiste debí aprovecharlo, y tu sangre la empleare para darme un baño de juventud, serás mi ofrenda”- dijo la anciana terminando de encender todas las velas negras que había en la cabaña, arrastrándola y colocando su cabeza en una bandeja, Clarisa lloraba aterrada, la anciana saco la hoz del rostro de Gary, lo levanto y le iba incrustar a Clarisa, mientras decía unos ritos de Hoodoo, Clarisa se empezó a desatar los más aprisa que podía, -“te ofrezco el sacrifico de mi nieta, a cambio de la abundancia y que me permitas tener vitalidad”- dijo la abuela, levantando la oz, en eso Clarisa se levantó con fuerza y la empujo, la abuela se cayó un costado, Clarisa se terminó de desatar, vio la escopeta, fue por ella, la abuela le quiso plantar la hoz pero Clarisa puso la escopeta enfrente para que no lo hiciera, ambas forcejearon, en eso la escopeta soltó un disparo y tumbo las velas al piso, empezando arder la cabaña, -“¡mi casa!”- dijo la anciana molesta, yendo apagar las llamas, Clarisa fue a la puerta a querer salir, -“mira lo que hiciste”- dijo la anciana furiosa tomo la hoz y fue contra ella, Clarisa abrió la puerta logrando salir de la cabaña, la anciana le empezó seguirla y a cortarle la espalda dos veces, Clarisa gritaba dolorida, cayó al suelo, la anciana se fue encima de ella, levanto la hoz para incrustarle, Clarisa la detuvo, lo iba bajando poco a poco hasta que logro colocarlo en el vientre de la anciana y dio un grito y se lo incrusto, la anciana grito adolorida, Clarisa se hizo a un costado, la anciana cayo con la hoz clavada en el vientre, estiraba su mano como a pedirle ayuda, Clarisa llorando se acercó le saco la hoz, -“gracias”- dijo la anciana, -“ningún gracias, muerte vieja bruja”- dijo Clarisa decapitándola de un solo golpe, luego grito asustada por lo que hizo. Mientras la casa estaba incendiándose.

El sol salía, la policía llegaba tras ver el incendio de la cabaña, Clarisa estaba un costado abrazando sus piernas, -“¿estás bien muchacha, que paso aquí?”- dijo el policía mirando la escena, Clarisa lo abraso y soltó la hoz.

-“¿todo eso paso?”- dijo el policía serio.

-“todo eso sucedió, mi abuela estaba loca, practicaba el hoodoo”- dijo Clarisa calmando su llanto.

-“Aparecen tus huellas en el arma blanca, y también las de tu abuela, daremos el caso por cerrado, tus padres acaban de llegar por ti, vete a casa”- dijo el policía serio la veía.

Clarisa salía de la comisaria, -“ya paso todo hija, estas con mamá”- dijo su madre, ayudándole a subir al auto en la parte trasera estaba un libro que con la misma figura de una cruz y una serpiente, en la portada decía “Hoodoo para vitalidad”.

Fin

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