CUÉNTAME UNA HISTORIA….

Cuéntame una historia… no esa historia no. La historia del hombre que venía caminando y ha cada paso que daba sangraba y en su caminar venía pidiendo perdón, por no haber sido el hombre que merecían. Perdóname se escuchaba que de entre sus labios lo susurraba, repetía lo mismo a cada paso, la sangre que corría de su cuerpo lo hacía cada vez más débil. Quiso vivir solo un poco más para pedir perdón por el daño que había causado, mientras la respiración se detenía, él no podía seguir, la sangre cubría sus ojos, y su ultimo aliento salia de su boca, su vida paso en un minuto, lo único que pensaba era en su familia. Por fin la sombra se acercaba a el y le decía que era hora de partir, el sentimiento de partir para siempre lo inundaba poco a poco y así fue como su vida se termino en un suspiro. Su recuerdo se quedo gravado en las hojas de los arboles, en las pisadas que nuca se desvanecieron, aquel día estaba presente en las lagrimas de los pequeños, todo se volvió gris y triste. 

Era la mañana del siguiente día y por fin descansaba en su casa, arrodillados y tristes se encontraban todos al rededor de el, el sentimiento de tantas cosas que no se dijeron inundaba los corazones de las personas que lo amaban, recordando lo grandiosa que había sido su vida, todos hablaban de el y cada minuto mi corazón se partía dos. 

Mi único deseo en ese momento fue, haber tenido más tiempo, para decirle todas las cosas hermosas que no se dijeron.

Ojalá que un día, cuando el otoño llegue y las hojas de los arboles caigan poco a poco, cuando las tardes naranjas inunden cada espacio de mi corazón tu estés ahí, esperando conmigo a que la primavera regrese.