(Usar auriculares)

Hoy te tuve en mi ser, o ¿solo me habías poseído para contar tu historia?.

 Se me acelera el corazón, y permites que caiga ante tu alma de pureza y creación divina, lo que me lleva a exceder las intenciones impuras de querer relatarte como mío y poder tocarte, sentir tu voz contando lo que sufriste, amaste, perdiste y ganaste… -¡Culpable de quererte tanto y no poder servirte como mereces!-

Pude contar que te llamaron «¡lunático y genio!», testigo son tus símbolos que abalan tu veracidad, yo creo en tus notas basadas en tonalidades oscuras que recrean ese «lunático y genio», y creo en lo que fuiste a pesar algún escepticismo que tuviesen sobre tu glorioso relato. 

-Le cantaste a la muerte y solo cortes de piel y carne dejaste, trágico y significativo. ¡Sos arte!-

Espero poder ser útil a tu tracto, solo déjame vivir y dar hasta mi ultimo aliento para gritar tu nombre, contar tus relatos, presenciar tu ausencia solo para recordar y venerar tal magnificencia del que no pude ser testigo físico. Mi alma y yo te sentimos en la madera; madera de las cuales tus cualidades lograron convocar a tan preciosas melodías, gloriosas melodías. Somos testigos y encargados de suplir tu voz para contar, transmitir y proyectar.  

Dedicado a Giuseppe Tartini 1692-1770 «Virtuoso» 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS