El Fantasma Trágico

Mi familia ve un payaso,

Mis amigos ven alguien fogoso,

La iglesia ve sabiduría,

Los maestros ven alguien visionario,

Los doctores ven ansiedad,

Mis compañeros ven amenidad,

Más hay un fantasma que solo yo percibo.

El fantasma me agrada,

Nadie lo conoce,

Él me acompaña

Para ver si alguien lo aprecia,

Pero siempre él distante,

Aunque lo vieras

No te lisonjearías

Un fantasma solitario,

No habla, es mudo.

Amable a más no poder,

Luchador como nadie,

Curioso hasta desaparecer,

Oscuro como la noche,

Portentosamente heroico.

Todos creen que el fantasma es sabio,

Más todos se equivocan.

Todos creen que es ególatra,

Más todos caen en error.

Ha comenzado a desconfiar,

Pues todos lo traicionan.

Nadie lo respeta ni estima.

Ha decidido desaparecer,

Pues nadie lo ve,

Nadie lo notaría.

Más si desaparece, lo extrañaría.

El fantasma da miedo,

Su oscuridad aterra incluso al más denodado.

Su calor abrasador y su frialdad cruel, capaces de matar.

Solo Dios lo conoce y lo ama,

A pesar de no ser de su agrado,

El espectro no siente su amor,

Más solo quiere sentirse apreciado.

El espíritu en la oscuridad se oculta,

En la luz habita, más ni su reflejo lo ve.

Su maldad lo aqueja y lo atormenta.

Su maldad lo atormenta,

Quiere ser virtuoso,

Más su maldad no lo permite.

Aun así, se comporta.

Es un anciano,

O tal vez un joven de otra época,

Encantado por la tecnología.

Él solo quiere ser apreciado

La gente lo admira,

Pero solo el preconcepto que tienen de él.

Solo su preconcepto les importa.

Todos lo desprecian en realidad,

Incluso la culpa le dejan.

Amado jamás será.