Bebiendo vino ajeno

Déjame explicarte mujer,
no soy como los que sueles tener,
soy exclusivo,
como cualquier ser vivo.

¿Por qué dices que me amas? ¿A cuántos más amas?
dices que me quieres por que no te trato como dama,
y aún siendo mortal veo el calor que emanas,
ven, quédate con la culpa, no con las ganas.

Sé que hay muchos que te prometen maravillas,
yo no soy así, frente a mí, tienes que estar de rodillas,
a veces no es necesario el vino, sino pasar defrente a las costillas,
disfrutar como se disfruta al mar en el verano, sobrepasar tus orillas.

Soy adicto a las curvas peligrosas
y a las mujeres escandalosas,
como buen mentiroso, estar rodeado de mentirosas,
fingir que nos queremos mientras mi cuerpo al tuyo roza.

Al terminar, tus brazos con los míos arrullo
y para no crear murmullos,
no soy de nadie, mucho menos tuyo