«FUERON LOS RUSOS»
No sé qué decirte, no me salen ni las vocales, ni consonantes. la discordia entre la nula fonética de mis mudas palabras se confronta, con el vasto eco de mi silencio, mis labios se mueven, pero no digo nada, los siento pesados tal como mis párpados.
Cansados de verte tan lejos y a la vez tan cerca, que me cega tu destello. brillas como la luz violeta que cubre tu esencia, aquella misma que tantas veces me llegaba hasta mi ser.
Mi ser, único y ambivalente, deambulando en el limbo de mi realidad y mis sueños y que no se distinguir entre esos dos rubros, estas aquí, en este plano dimensional o eres ese sueño efímero que tengo desde hace tantos años en verte convertirse en realidad y poder abrazarte.
Eres arena que se convierte en alma y sentimientos; aquellos que desde tiempo atrás guardaba para ti y que has hecho estallar en miles de té quieros.
No sé qué hacer, para que no te des cuenta que me he desbordado por ti, que no quiero que te enteres de que esto me rebasa y vas más allá de mi
No deseo que me veas vulnerable, por tu ser, ese que tanto soñé tener entre mis brazos durante tantos otoños atrás. como me escondo de ti, como te evado, como entender esta burbuja mental de obligar al amor a ser lo que no es.
Solo un sentimiento efímero y fugaz, eso es lo que no es, al contrario, es un abismo en el que se cae lentamente y en forma agobiante, mientras se sufre se llora y se ríe todo al mismo tiempo.
Ya no tengo salvación de mi propia incertidumbre, que vislumbra mi agonía en picada de angustia por querer tomarte entre mis brazos, y no despegarse de ti cada vez te veo venir hacia mi persona, de una manera desenfrenada. te has dado cuenta de que te amo, te intrigas te detienes a mírame detenidamente, sabes todo lo que no te puedo ocultar.
A quien le echo la culpa, a quien le hago pagar por dejarme al descubierto que te quiero con toda mi alma, a quien culpo por sentir esto que siento por ti. A quien hago responsable de hacerme temblar con tu mirada, tu sonrisa, tus palabras, tus caricias. cada vez estas más cerca de mí y el temblor de manos me delata. ya te disté cuenta de que eres el amor de mi vida,
Me clavas tu mirada y claramente me doy cuenta de que estoy perdido. que me has descubierto, que muero de amor por ti y sigo temblando de nervios, no me salen las palabras las vocales y consonantes me han abandonado no se a quien echarle la culpa por todo este gran amor que por ti siento.
Aquí vienes, estás tan cerca de mí, que puedo ver mi reflejo en tu mirada y con tu voz alegre y cálida me dices «lo se todo, se nota por la forma en que miras» y yo haciendo un último intento desesperado por ocultar mi vulnerabilidad y desviar tu atención, lo único que atino a decir con palabras sórdidas es que… «Fueron los rusos»…
Autor: Carlos Samuel Parra
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