Un día conocí a una persona que tenía una casa grande y bella, por donde quisieras verla era una casa magnifica y acogedora, pero para ella no era suficiente, porque ella estaba viendo otra casa que no tenía y según ella con mejores comodidades que la suya. Los años pasaban y ella seguía con la misma insatisfacción. Un día pudo conseguir esa casa que tanto anhelaba, pero aún a esa casa le encontró detalles y seguía con insatisfacción, terminó concluyendo que la antigua casa que poseía era mejor…
Ha cuántas personas no les sucede el mismo caso pero en diferentes áreas de sus vidas, siempre inconformes, siempre buscando más, siempre con una ambición tan desmedida que les impide disfrutar y valorar lo que ya tienen, lo que ya han logrado, el lugar que ya han alcanzado, la persona que ya son.
Al estar siempre pensando y deseando otras cosas, otra vida, que en el momento no poseemos, perdemos la oportunidad de disfrutar lo que ya tenemos y gozar de la compañía de quienes están a nuestro lado.
A veces no somos conscientes de lo afortunado que somos sino hasta que sin sospechar la vida nos da un giro de 180 grados que pone todo de cabeza arriba…
Siempre nos hallamos trabajando y dejando todo de lado por las metas que tenemos a futuro, por aquellas cosas que deseamos pero que todavía no las tenemos con nosotros…
En el libro del caballero de la armadura oxidada, el caballero aprende una lección acerca de la ambición, comprendió que la ambición de su mente lo llevaría siempre a buscar más y más, estaría constantemente en esa lucha por conquistar y conseguir, sin embargo se encontraría solo y desdichado, ya que al alcanzar esas victorias no tendría a nadie con quien compartirlas o que celebrara junto a él. Pero si en su lugar aprendiera a tener la ambición del corazón gozaría de paz y bienestar. Porque la ambición del corazón te lleva a buscar las bendiciones para ti y para los que están cerca de ti, te permite tener bienestar y compartir de tu bienestar con otros, además de sentir alegría y gozo y poder compartirla al mismo tiempo.
Si sigues ideando planes exagerados para alcanzar en el futuro, si continuas ideando planes para conquistar lo que no tienes de forma desmedida, te estancaras y perderás tu oportunidad de disfrutar a plenitud lo que ya eres, lo que ya tienes y a quien tienes.
Está bien que te esfuerces y quieras superarte en todas las esferas de tu vida, lo que no está bien, es que tu felicidad, tu paz, tu bienestar este a años luz de ti, porque de ser así serás infeliz toda tu vida.
Aprendamos a agradecer por estar donde estamos, por lo que tenemos, y por quienes somos, quizás estamos siendo afortunados y no nos damos cuenta…
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