Sonó la alarma a las 9 de la mañana, comencé a incorporarme poco a poco hasta que me senté en la cama mientras quitaba con las yemas de mis dedos algunas lagañas y tomando el móvil apagué la ruidosa alarma. El sol se filtraba por la ventana y la brisa cálida de verano envolvía toda la habitación.

El día de hoy me había levantado de buen humor ya que por la tarde sería la fiesta de mi mejor amigo y a la que asistiría la chica que me gustaba, esta vez me encontraba realmente inspirado, así que intentaría decirle lo que sentía por ella porque me había enterado de buena fuente que ella también sentía algo por mí.

Como me encantaban las vacaciones de verano, mi madre siempre cocinaba unos deliciosos hot cakes para desayunar y toda mi familia se reunía en el comedor para el desayuno, mientras que mi padre nos contaba historias de sus viajes a través de los cientos de países que visitaba por su trabajo. Las vacaciones veraniegas eran los únicos días en los cuales podía ver a mi padre y convivir con él, ya que su trabajo le impedía visitarnos seguido.

Terminamos de desayunar y salimos con mis padres al centro comercial para poder comprarle un buen regalo a mi amigo, ya que él se había lucido con el obsequio que me dio en mi cumpleaños y yo no podía quedarme atrás. Mientras mis padres me dieron el dinero para poder comprarle un buen regalo a mi amigo, también había traído todos mis ahorros para comprarle algo lindo a la chica que me gustaba. Recorrí los pasillos de esa enorme plaza hasta dar con el obsequio indicado para cada uno de ellos.

Al terminar, a mis padres se les ocurrió llevarnos a mis hermanos y a mí al cine, ya que hacía mucho tiempo que no íbamos juntos a una función, compraron las entradas para la película que ganó por mayoría de votos entre nosotros, al igual que se compraron las gaseosas y palomitas para disfrutar aquella película que todo el mundo afamaba.

Al salir de la función fuimos a comer al restaurante que servía los mejores cortes de carne de toda la ciudad, en donde también había música en vivo, lo cual hacía al ambiente único permitiéndonos relajarnos, divertirnos y degustar aquellos cortes tan jugosos y suaves de distintas especies animales.

Al llegar alisté mi ropa para la fiesta que según yo, era la que me hacía ver mejor. Entré a bañarme no sin antes dejar reproduciendo mi playlist
favorita, hoy todo marchaba a la perfección, hoy me sentía realmente infinito y por fin me sentía pleno como pocas veces me había sentido en mi corta vida. Mi vida era perfecta, mi familia perfecta, lo tenía todo y yo era un ser tan afortunado.

Me encontraba realmente ansioso, terminé de ducharme para después tratar de salir del baño y justo cuando me encontraba cerrando la llave de la regadera escuché un golpe macizo que se estrelló atrás de mí a unos cuantos metros de distancia, me encogí de hombros, volteé lentamente abriendo los ojos lo más que podía, mientras giraba mi cabeza mirando primero hacia arriba en el techo bajando rápidamente la mirada hasta el piso y ahí estaba. Era pequeña, con varias extremidades, un color negro brillante, estaba llena de pequeños pelos por todo su cuerpo, tenía una forma alargada y cuatro ojos.

Me quedé paralizado, la observé sin pensar nada, me perdí; solo la miraba, estaba quieta y no hacia el más mínimo movimiento, pasaron unos cuantos minutos hasta que pude volver en mí. Mi respiración comenzó a hacerse más lenta como si sintiera que a la mínima agitación, ésta se me lanzaría. No sabía qué hacer, a pesar de que ese miedo que le tenía a las arañas ya había desaparecido desde hace varios años, por alguna razón encontraba pelicular a esta araña que me hipnotizaba cada vez más. -¿Acaso aún le temo a una simple araña de mediano tamaño?- pensaba. – Vamos, seamos realistas – me dije, sin si quiera parpadear al ver a aquel arácnido, ya que pensaba que si tan solo le quitaba la vista durante un segundo este desaparecería y ahora estaría en una peor situación, encerrado con un ser que no puedo ver y que probablemente se encuentre al acecho listo para atacarme.

Pensé en ser indiferente e ignorar su existencia y simplemente abrir la puerta del baño y salir, quizá si ella veía que para mí pasaba desapercibida ella haría lo mismo, ninguno de los dos nos molestaríamos, pero esto sonaba mucho más sencillo de lo que en realidad era; ¿Y si esta esperaba que hiciera eso para lanzárseme a la hora de abrir la puerta en el momento donde me encontraba más expuesto? Detesté no ver más videos acerca de las arañas y como identificar a aquellas que eran venenosas y agresivas; claro, normalmente ese tipo de alimañas siempre se encuentran en los lugares más recónditos y extraños del mundo pero ¿y si esta había viajado de muy lejos?

Mientras pensaba todo esto en mi cabeza, seguía contemplándola, pero de pronto noté esta mucho más horrible de lo que ya era, la vi mucho más grande, ahora ya tenía unos afilados colmillos y contaba ya con al menos 8 ojos que me miraban fijamente, se comenzaba a transformar en una especie de tarántula pero menos peluda.

Quizá la indiferencia no era la mejor opción, no podría dejarla viva y con temor a que alguien más de mi familia o por lo menos de la cuadra fuera a ser la víctima de ese horrido ser. -¿Qué hora es?- Esa pregunta dispersó todos aquellos pensamientos y recordé la fiesta de mi mejor amigo y a la chica de mis sueños, no sé cuánto tiempo había transcurrido hasta entonces pero sentía que ya había sido demasiado y se me haría tarde, muy tarde. No podría seguir perdiendo el tiempo encerrado en el baño con aquella araña.

-¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué hoy?- me decía lamentándome –todo había sido perfecto hoy, nada podría haber salido mal y lo mejor apenas venía- me lamenté sintiendo un gran enojo. No había tenido días así en mucho tiempo y justo ahora terminaría uno de los mejores de mi vida. Pensé en llamar a mis padres o a alguno de mis hermanos pero me sentí tonto al pensarlo ¿Qué pensarían mis hermanos de su hermano mayor? Mis padres comenzaban a confiar en mí y a verme como un adulto ¿Cómo quedaría después de esto?

Noté que nuevamente aquella araña había cambiado de forma, esta vez era mucho más grande ¿En qué momento le habían crecido otras cuatro patas y le habían nacido otros 2 ojos? Cada vez su coloración se volvía más oscura y perdía aquel brillo que tenía al principio. ¿Cómo era posible esto? A pesar de todo aún seguía manteniéndose inmóvil.

-No tengo tiempo que perder, mi amigo y esa chica me esperan- a estas instancias me encontraba enojado ¿En verdad era posible que algo tan pequeño me mantuviera alejado de todo?. –Solo tengo que ser más ágil y pisarla- y mientras decía esto comenzaba a moverme y a tratar de hallar una pose adecuada para poder fulminarla de un pisotón.

-¿Y si es inofensiva?- no había pensado en ello, quizá hasta era una madre que debía de alimentar a sus crías –Espera- me detuve recordando haber escuchado en un documental sobre arañas que estas solían comerse a sus crías lo cual las hacia seres horribles y malvados, así que descarté esa idea –rayos debí de haber terminado ese documental en vez de cambiarle de canal al televisor y ver mi serie favorita, eso me ayudaría en estos momentos-. O simplemente iba de paso y calló por no sostenerse bien. Quizá se encontraba igual de aterrada que yo, tal vez tendría miedo que la pisara y prefería en vez de salir huyendo quedarse inmóvil hasta que yo saliera sin hacerle ningún daño para así proseguir su camino.

Sentí que ya había pasado una eternidad y ni siquiera había llevado el móvil conmigo, lo olvide así que no podía saber la hora exactamente –bueno de todas formas solo habría visto la hora y eso significaría quitarle la mirada a aquella araña- me dije. Y no iba a sacrificar mi vida solo por ver la hora para luego percatarme de que esta ya había desaparecido, seguía pensando en todas aquellas posibilidades -¿y si ella hace el primer movimiento?- ese chispazo que sentí en la cabeza al pensar en ello me hizo ponerme aún más nervioso – ¿Debería esperar a que se vaya?- Aunque muy en el fondo sabía que esta se quedaría ahí para atormentarme -¿Cómo contratacaría si ella se me lanza?- sabía que no era muy veloz y creía que este insecto era tan inteligente que atacaría alguna zona expuesta o vital como mi garganta u algún órgano como mis ojos.

Me sentía triplemente acorralado, primero por la raña, después por el espacio y al final por mis indecisiones, pensé en lo peor, quizá esta araña era una especie nunca antes vista y se podía transformar para poder eliminar a su presa de una mejor forma. En verdad era cierto o me engañaban mis ojos, esta vez era aún más grande.

Entre en pánico y no podía pensar claro, ya no tenía ni mis posibilidades, me hallaba a merced de aquel arácnido que había logrado atraparme perfectamente en su red. Luego pensé en el día perfecto que estaba teniendo y aun lo que estaba por venir, no podía fallarle a mi amigo ni a la chica que me había estado volviendo loco durante 5 meses, era todo o nada, no me quedaría ahí y en ese instante todo fue claro para mí. –Discúlpame- y mientras decía esto junto con una expresión de arrepentimiento mi pie se movió velozmente hacia aquel monstruo que en un principio era una pequeña araña.

La sentí, debajo de la suela de mi sandalia. Creo que nunca había pisado algo así de fuerte en toda mi vida, sentí como si toda mi fuerza se hubiera ido en aquel pisotón. Levanté el pie y yacía una pequeña araña aplanada en el piso. Me sentí aliviado y exhalé una gran bocanada de aire que parecía que lo había estado conteniendo desde el momento en que vi por primera vez aquella araña.

No pude evitar sentir lastima por mi enemigo después de verlo todo aplanado en el piso. Se veía tan insignificante que hasta me sentí mal por haber acabo con la vida de una inocente arañita y quizá no era todo aquello que había pensado, simplemente estaba en el lugar equivocado con la persona más paranoica que conoció -Y pensar que antes cazábamos mamuts- me dije mientras sonreía y cerraba la puerta del baño disponiéndome para ir a la fiesta.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS