El tiempo de vomito me hace recordar lo que carcome y merece expulsión. Me recuerda al rastro rojo de aquello que fui en más de veinte días y que muere, se va en sueves blancas, olores intensos, incomodidades eternas, melan-cólicos nacientes. Aquella inmundicia que se despide es lo que fui en siete días. Asepsia de mí misma. Que corra todo por estas aguas que no me pertenecen, porque en realidad estoy a kilómetros de aquí.
OPINIONES Y COMENTARIOS