Amor, ciego, que enciendes el viento y apagas la voz de las flores. Entierra una mujer en el llano del cielo, para que nazcan violetas amargas. Amor, que en una palabra entiendes mejor mi destino de azules añoranzas. Amor, veneno, hambre sin edad. Suspiro de una estrella. Este es el destino del poeta escribir grises versos a la musa que enciende colores y apaga la luna.  Amor, que me has dado en vez de espinas, el calor soñado de un beso. Amor, que se sería de mi si partieras a un horizonte sin el sueño de una gardenia. 

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