Destino

Hace mucho tiempo, había una chica que vivía en una montaña, su cabello era colocho y café, tenía una estatura un poco baja y vivía sola en una cabaña de madera.
Ya que ella estaba sola, tenía que investigar unas cuantas cosas por su cuenta, entre ellas estaban las recetas de cocina, en el intento de buscarlas un libro se cayó de su estante.
Y a ella le llamó la atención, ya que nunca lo había visto, lo que mas le impresionó fue que el título del libreo era: «Destino»
Ella lo terminó abriendo en la mitad, pero lo que pudo leer solo le rompió el alma en dos, y esos dos pedazos se partieron en otros mil.
Lo que había en el libro era por decirlo así una predicción desde que hace mucho tiempo con la familia de esa chica, esto es lo que estaba escrito en el libro: «El destino dijo que conocerás a el amor de tu vida, pero un una leve condición, jamás podrás estar con el/ella, verás sus aventuras, podrás verlo/a llorar, lo verás feliz y lo verás triunfar, pero por más que quieras estar a su lado… No vas a poder.»
Isabel pudo comprender que toda su familia estaba atada a esto desde un inicio, y que no se habían podido casar con el verdadero amor de su vida, y ella sería la siguiente. Fue tan decepcionante que  ya no tenía hambre ni ganas de hacer otra cosa en su casa.

Un día como cualquier otro Isabel fue a dar un pequeño paseo, pero a los pocos minutos pudo ver a alguien que parecía ser un chico correr en dirección hacia ella.  La cabeza de ella daba vueltas y vuelta, ya que no entendía el porqué había una chico en ese lugar o de donde venía corriendo.
Sea cuál sea la respuesta, pudo ver que el estaba lastimado principalmente en la cara.
Y no le quedó otra opción más que llevarlo a su casa, al llegar lo colocó en la cama y sanó sus heridas.
A la mañana siguiente, el chico despertó. Su apariencia le llamó la atención a la Isabel, su cabello era rubio y rizado, sus ojos eran marrones, su cara fina y su sonrisa hermosa, en pocas palabras para ella era perfecto.
Hola, mi nombre es Isaac, te agradezco por cuidarme, dijo el chico.
Isabela solo sonrió de manera amable y se presentó ante el.
En ese preciso momento ambos sintieron algo que nunca habían sentido, pero no le prestaron mucha atención, ya que se acaban de conocer y pues fue solo una coincidencia.

Pasaron unos meses y se terminaron haciendo mejores amigos.
En un día como cualquier otro, Isaac llevó a Isabela a su casa, ya que no quedaba muy lejos y además era una buena idea que conociera también su hogar.
Cuando llegaron a la casa Isabel chocó accidentalmente con un mueble en el que habían libros, uno de ellos lo pudo atrapar Isaac, pero al leerlo Isaac simplemente quedó sin palabras, Isabel también quedo sorprendida ya que era lo mismo que ella había leído en su casa.
Solo pudo consolarlo y contarle que a ella también le pasó lo mismo.
Los dos pasaron casi todo el día pensando en el por que a los dos les había pasado lo mismo, pero lastimosamente llegó el momento de dormir, Isaac le ofreció a Isabel quedarse en su casa, y claramente ella aceptó.
Ambos se quedaron dormidos entre los brazos del otro, a la mañana siguiente escucharon que alguien había tocado la puerta, pero se sorprendieron al ver que era un amigo de Isaac.
Los tres pasaron los siguientes seis meses siendo muy buenos amigos. Pero Fabian (Amigo de Isaac) se estaba enamorando poco a poco de Isabela, y lo peor de todo es que Isaac lo había notado desde hace un tiempo… Lo que le rompía el corazón era que no podía hacer nada, ya que eso era a lo que estaba destinado, pero el en verdad amaba a Isabela y estaba dispuesto a hacer lo que sea para estar con ella el resto de su vida.
En un día normal Fabian tomó la decisión de declararse a Isabela.
Hola Fabian, de que querías hablarme?, preguntó Isabela
Fabian lo único que respondió fue: «Me gustas, y quería saber si tu también sentías lo mismo»
Lo siento, pero yo ya estoy enamorada de alguien más, Dijo en voz baja Isabela.
Es Isaac verdad? Preguntó Fabian
Isabela le dijo que desde que lo conoció le llamó la atención, pero que se enamoró de el.
Isabela finalmente tomó la decisión de hablar con Isaac de lo que sentía por el, al llegar a la casa de el, no se contuvo y le dijo: «Me gustas, y esto lo siento desde el día en el que te conocí pero no se si-
Antes de que pudiera terminar de hablar, Isaac ya la había besado.
«Tu también me gustas, y no me importa lo que diga el destino, yo si voy a estar con el amor de mi vida» Esas fueron las palabras de Isaac al darse cuanta que en verdad ella lo amaba.
Unos años después se terminaron casando, y junto con eso formaron su propia familia.
Y Fabian también encontró a el amor de su vida un tiempo después.
Quien diría que el destino no siempre va a ser tan cruel como la mayoría piensa.