Hoy es uno de esos días en los que tu alma no quiere estar en tu cuerpo. De esos días donde ella misma quiere huir de su propio dolor. Esos días donde, por mas personas que te rodean te sientes solo. Nadie a quien contarle lo más profundo de tus pensamientos y ser. Eso que tanto te agobia y se te lleva la vida en un abrir y cerrar de ojos, y cuando intentas respirar, viene esa ola de emociones, mas cargada que la anterior y te arropa. Será verdad que es orgullo herido, para serlo tendría que pasar menos tiempo sufriendo y más analizando el porque de la situación. El miedo, es una constante en todo ser humano, y es por el que hacemos o dejamos de hacer. En mi caso, yo deje de hacer. Ese temor de aventurar en la vida y, conocer lo prohibido en cada cosa. Ese temor que te consume, por mantener una imagen, tu integridad, y muchas veces hasta tu corazón. Ese, que viene acompañado de esas cosas que tanto anhelas y que nadie te quiere ofrecer.
Creo que mi valor como persona disminuye con el tiempo. Entiendo que no soy buena, que soy mala en lo más profundo de mi ser y que por ello, a veces no merezco las cosas buenas de la vida. Dicen por ahí que en la vida no se puede tener todo, pero de las cosas necesarias, de todas ellas carezco. Dejar que el mundo siga porque te das cuenta que al final, seguirá su curso aunque hagas falta.
El mismo amor no llega dos veces, el problema viene cuando el primero nunca se va. Y si aun con eso eres capaz de seguir con tu vida, entonces tal amor nunca existió.
OPINIONES Y COMENTARIOS