Radical sin forma

Radical sin forma

David_77

03/01/2022

No hay cita o aforismo que no haya escrito Winston Churchill. De hecho, tengo serias dudas de que este no sea suyo.

La mayoría de las personas no se adhieren a una idea política por considerarla lógica o bien fundamentada. Se adhieren a ella simplemente por ser enemiga de otra idea.

No entiendo esa animadversión hacia el resentido: increíble hombre de infinita paciencia. Toda su vida lleva esperando a que el mundo le pague lo que le debe.

De niño casi todo me parecía verdad: Los adultos me parecían verdad; los países me parecían verdad; las intenciones de los demás me parecían verdad. No sé en qué momento se truncó ese maravilloso mundo de mentiras.

Alguien que afirma o que niega en verdad no se juega nada, la dualidad de lo real lo avala. Solo quien duda tiembla y en perpetua inconsistencia se lo juega todo.

Cualquier persona incapaz de dudar de sus creencias hace que se ponga en alerta mi cerebro reptiliano. Los músculos se me tensan y mi cuerpo se prepara para la huida.

Me habré leído más de cien libros de autoayuda y he ganado en autoestima y personalidad; y eso a pesar de haberlos leído.

Tan solo un errático impulso eléctrico o un mal hueso de aceituna, sombra acechante a los pies de está figura. ¿Fragilidad?: su nombre es existencia.

Quién duda vive en el lado impar de las cosas, en el afilado punto cortante donde nada se detiene ni reposa. Y no hay ya rigor científico qué le calme ni afianzada ley moral que le detenga, gota que se sabe gota en un mar de irrealidades.

En la niñez crees que tu vida es cien por cien tuya, en la adolescencia te ríes de esa exageración, en la edad adulta luchas por ese diez por ciento que todavía te corresponde

Todo pesimista fue en su día un optimista sin mesura.

Si algún genio bienhechor me diera la oportunidad de eliminar para siempre alguna de mis dudas, dudaría de sus intenciones.

Todas las guerras del mundo se han hecho por la defensa de una verdad, ninguna por la defensa de una duda.

Todo hombre posee al menos tres o cuatro verdades en su vida. De la calidad de esas verdades dependerá la calidad de su vida.

Ni mediante una relación de causa-efecto, ni mediante la lógica, ni tampoco de forma empírica podemos afirmar con certeza que Napoleón existió. Hemos oído o leído que existe y en esa prueba fundamentamos nuestra creencia. Si esto hacemos con Napoleón, que no haremos con nosotros mismos.

Siempre que escribo en forma literaria creo estar escribiendo el Quijote. Me pregunto si a Cervantes le ocurría lo mismo.

Por cada mentira en el mundo una partícula se resquebraja, un átomo se resiente y una oquedad de zanja oculta una simiente. No, no hay engaño que no modifique alguna forma ni falsedad que no altere alguna estrella.

Para un escéptico la vida es ante todo incertidumbre, para un fanático es ante todo certezas.

Caminando entre la multitud no veo personas sino interrogaciones. ¿Cuánta conciencia de sí mismo tendrá ese hombre?, ¿Cuántos sueños habrá enterrado ese otro?, ¿Se podrá medir en toneladas la decepciones de esa mujer?. ¿Y la verdades de ese otro, le servirán como sostén para soportar la vida?.

La verdad es como el genio que destaca entre el barullo de los mediocres, claridad que molesta al intelecto oscuro, firma sin contrato entre un yo que reconoce a un tú en el mismo plano de una vida.

Siempre que alguien me dice que nuestra existencia se la debemos al azar no dejo de preguntarme quien creó el azar.

La vida es eso que te ocurre cuando no piensas en ella.

Cuando Dios creó al hombre pensó: «va a tener que trabajar… va a tener que morir… ¡uf que tenga imaginación al menos!.»

Cuando voy en un vagón de metro y miro las mil y una cabezas que tengo a mi alrededor me pregunto quién nos ha engañado, ¡qué cerebro!, ¡qué inteligencia!. Ese hombre solo pudo ser dos cosas: o un pastor o un coleccionista.

Me cuesta mucho entender a los absolutamente convencidos de la existencia de Dios. Pero con los absolutamente no convencidos me ocurre lo mismo.

Cuando veo un mendigo en la calle siento una especie de vergüenza existencial: la sensación de que este mundo se construyó de forma rápida y provisional.

Lo malo de pensar es que tal vez descubras un día que casi todo lo que te han contado es mentira. Lo malo de no pensar es que siempre vivirás en un mundo de verdades.

Mostrar tristeza, pesadumbre o dolor existencial se han convertido en sentimientos prohibidos. Todo debe ser colorido, suave, ligero. Jamás pensó la parca que reiría tanto como en este siglo.

Voy a escribir una frase sin ofender a nadie. ¡Y punto!, Perdón por la coma.

La diferencia entre alguien que piensa y alguien que siente es que el primero consigue éxitos y el segundo no los necesita.

Puede haber más distancia entre dos personas que entre dos planetas. Por eso nunca salgo sin mi telescopio.

«Todo pasa por algo… El destino te depara algo mejor… no era la persona indicada para ti…». Millones de años de evolución y todavía seguimos sin saber que las palabras no sirven para el desamor.

Una obsesión es una idea que trabaja en idear una idea mejor que supere no solo a la primera idea sino a esta última idea que acaba de ser ideada.

Damos por hecho la presunción de inocencia y obviamos la presunción de imbecilidad. Yo, sin embargo, conozco más tontos que inocentes.

Abraza a quién rectifica una idea. Es uno de los fenómenos más extraños de la naturaleza

La diferencia entre un tímido y un descarado es que el primero se oculta y el segundo se miente.

Hay muchas formas de locura: La cordura es solo una de ellas.

La gente que da consejos es la que más perdida está. ¡Créeme!, es un consejo.

El teléfono, que surgió para comunicar a las personas en la distancia, hoy sirve para incomunicarlas y distanciarlas.

Que buenos jueces somos con los demás y que malos prisioneros con nosotros mismos.

El verbo querer es amigo del sustantivo incondicional, no se fía del adverbio según y lo daría todo por el participio amado.

Estamos hechos del remiendo de nuestros fracasos.

Lo malo no es fracasar, sino ver el fracaso como un fracaso.

Las victorias te engrandecen. Las derrotas te llevan a la victoria.

Hay un mundo de perdedores y un mundo de ganadores. Quién piense así ya ha perdido.

Solo el ser humano es capaz de sentir la misma angustia viendo un león que imaginándolo. Con la suegra nos ocurre lo mismo.

El amor escapa a toda forma de control: Por eso solo los necios aman de forma calculada.

En una conversación está lo que tú dices, lo que otra persona dice, lo que esa otra persona cree que tú dices y lo que tú crees que esa persona está diciendo. Por eso únicamente el loro nos imita.

No es lo mismo que X ame a A, que A ame a X. Está claro: el amor y las matemáticas no funcionan.

No fue rencorosa, no fue envidiosa, no fue avariciosa, no fue soberbia, no fue resentida. Por eso nunca le pregunté lo que era. Me bastaba con lo que no era.

Huir de todos los peligros puede ser lo más peligroso.

Si escondes un problema como si fuese un bulto estarás peor que antes: tendrás un problema abultado.

No hay mayor éxito que saber aprender de una derrota.

A todo lunes le precede un domingo y le sigue un martes. A todo presente le precede un pasado y le sigue un futuro. A toda ideología la precede la ignorancia y le sigue el miedo.

Cuando alguien se presenta demasiado simpático, automáticamente algo me dice que no me fie de él. Es como cuando asoma el sol en medio de una tormenta.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS