Maquiavélicos trajes de latón,
vinieron a buscar al inexperto en sus tierras.
Él pondera racionar las porciones
para volverse inmortal.
Su colgante vudú se infla
y le disecciona el buche.
Las experiencias que cayeron en la mugre,
han quedado a su suerte.
La soledad voltea
y convida.
Qué gran placer, fantoche:
cubrirnos las canas para caer en la noche.
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