En algún punto de nuestra vida nos encontramos con los lamentos y los arrepentimientos, sentimientos que son dolorosos y producen una inmensa tristeza cuando se evocan en nuestra mente y nuestro corazón.
El diccionario define el arrepentimiento como: sentir alguien pesar por haber hecho o dejado de hacer algo.
A todos en un momento de nuestro andar por la vida nos ha pasado que de tanto pensar y postergar se nos han escapado las oportunidades para hacer algo que realmente deseábamos y anhelábamos hacer. Esperar el momento oportuno, dar tiempo al tiempo fueron los argumentos que en su mayoría nos llevaron a lanzar oportunidades únicas por la borda.
Tener miedo a zambullirse constituye un error colosal que luego nos cobra con creces a través del dolor de arrepentirse por no haber accionado cuando podíamos hacerlo.
Vale más arrepentirse por algo que hiciste que por algo que no hiciste… Al final lo que más cuenta en la vida son las experiencias que viviste aunque algunas de ellas te hayan causado algún dolor. Vivir no es sencillo, y si a eso difícil le anexamos una vida de arrepentimientos, viviremos terribles sentimientos de dolor y tristeza.
No somos eternos, no tenemos tanto tiempo como para esperar años, meses o cambios de siglos y condiciones para poder luchar o vivir las experiencias que nos gustaría vivir. Aunque la gente dice que no, hay cosas, vivencias y oportunidades que no son igual en la vejez, cuando las fuerzas son pocas y los golpes de la vida te pasan una factura alta.
Creo que a pesar de las más tristes y agobiantes circunstancias siempre podemos hacer algo para sentirnos realmente vivos y no solo que existimos.
Todo lo que dejas pasar hoy pudiendo haberlo hecho te dolerá más adelante, por el hecho de ya no hay vuelta atrás. Todo lo que no hacemos en nuestra juventud nos persigue hasta el lecho de nuestra muerte.
Puede que te guste pintar, tal vez cantar e incluso bailar, pero lo has desestimado porque necesitas trabajar, o porque consideras que no llegaras a ningún lugar con ello. Sin embargo ese espíritu que llevas dentro merece ser alimentado. Aunque nadie te reconozca como artista, aunque no te aplaudan por tu baile o por tu música, tú continúa haciéndolo. Continúa compartiendo tu magia con el mundo. Porque al hacerlo serás feliz y cerraras la puerta a vivir una vida de lamentos por estar escuchando a otros.
Mientras más lamentos tengas, más dolor experimentaras, trata por tanto de vivir tu vida sin ningún lamento. Perdónate por el pasado y los arrepentimientos de lo que no hiciste antes. Date la oportunidad de hacer un trato contigo mismo, de vivir una vida de nuevas experiencias, una vida de momentos nuevos, desafíos y retos. Crea las condiciones para escribir tu propio cuento de hadas.
No hay una sola forma de vivir la vida. Has lo que crees que debes hacer.
Lucha y persigue tu sueño de ser lo que quieres ser y disfruta del viaje.
No te arrepientas… Hazlo… Siempre podrás ganar una experiencia.
La vida es hoy.
Yuliangelene Mosquera.
OPINIONES Y COMENTARIOS