Digo lo que pienso y pienso lo que digo

Digo lo que pienso y pienso lo que digo

El ente humano está regido por una serie de pensares, sentimientos y emociones que, en dicho momento, provocan ciertos modelos de conductas atípicos. Y es que, hasta que no aprendamos que una situación no determina toda vida, no obtendremos la capacidad de enfrentar nos a nuestros problemas. Todos, sin excepción, ya sea de cualquier índole, tenemos problemas los cuales se disfrazan de una bendición. Quizás, no podamos tener control sobre las acciones de los demás, pero estoy segura que somos responsables de nuestro reaccionar.

Nuestra conducta se acopla a las circunstancias por la cual estemos pasando. Y aunque nos cueste entender el dolor nos hace más fuertes, pero esto es un proceso, el cual puede sacar lo peor o lo mejor de nosotros. Cuando nos hierren sentimos impotencia, rabia, decepción, tristeza, ira y nos puede pasar por la cabeza muchos pensamientos negativos. Pero ¿Cómo podemos manejarnos con todo esto? ¿Cómo podemos tener la capacidad para respirar y continuar? No, no es fácil, no, no existe una fórmulaanti rabia.

Es cuestión de pensar con la cabeza fría. De no dejar que nuestrasangre se altere. Podemos elegir la reacción que deseamos tener ante determinada situación. Es algo que se aprende, puesto que, si atentan contra nuestra integridad onuestro ego entonces, actuamos a la defensiva.

Es muy agradable cuando escuchamos palabras que fortalecen nuestro ego. Pero a vecesnecesitamos que nos digan la verdad. Decir la verdad implica muchas cosas, pues debemos admitir que en ocasiones no estamos preparados para escucharla (existen personas que se fabrican su propia mentira y les gusta). Sin embargo, la verdad como dice la dicha tarde o temprano sale a la luz. En ocasiones es un tanto difícil para la persona que tiene que decir la verdad como para aquella que la debe escuchar. Cuando se implican sentimientos, estos se ponen en juego, y se pueden alterar. Los estados sentimentales nos pueden causar un gran dolor.

Existen personas que hoy día se dedican a vivir sus vidasatravés de un celular, y publican todo su diario vivir y expresantodo lo que no se atreven a expresar de manera personal (respeto el derecho a la libertad de cada quien). Pero por esta razón se siente amargadas, tristes, vacías y viven en constante búsqueda de personas, de cosas, de superfluidades y nunca siente un ápice de felicidad.

Desde mi punto de vista, considero la tecnología ha tenido mucha repercusión en lo que se refiere a las relaciones interpersonales. Y es bien sabido que, muchos no le dan el uso adecuado. No es raro que a las personas les guste hablar víawhatsApp con alguien de manera personal, ya sea, por el hecho de que se desinhiben y son menos tímidos o por el hecho de que lo encuentran más interesante. Sin embargo, se ha perdido el valor de lo que es estar pensando en el otro, de lo que es sentarse a conversar de manera sincera y honesta frente a frente a la otra persona. Recibir abrazos, sentir la presencia y compañía de esa persona. Las redes sociales, las aplicaciones, no ofrecen el contacto humano. Es triste cuando le dedicamos más tiempo al celular, que a las personas. Y es cuando caemos en eso de amar los objetos y querer a las personas.

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