13 limones y un amor
Se cruzaban de a uno en la carretera, y ahí estaba él. Solitario sin destino, circulando en el vivir. Mirando atónito los limones, su mirada lo atravesó. La vida en un suspiro le pasó por la carretera sin decir adiós.
Solo queda el amor como destello del sol y ardor de su calor que se disfraza de pasión.
Amanece, los limones se marchitan, solo plasman en el suelo la marca del dolor. Hoy con los ojos arrugados te regalo este recuerdo sombrío y absurdo del paso del tiempo, los limones marchitos y su amor eterno.
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