Por qué mentir y por qué mentirnos, que estamos bien

Por qué decir que no nos importa, cuando es todo lo contrario.

Decir que no nos duele, cuando duele demasiado.

Fingir que nunca paso, cuando vivieron mucho, cuando se besaron en las avenidas transcurridas y se abrazaron en calles solitarias.

Decir que quizá no fue amor, cuando sabes realmente que sí lo amaste, que día y noche eras feliz por la sola idea de saber que estaba a tu lado.

Por qué alejarnos del dolor, ocultarlo y decir que somos fuertes.

Cuando por las noches, en las lúgubres noches, te derrumbas, tú careta de felicidad cae y se convierte en Tristeza, en sollozos.

Por qué después de tanto tiempo lo recuerdas, pero va, sí te preguntan por él, te haces la desentendida, y cambias de tema.

Aún así, sigues viendo aquellas fotos, de aquellos momentos, de aquellas risas. Y vuelves a caer en la vulnerabilidad, en el sentimentalismo, en el dolor.

Por qué mentir, por qué mentirnos. Cegarnos, aferrarnos.

Porque lo tuyo es amor y amor del bueno.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS