Mujer Despues de los 40

Tener más de 40 no es sinónimo de vejez – en el caso de las mujeres -, como muchos nos dicen o nos etiquetan, «ya eres una señora de 40» o nos dicen cruelmente «ya eres una vieja», no puedes hacer esto o aquello, como si en algún lugar estuviera escrito ¿qué podemos hacer y qué no podemos hacer después de los 40 años? … y a muchas estoy segura, que esto no les cae nada bien, a otras no les puede importar, pero algunas, estoy segura que si las deprime.

El tener más de 40 años para una mujer, no es colocarte en el rincón como un juguete o adorno viejo que ya nadie usa o mira;  muy por el contrario a esto, tener 40 años para una mujer es sinónimo de seguridad, de poder, de sensualidad, de elegancia, de respeto, de levantar miradas y suspiros, dejando el aroma de nuestro perfume por donde pasamos como una huella y que quede marcado en el aire, que pasaste por ahi.

Es escuchar ese – clac, clac-  de esos tacones negros altos de punta, golpeando fuerte con pasos firmes contra el piso, que provocan ansiedad y nervios entre los que  escuchan que se acerca.

Ya no es usar jeanes ajustados y rotos, acompañados de unos tenis y camiseta con ese escote que enseñaba tus firmes pechos a los 20 años.  Muy por el contrario, comenzamos a usar  jeanes olgados, acompañados de un elegante suéter ancho y unas botas bajas o sandalias altas, con gafas oscuras y tu cabello a merced del viento. Deja de ser prioridad el enseñar, por el vernos bien.

En vez de sentarte en un bar, lleno de jóvenes a tomar jarras y jarras de cervezas; empezamos a preferir un bar ochentero o  un restaurante al aire libre, donde te sientas a solas, con una buena copa de vino tinto, disfrutando cada sorbo.

Ya dejas de usar tanto maquillaje, que tiende acentuar el doble tus patas de gallinas en los ojos, optando por un maquillaje sutil y natural, que asienta bien tus facciones y el paso de los años en tu rostro, de forma fresca y sin parecer una momia, mostrando esas bellas arrugas de mujer madura, de manera más hermosa e interesante.

Te preocupas más por verte sensual y elegante, sin tener que mostrar tanto tus pechos o tu entrepierna, aunque sepas que tus pechos aún están en su sitio; sin embargo, no puedes pretender usar ropa diseñada para una veiteañera y terminar viendote sensual y vulgar, sería como pasar de lo sublime a lo ridículo.

No se vuelve prioridad tener una pareja para poder ser feliz o lograr tus metas; simplementes te las impones y las logras, estes con alguien o no.  Dejamos de ser celosas como éramos de jovencitas y no obligamos a nadie, que no nos quiera y no esté dispuesto a seguir a nuestro ritmo, a que permanezca a nuestro lado,  simplemente es libre de irse si así lo desea, ya que a esta edad, nos olvidamos de ese derecho de pertenencia, que de jóvenes creíamos tener sobre nuestros novios.

El sexo se vuelve más selectivo, pues ya no pensamos en cantidad, si no en calidad. Son mejores 20 minutos bien disfrutados, que nos dejen agotadas de placer y satisfechas, con un orgasmo increible; a sólamente 10 de ajetreo que nos dejan con ganas y sin terminar.

Tener 40 años o más para una mujer, no es el fin del mundo, es disfrutar de cada día al máximo, seguras de – ¿qué queremos? – ¿cómo lo queremos? y ¿cuándo lo queremos?;  donde no cualquiera puede llegar hablarte pendejadas. 

La mayoría de las mujeres a esta edad, ya somos independientes, profesionales,  algunas muy exitosas, con un futuro ya bien fijado y planteado; porque a los 40 aún no se acaban nuestros días y mucho menos nuestra energía, aún nos falta lograr mucho más, así que seguimos poniéndonos metas a futuro, a 5 o 10 años, porque sentimos que aún nos falta más por conquistar.

¿Arrugas? – ¡pues claro!; ¿canas? – ¡uff por montones!, pero eso no te etiqueta de anciana o de incapáz; por el contrario las miras en un espejo y tu mente comienza a volar al pasado, a cuando tenías 20 años o 30 años quizás; a cada día vivido, bien bailado y bien gozao como dicen en mi país.

Comenzamos a ver que la prioridad en nuestras vidas, siempre debió ser nosotras mismas y empezamos a trabajar en eso, sabiendo que debimos hacerlo desde antes; porque a pesar de tener 40 años o más, aún nos sentimos maravillosas, lo cual a los 20 o 30 años de edad, ni siquiera nos lo hubiéramos imaginado y nos decimos a nosotras mismas – ¡ombe pero aún puedo! -.

No dejemos por ingun motivo que el llegar a los 40 años y pasarlos, nos derrumben emocionalmente. Un homnbre a los 40 años y con canas,  es super sensual – ¿o no?-,  la pregunta es ¿porqué nosotras no?… y no es por compararnos, porque somos sexos distintos y cada quien tiene su rol en la vida, pero tampoco podemos abandonarnos nosotras mismas.

Después de los 40 años, aún seguimos siendo mujeres hermosas, fuertes, llenas de vida, aún nos gusta el sexo, pero de calidad;  algunas hasta con fantasías. Seguimos siendo sensuales, pero esta vez, como señoras elegantes, que se imponen con su presencia por donde pasan y a donde llegan.

Aún somos capaces de conquistar lo que nos propongamos conquistar; de levantar suspiros hasta en chicos de 20 años – obviamente sin meternos con ellos – podrían ser nuestros hijos; pero por el simple gusto de ver que aún podemos con lo que sea y no permitir que nadie nos diga lo contrario.

!Vivan esos 40 y más de todas las bellas mujeres!!! …