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siempre he escuchado decir que todos nacemos con un don. Qué si alguien sabe cantar, dibujar, escribe lindo o se destaca muy bien en algo, aquello es su don.

Y, así he crecido yo. Creó que desde que tuve uso de razón y entendía mejor las cosas, quería descubrir el mío, siempre quise, siempre quiero.

La gran parte de mi vida he estado rodeada de personas que se destacan en algo, algunos son más buenos que otros, saben exactamente que hacer, sin saber exactamente qué es lo que hacen, pero lo hacen bien.

Hasta esta etapa de mi vida, he intentado aprende, hacer, prácticar muchas cosas, intentando encontrar ese don- a decir verdad, prefiero cambiar Don, por habilidad- pero no sucede nada, sólo sigo el ritmo.

Hubo un tiempo en que creí que la cocina era lo mio, que ahí estaría mi habilidad, confiaba en mi. Sin embargo no fue así, termine decepcionada de mi misma.

Ahora, sigo mi camino de la búsqueda. Creó que la mayoría de las decisiones que he tomado, algunas buenas y otras no tanto, han sido tomadas por este motivo, por encontrarlo, por encontrarme. Uno de ellos es el cambio de vida, de cuidad, de amigos. Después de tanto tiempo, sigo perdida, sin respuesta, sin la aclamada habilidad.

Aveces tengo ganas de escribir, cómo esto, cómo ahora. Es algo nuevo, días siento que soy buena y otros que no. Al final siguen siendo palabras, sin sentido, para auto-ayudarme.

Seguiré en mi búsqueda, en mi don, en mi habilidad, en mi yo…