Para mi Amiga…
¿Tienes esa amiga, la cual recurres vez tras vez?
¡Yo tengo una amiga, que es inigualable! Es única en todos los sentidos….
Mi amiga, no me deja, no me decepciona, no me abandona.
Es difícil en encontrar una amiga, así como ella.
Cuando me encuentro en los lugares más oscuros, esa amiga mía me brinda la lampara para seguir alumbrando mi caminó.
Cuando mi cuerpo se va entumeciendo por el frio de la soledad, mi amiga me brinda abrigo; si, ella me da calor y puedo nuevamente sentir.
Cuando voy a caer por el precipicio, mi amiga me grita con voz fuerte, ¡¡Cuidado, Cuidado!! Rápidamente me detengo y pienso que hubiese sido de mí sin mi amiga.
Cuando en el total silencio estoy, mi mente divaga y mis malvados pensamientos se apoderan de mí, allá viene mi amiga, viene a salvarme y me dice:
Détente, ¡¡basta ya!! Recuérdate de mí, así podrás seguir adelanté.
Cuando triste y desolada estoy; allá un rio de gotas recorren mis mejillas, esa amiga mía no lo piensa dos veces, me seca las lágrimas con su paño de alegría.
Cuando mis energías se agotan, mis pies se arrastran, mi cuerpo, mente y alma, se derriten y me siento consumida por el cansancio de la vida, mi amiga con mucho amor y sabiduría sin dudar me dice:
“Aprende del Sol, él es Grande y poderoso, lleva años trabajando, pero tiene su tiempo para descansar. Es ahí donde sale La bella Luna y dice, es mi hora de brillar”.
No te preocupes me dice mi amiga, “yo te brindo ánimo para que vuelvas a continuar”.
Si, mi amiga no me abandona, ella es fiel y persistente. Me caigo, y ella me levanta, me recuerda que eso es parte de vivir, y que si no te lastimas, ¿cómo vas a aprender a curarte?
Ella, si, mi amiga del alma sabe cómo reconfórtame.
Me recuerda que quizás no todos los días van a ser perfectos y buenos, pero si hay algo bueno que sacarle a cada día.
No te dejes llevar por la tristeza, ni por el desánimo, ni por la desolación. No te des llevar por el cansancio, por el dolor o por la decepción. No te dejes arrastrar por la oscuridad en tus pensamientos. No te dejes hacer tropezar por piedras que no son montañas, ni ahogar en charcos que no son mares. Recuerda, los callejones si tienen salidas y las puertas que sierran al final vuelven a abrir. No le creas a la Maldita Negatividad, ella es una mentirosa, me tiene envidia, ¡me quiere arrebatar tu hermosa amistad!
Me dice mi querida amiga…
Valoro mucho a mi amiga, porque es mi columna de resistencia, mi alimento del día a día; ella es mi energía, mi batería. Admito completamente que sin ella, mi mundo se derrumbaría.
Hoy doy a conocer su nombré…
Mi amiga se llama ESPERANZA.
¿Y tú, tienes una amiga como la mía? …
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