A veces solo quisiera saber por qué entre los actos más violentos y dolorosos el simple hecho de vivir se encuentra entre los más desgarradores.
Nos duele ver, sentir, oír y querer. Peleamos para poder vivir y nos aferramos a seguir, damos esta dualidad de vida y muerte; pero no soportamos la idea de soltar lo que nos hace seres tan contradictorios.
Hubo un tiempo donde yo me canse de seguir, donde yo solo quería parar todo, pero al estar en ese filo, en ese barandal y ver el abismo debajo mis pies yo me di cuenta de que todavía tenía algo dentro de mí que se quería aferrar a las cosas que aún no tenía.
Si mi decisión había sido tan bien pensada ¿Por qué al ver el final, yo me congele?
Todos tenemos esta lucha, y somos los seres más violentos, ¿Por qué la vida es el acto más violento? Luchamos para sobrevivir, para tener ese algo que nos haga feliz, pero nadie sabe que es eso; nos golpeamos para tener un placebo, nos llenamos del éxtasis, pero, ¿qué pasaría si solos abriéramos nuestros ojos?
También esto me lleva a preguntarme ¿Por qué me cortaba lo suficiente para tener dolor y sangrar, pero no tanto para que sea mortal?
El dolor nunca me molesto, hubo un tiempo que hasta lo necesite de la misma manera en la que se necesita a un buen amigo. Creo que hasta mi cuerpo se acostumbró al trato el cual yo le di sin tanta censura para poder llenar los vacíos y tapar las manchas.
Quizá la vida me hizo así porque de una forma o de otra, todo me dejo de importar.
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