
Aquí ando, recalculando mi historia, si, la trayectoria de mi vida.
Dicen qué salvaje era mi alma, que loca y extrovertida, que libre cómo el viento, pero llena de penas y heridas.
Quien le dice que no a lo oído, quien culpa al inculpable, si ahora rebobinando la cinta me doy con manchas, rasguños, huecos profundos y paginas perdidas; si, de esas muchas habían.
De esos Grandes y Falsos amores, por doquier. Desilusiones ni hablar, pero recordando bien, mi boca nunca dejo de besar.
Rodeada de gente de toda clase siempre estuve, llenaban mi vida de tradiciones, dichos y costumbres.
Eso de amigos, muchos decían ser, pero vez tras vez, solo uno llegó en verdad a responder.
Noches locas, desorbitadas de ésas recuerdo algunas, pero otras ni en mis mejores veladas.
Orgullosa puede ser que no me sienta, pero ni hablar, eso yo le he puesto hace mucho tiempo su punto final y bueno, mucho me enseñaron hasta hoy en la actualidad.
Metas Grandes siempre tenía, pues soñaba día tras día que volaba sin fronteras y hacía lo qué quería.
Nunca quise ser atada, a lo que me aburriría, ni tampoco quise ser prisionera de miles de hipocresías.
No me dio la gana ser igual que nadie y por ello solo me dejé llevar por esos ríos que en verdad me calmaban la ansiedad.
De oídos sordos siempre fui, testaruda, dramática ni hablar, corteza fuerte tenia, pero eso si te afirmo, lista siempre para amar.
Pensando en lo que tuve, y lo que creía que tenía, le doy gracias a Dios por no dejar que me hundiera en mis locas y tristes agonías.
Ahora mirando al ayer me doy cuenta de lo que en verdad yo quería…
Deseaba ser apreciada, valorada, cuidada y sobre todo amada, pero de eso pienso yo que un poco me faltaba.
No anhelo volver al pasado, como muchos quizás querrán y aunque la oportunidad tuviese, me negaría con un rotundo jamás.
Hoy en día mis alegrías son muchas, mis Bendiciones más; ¡E llegado a conocer la verdadera felicidad!
Dios me hizo más fuerte, me brindó paz y tranquilidad. Me regalo tres pequeñas que me han enseñado verdaderamente lo qué es amar y valorar.
También me dio un verdadero compañero, un esposo sin igual, un amigo y amante, qué me da más de mil razones por lo cual luchar y continuar.
Ni hablar de amigos íntimos, de esos tengo varios más; esos amigos inigualables qué siempre están para ayudar.
En deuda estoy con Dios, por eso y mucho más; mi vida le entregaré por toda una eternidad.
Recalculando mi historia estoy hoy con penas, risas, llantos y alegrías, porque aunque imperfecta y loca ha sido, PERO HA SIDO Y ES LA MÍA.

OPINIONES Y COMENTARIOS