Se pierden los dedos mientras te pienso

Rabos de lagartijas huyendo de las sombras,

de la bruma gris, de la brutal calma,

buscando el sol de tu piel

Briznas de hierba robadas por el deseo

Nubes alargadas, ráfagas mansas,

manos cóncavas, mangos de cubiertos vacíos,

colas de gatos, volando hacia ti

Se pierden para regresar luego henchidos,

plenos, orgullosos,

ebrios de tocar, de lamer,

de degustar tu cuerpo

Viajan hasta donde habitas

ese lugar de los sueños

Rezagados, tardan en volver  al folio blanco

Tambaleándose, deshacen el camino despacio 

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