Los momentos de la vida son tan cortos que incluso ni llegamos a notarlos,
habrá momentos en que llegue la felicidad a tu vida tan de repente que ni la llegues a presenciar,
habrá encuentros tan hermosos que creas que nunca dejaran de estar.
Habrá personas que verás hoy y mañana desaparecerán; familia con la cual reirás y nunca más volverán; recuerdos de niños que solo en tu mente están; lugares que llegan a estar tatuados en tu alma, pero que a nadie más le importan.
No importa que tan pequeño sea el tiempo o la felicidad que te esté por llegar,
valora cada momento que tienes con quienes más amas, con quienes menos conoces,
con quienes menos pasas; la oportunidad de volver a tratar a las personas rara vez vuele, la oportunidad de ser feliz muchas veces desaparece.
Hay momentos en la vida que deseamos tonto que perduren y no desaparezcan; pero, ¿Por qué, desear aquello? … Si solo basta con valorarlo en el progreso,
las personas van y vienen, pero la misma persona puede que nunca vuelva y es ahí cuando más nos arrepentimos de no haber volteado y pensar que era mejor quedarnos un minuto más,
a decir hablamos luego y ese luego nunca más existirá.
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