Malas decisiones

Apenas María, terminó de parir a su hijo, recordó la noche en que se casó con Ricardo.

Fue una boda hermosa, divertida. Todos los invitados bailaron hasta la madrugada! Fue perfecta.

Por distintas razones quedó en la memoria de los seis integrantes del grupo de amigos.

Nadie fue el mismo después de esa fiesta. Un momento de alegría que trajo tantos cambios individuales!

Al finalizar el casamiento, las dos parejas, más los recién casados se fueron a la casa de Norma y Omar.

Estaban todos muy alegres y borrachos.

Tito, el más ebrio y osado del grupo, sugirió que los novios, tuvieran una noche de boda original.

Les propuso jugar al intercambio de parejas. Este consistía, en poner en un jarrón las llaves de los autos. Las mujeres elegirían al azar un manojo de llaves. El dueño de las mismas pasaría la noche con esa mujer.

Estaban todos tan licenciosos y divertidos que aceptaron el reto.

María, la novia, pasaría la noche con Tito. Lina con Omar. Norma con Ricardo.

Para ponerle más emoción al juego, tendrían quince minutos de tiempo, luego habría rotación de parejas.

Amanecieron al día siguiente todos desnudos en distintos lugares de la casa.

Aturdidos por lo acontecido, se fueron sin mediar palabra alguna.

Nunca más se vieron. Ese hecho vicioso, los marcó para siempre, modificando sus vidas por completo.

María y Ricardo, los recién casados, tuvieron una crisis pero la superaron cuando se enteraron de que serían padres. No tenían certezas de que Rick, fuese el progenitor, pero fuese su hijo o no, lo criaría como tal. Pelearían por su matrimonio, no dejarían que una noche errante, echara a perder todo lo construido. Tenían que cuidar las apariencias.

Tito, el más pirata del grupo, luego de intimar con Norma, se enamoró. Siempre le había atraído, pero tener la oportunidad de hacer el amor con ella, lo enloqueció. Impulsivo como era, a los pocos días abandonó a Lina y se fue de su madre.

Norma, no se atrevió a dejar a Omar, siguieron juntos pese al desliz compartido. Pero ella y Tito, se siguieron viendo a escondidas.

Lina, cayó en una gran depresión. Todo lo vivido esa noche y las consecuencias de la misma, la hundieron de por vida. Después de pasar por muchos psiquiátricos, halló un poco de paz, en una iglesia evangélica.

Omar, estuvo toda la vida enamorado de Ricardo. Desde la adolescencia lo amó en silencio. Esa madrugada desenfrenada, cuando todos dormían, entró en la habitación donde yacía Ricardo. Sin despertarlo, recorrió su cuerpo, lo besó, abusó de él.

Ricardo estaba tan dormido y borracho, que nunca fue consciente del acto aberrante de su amigo..

Omar, parco por fuera, estaba feliz por lo acontecido. No podía dejar de recordar cada segundo que lo acarició, lo lamió, lo hizo suyo.

Llamó a Ricardo a los pocos días, como lo hacía siempre. Éste no respondió a sus llamadas. Fue hasta su casa. María desde la puerta, lo atendió con mucha frialdad y distancia.

Enajenado, Omar, temiendo haber sido descubierto, se pegó un tiro.

Ninguno fue a su velatorio, ni siquiera su mujer, Norma.