THE NEW ABNORMAL

THE NEW ABNORMAL

Felipe fel

25/07/2021

¿Qué Pasaría Si El Verdadero Sentido De La Vida La Encontramos A Una Edad En Que La Única Aventura Que Tenemos Asegurada Es Nuestra Propia Muerte?

Nada ha sido fácil… Oh bueno talvez para algunos o talvez para nadie.

El sufrimiento de la humanidad, deja en evidencia que de la vida no se puede esperar mucho, tantos humanos sedientos de historias rosas en las que dicho sentimiento puede vencerlo todo.

En la destrucción de esta orbe, partimos intentando de averiguar gestos bajo el tercio visible de los rostros y en tiempo desmedido solo quedan huellas en las memorias borrosas de nuestros sueños.

Resulta paradójico sobrellevar todo lo que nos aqueja añorando trascender y dejar atrás momentos que nos devastaron, momentos donde la vida sitúo todo lo que nos separa por encima de lo que nos une.

Es insólito como en un abrir y cerrar de ojos todo cambia, todo duele, todo se quiebra, todo se arruina, todo se extraña, todo se siente, todo comienza y todo termina.

¿Vivir para olvidar?

La indudable ausencia de la felicidad, irradia en este viaje sobre las páginas vacías de la historia, las letras desfalcan el hecho de permanecer consciente cuando te ahogas, las viejas formas se encuentran en el fondo del océano, que ahora se ha tragado.

Dime qué es lo que haces cuando la bruma sofoca tu luz y no hay lapso alguno para escapar de esta ciudad, no tengas miedo es mejor no hacer ruido, quizá nunca acabarán estas dudas.

Así que perdona el silencio que estas escuchando, se esta convirtiendo en un ensordecedor, doloroso y estruendor rugido.

¿Dónde están todos los que dijeron siempre estar?

Ellos están viviendo sus vidas, cada quien está haciendo lo suyo, estoy solo en esto, estoy solo, ese es el problema que no logro asimilar, estando así sin nadie, sin nada, solo, totalmente solo.

Me cuesta aceptar que el único problema en mi vida sea no ser capaz de seguir adelante sin otros.

La realidad se esfuma y al caer la noche me adentro en una introspección por la que me cuestiono cómo será mi futuro, qué será de mi y un sinfín de incertidumbres, por las cuales daría lo que fuera para regresar el tiempo un año, tal vez dos, talvez cuatro o los que sean, la vida era de lo mejor en ese entonces, no tenía todo lo que quería, pero si todo lo que necesitaba.

Hallar la respuesta a una catástrofe de interrogantes, tratando de buscar en mi aquello que me aqueja sin entender la razón. Preguntas irreparables, perplejan en mi mente, cuestionamientos instantáneos en circunstancias tales que se manifiestan señalando si…

¿Hay peor castigo en esta vida que ser yo?

¿A dónde iré?

Seguiré mintiendo que estoy bien, seguiré aparentando que nada pasa, la presencia de momentos en los que me siento triste, decaído, aquel sentimiento de vacío aún teniéndolo todo, yendo en busca de aire en lo profundo, sobre ese silencio que suplica a gritos en mi mente; aquellas lágrimas, aquellos problemas, aquellas pérdidas, aquellas frustraciones, aquellos errores, aquellos miedos, aquellos nervios, aquellas desilusiones, aquellas inquietudes, aquel tropiezo, aquel fracaso, aquel engaño, tantas decepciones, tantas preocupaciones, tantas caídas y tantas derrotas; se han convertido en un cementerio de sueños ocultos que vagan sobre los escombros de mi ansiedad.

No hay nada mas. Que solo residuos de recuerdos que prevalecen, minutos en los que todo era distinto, diversos sucesos en donde es imposible divisar a simple vista la realidad utópica tan peculiar, imaginaria e irrealizable, paralela y sin alternativa a la creación actual que inhibe mi eterna ilusión englobada de palabras fingidas que endulzan un cuerpo sin alma, rodeado de desesperanza, angustia y temor; esas son las miserias de esta vida que aguza mis sentidos.

Siento como estoy simulando mi mal estar ahora, no sé qué es real y que es mentira todo se ha mezclado, estaba tan acostumbrado a actuar feliz que mostrarme como realmente soy, se siente falso.

¿Es eso?

¿No es verdad que soy infeliz?

No… yo no soy infeliz, al contrario estoy muy feliz tan feliz que cuando estoy normal siento que me hago pedazos, siento que algo va mal solo por no sentir la misma felicidad que ayer, solo porque quiero que esa felicidad nunca termine.

Me siento vacío, no hay nada en mi corazón que me emocione, no hay nada aquí que me importe, me cuesta esforzarme, me cuesta motivarme, me cuesta encontrarme, me cuesta todo absolutamente todo.

Porque últimamente no estoy bien, no vivo bien, mi paz mental es inestable, mi ansiedad me condena a estar atado y solo me mantengo ahí, respirando.

Observando como el mundo se desmorona…

Llega el final del día y me mantengo encerrado entre cuatro paredes, me embarga la desolación y todo se convierte en una noche más, una mañana más, un día más, días tristes y nublados, días felices y soleados, tal parece que el mundo va perdiendo su color, cuantos días van, cuantos días mas faltarán.

No sabes como desearía volver a ser ese niño pequeño, al que no le importaban las etiquetas, la forma en que vestía, si hablaban de el o no, si ahí, en ese tiempo donde el sonreír era un placer y no una obligación, quisiera olvidarme de las penas de aquellas penas que matan, quisiera volver a ser niño como ayer, como ahora.

Que mas quisiera recorrer aquella vieja casa y mirar esas antiguas huellas, esos rincones donde solía correr y donde las travesuras pasaban como un suspiro.

Desearía que mis desvelos sean como antes cuando jugaba con mis juguetes y no ahogarme en mi amarga mente hasta quedarme dormido.

Desearía que me importara un bledo, si estoy solo o no, si tengo pareja o no, ya que solo nací y solo me iré.

Desearía tantas cosas… pero ese es el caso, sólo son deseos.

En esta tierra en decadencia, sigo deambulando sin encontrar el motivo de su origen.

Me encuentro en un lugar deshabitado, observando el abismo sin alguna sustancia para poder prevalecer, empecé a indagar sobre la duda del porque seguía insistiendo en buscar el líquido vital que me hacía falta, en el lugar donde ya me había quedado claro, que no podría encontrarlo jamás.

Ni siquiera sé cómo me siento…
Soy una persona triste, en busca de un camino que persigue la felicidad, o incluso no tan feliz. Lo único que sé, es que siempre hay un poco de tristeza en mis momentos más felices, así como siempre hay un poco de felicidad en mis peores días.

A lo largo de la vida hay momentos en los que nos aferramos a lo que queremos con todas nuestras fuerzas, pero también hay momentos en los que debemos soltarlo y cambiar el rumbo. La clave para no naufragar a la deriva consiste en encontrar un equilibrio. Saber cuándo ha llegado el momento de mirar hacia adelante, soltar lo que nos hace daño y dejarlo ir, por mucho que duela. Algunas personas piensan que aferrarse a las cosas las hace más fuertes, pero a veces se necesita más fuerza para soltar que para retener. Es necesario dejar ir y ya no aferrarse más, a algo que ya no tiene ningún sentido.

Innumerables personas creen estar siempre en lo correcto, otros son callados y tensos, otros parecen tan agradables o por dentro pueden sentirse tristes y equivocados, tantos atributos diferentes, resguardados en la penumbra de su habitación.

Estoy escribiendo un capítulo sobre qué hacer después de que te descubran, después de que hayas llegado a odiar lo que solías amar. Tarde entendí, que la trama de mi vida es la de un libro absurdo en el que lo que debería ir primero va al final. Es que este libro, yo no lo escribí, ya estaba escrito simplemente lo he ido cumpliendo página por página sin decidir.

Y ahora ves… que esta es mi historia, espero que tenga sentido para ti, porque no tiene ningún sentido para mí…

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