Podemos querenos también desde la distancia; te lo prometo.

Amar desde la cercanía es un acto soñado, satisfactorio y sobretodo… Sencillo; amar desde la distancia es lo verdaderamente difícil, no me refiero específicamente a lo puramente territorial, no son los metros, centímetros o pies que tengamos de por medio, todo aquello que nos separa. Hay muchas cosas que nos alejan; de los amigos,  la familia, incluso existen cosas que nos hacen tener distancia de la propia realidad; ¡de la realidad!, Y eso que pareciera completamente imposible tener una alternativa diferente a lo que esa realidad nos permite, pero para sorpresa de muchos y deseo de otros… La hay.

Existe más tipos de distancia ¡como si el terreno no fuera suficiente! Hay más cosas que nos separan, como si el mundo entero se empeñara en generar divisiones; pero puedo amarte, sí, puedo amarte desde la distancia, desde lo lejos que se ve tu verdad y mi ceguera, desde el punto concreto donde se chocan tu salto y mi vértigo, en esa zona oscura donde se encuentra mi lujuria y tu nictofobia, puedo amarte, puedo atraparte en bajada, puedo parpadear, puedo encender la luz.

Puedo amarte en la distancia, incluso en la misma cama, donde a milímetros de ti, más siento que te odio.

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