Estaba como siempre, soñando con despegar. El puto domingo había alzado sus expectativas nuevamente, ya no pensaba solo en cojer. Despegar de estos días inertes y fríos, volar más alto, dejar este mundo vil, de rutinas estúpidas y normas de convivencia patéticas. Quería sentir la adrenalina enfriándole el cuerpo, quemándose el rostro de ganas y reconocimiento. No encontraba cómo, los años pasaban, todo era siempre igual. Todo se iba de sus manos, todo parecía escabullírsele entre los dedos finos y largos, heredados de su padre. Ya estaba cansado de verla pasar y no poder acercarse. Lamentable, parece que está demasiado lejos. ¿Cuándo vas a llegar? no soporto esta espera, tengo ansias de vos, ganas de salir a buscarte, no tengo idea dónde poder encontrarte, te escondes en los rincones de esta infeliz vida, de este infeliz andar, tan suave, tan insulso. A veces siento que te acercas de a poco, pero no es más que un simple engaño, espejismo,mentira.

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