Amigas del Alma

Amigas del Alma

Reflexiones

Hace un año aproximadamente, tuve el inmenso placer de conocer a una joven de la República Dominicana, que me dice tío y que se halla felizmente casada con un argentino.

No sólo es una morena muy bonita, sino también enormemente amable, generosa y trabajadora.

Posteriormente y por su intermedio, conocí a otra joven, al menos para mí, también morena y no menos trabajadora, pero así mismo muy hermosa.

Entre ellas son muy amigas y se ayudan mutuamente, razón por la cual titulé el escritos Amigas del Alma.

Ambas son muy educadas, lo cual habla muy bien de su País y su entorno familiar, Son verdaderamente sociables, amigueras y muy correctas.

Las dos forman parte de una amplia comunidad de dominicanos, que vinieron a este venturo país, buscando mejorar su calidad de vida. Dejaron atrás y con profunda tristeza, familiares muy cercanos como hijos y también amigos, aunque se comunican diariamente, ya que tratan de estar siempre presentes, pues son muy afectivas.

Aunque las cosas en Argentina están muy complicadas, producto de la pandemia y la inoperancia de este gobierno de incapaces, luchan para superar las dificultades.

Como música de fondo pues el Himno a la Alegría. de Ludwig Van Beethoven, magistralmente interpretado por el venezolano José Luis Puma Rodríguez, que se los dedico a ambas, ya que son un canto a la vida y a la superación.

Por todo lo dicho, bien les cabe este hermoso poema.

Amiga

Amiga, llévate lo que tú quieras,
penetra tu mirada en los rincones
y si así lo deseas, yo te doy mi alma entera
con sus blancas avenidas y sus canciones.
Amiga -con la tarde haz que se vaya
este inútil y viejo deseo de vencer-.

Bebe de mi cántaro si tienes sed.
Amiga -con la tarde haz que se vaya
este deseo mío de que todo el rosal
me pertenezca -,
Amiga si tienes hambre come de mi pan.
Todo, amigo, lo he hecho para ti.

Todo esto que sin mirar verás en mi estancia desnuda:
todo esto que se eleva por los muros derechos
-como mi corazón- siempre buscando altura.
Te sonríes amiga. ¡Qué importa!

Nadie sabe entregar en las manos
lo que se esconde adentro,
pero yo te doy mi alma, ánfora de mieles suaves,
y todo te lo doy.
Menos aquél recuerdo.
.Que en mi heredad vacía aquel amor perdido,
es una rosa blanca, que se abre en el silencio.

Ignoro si figuran entre las 120 mujeres que cambiaron la historia de su Nación, pero si mi dependiera y sin dudarlo, las pondría en un pedestal destacado.

Sólo espero contar con su amistad y respeto, más allá de las contingencias de la azarosa existencia.

No tengo mucho más que decir por ahora, salvo que verlas los más que se pueda y disfrutar de su magnífica presencia.

4 de julio de 2021 Ricardo Soto

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS