
Título original: Incendies
Año: 2010
País: Canada
Director: Denis Villeneuve
Guion: Valérie Beaugrand-Champagne, Denis Villeneuve y Wajdi Mouawad
Reparto: Lubna Azabal, Mélissa Désormeaux-Poulin, Maxim Gaudette, Rémy Girard, Abdelghafour Elaaziz, Allen Altman, Mohamed Majd, Nabil Sawalha, Baya Belal, Bader Alami, Karim Babin, Yousef Shweihat
Género: Drama, Intriga, Thriller, Road Movie. Familia. Guerra del Líbano
Ciclo: Películas nominadas a los premios Óscar 2010
Duración: 130 minutos
Sinopsis:
Tras mucho tiempo de impenetrable silencio, muere la inmigrante Nawal Marwan (Lubna Azabal), madre de Jeanne (Mélissa Désormeaux-Poulin) y Simon (Maxim Gaudette), El notario canadiense Jean Lebel (Rémy Girard), su albacea, revela a los hijos la existencia de dos sobres cerrados, que rompen su frágil identidad, éstos deben ser entregados respectivamente a un desconocido padre, que creían muerto, y a un hermano que no sabían que tenían. Los mellizos, inician una travesía que los transporta al lejano país materno carcomido por la violencia. En su búsqueda perciben la barbarie de la guerra y la desgarradora tragedia que envuelve sus propios orígenes.
Ganadora como mejor película en el Festival de Toronto 2010 y nominada ese mismo año a los Premios Óscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Es una adaptación de la obra teatral «Scarched» (Quemada), 2005 de Wajdi Mouawad. El guion fue escrito por el mismo director Denis Villeneuve con la colaboración de Valérie Beaugrand-Champagne. La música de Grégoire Hetzel y la fotografía de André Turpin.

La historia que nos narra «Incendies» se desarrolla en tiempos de la guerra civil en el Líbano que duró de 1975 a 1990. Una situación descontrolada de luchas locales, que produjo feroces enfrentamientos entre las distintas facciones, cristianos libaneses del gobierno de Beirut contra refugiados palestinos expandidos por todo el país. La marcada división política y religiosa entre los grupos nacionalistas cristianos de derecha en oposición a las fuerzas armadas de refugiados palestinos de izquierda, provocó innumerables muertes, desplazamientos forzados dentro del Líbano y el éxodo de miles de personas como resultado de la guerra.

Para instalarnos en esta atmósfera de horror, la película nos ofrece un inicio contundente: en una primera escena, un plano abierto nos deja ver la belleza de las montañas del Líbano, observamos cómo, de forma secuencial con un cuidadoso movimiento de cámara hacia atrás, el plano se va cerrando hasta quedar reducido a una ventana, por ella entramos a un espacio interior —que asociaremos luego con un orfanato—, una vez aquí, el uso de técnicas de luces y sombras, claroscuros y colores ocre, nos presenta unos personajes tristes y fantasmales, militantes armados que cuidan de niños descalzos y de cuerpos magros.
El plano secuencia se detiene en el hombre que corta el cabello a uno de los niños, enfoca el rostro del menor y realiza un zoom sobre su mirada vacía, turbadora. Una inexplicable carga existencialista nos invade, mientras escuchamos de fondo las desgarradoras notas de «You and whose army?» de la banda británica Radiohead. Estamos preparados para conocer la historia de Nawal Marwan, la mujer que cantaba.
Desde la antigüedad clásica sabemos que la tragedia griega aborda cuestiones como la fatalidad del destino, el sentido inevitable de lo trágico, la exploración profundad de la condición humana y el restablecimiento posterior del orden primordial. Es, la representación de sucesos que no tienen salida, o tal vez, la evocación de aquellos, cuya única salida es la muerte. La tragedia de Nawal Marwan es tan honda como la de Antígona que decide honrar el cuerpo de su hermano Polinices, muerto en batalla, enfrentándose al rey Creonte que le ha negado la sepultura; o la de Edipo, a quien el oráculo predijo que mataría a su padre Layo y se casaría con su madre Yocasta, al punto de saber que el asesino que busca es él mismo. El silencio de Nawal, tras pasar quince años de su vida cantando, mientras es violentada en una celda, es el mutismo del vacío y la imposibilidad de la palabra para expresar ese dolor interior que está más allá del lenguaje.
«Incendies» mantiene vigente la tragedia griega y sus formas. Su narrativa gravita entre la compasión y el horror. Libera en el espectador un cúmulo de sentimientos que cortan la respiración y llegan a arrugar el corazón.
En todo momento Nawal Marwan tiene conciencia de las razones de su sufrimiento y acepta sin oposición su destino. Parece entender que sus limitaciones humanas no pueden contradecir los principios que rigen la vida y la naturaleza.
El oráculo moderno lo constituye el mensaje que entrega el notario Lebel a los hermanos Marwan.
Por extensión, se llama oráculo a la persona a quien todos escuchan con respeto y veneración por su gran autoridad y sabiduría. Los hermanos a la muerte de Nawal reciben los enigmáticos sobres y las instrucciones correspondientes de parte de Lebel, lo que desencadena toda la trama. Nawal Marwan será enterrada sin lápida, sin epitafio, boca abajo y desnuda, hasta que los sobres sean entregados a sus destinatarios, cerrando así el círculo trágico. Una vez, conocida toda la verdad, podrá ser validada y dignificada su existencia.
A partir de este momento se manejan dos relatos paralelos y convergentes. Con el uso inteligente del flashback que no permite que haya desequilibrio narrativo, vamos siguiendo al hilo la búsqueda de respuestas por parte de los mellizos y de forma simultánea conoceremos la misteriosa historia de vida de la madre.

A través de la historia vamos encontrando elementos que le dan riqueza simbólica al filme, le confieren múltiples interpretaciones y le van dando un peso mayor a la narrativa audiovisual, cito dos ejemplos: el tatuaje en el talón que se hace a Nihad de Mayo al nacer, intenta recrear la fragilidad de Aquiles, a quien su madre sostuvo por el talón derecho para sumergirlo en la corriente de la laguna Estigia y darle así el don de la inmortalidad, por tanto, ese punto se tornó vulnerable, siendo la única zona en la que Aquiles pudo ser herido; el otro elemento interesante para el análisis lo constituye la escena liberadora de los dos hermanos sumergidos en la piscina una vez descubierta la cruel verdad.
El agua de la piscina es la metáfora perfecta del vientre materno. Los hermanos emergen del agua a la superficie, respiran aliviados. La difícil pero cierta capacidad del ser humano para seguir respirando pese a recibir los peores golpes, como una forma de renacer.
La propuesta del filme es un viaje al pasado. Pero de ese viaje no se sale indemne, sino con la piel y el alma llenas de cicatrices que será imposible que dejen de doler. No es sólo el encuentro de dos hijos de la inmigración con la tierra de sus padres y sus antepasados. «Incendies» es una historia sobre la cadena de la ira, sobre el pasado atroz, sobre el círculo de la violencia y la apisonadora de la guerra.
Villeneuve también es el autor de títulos como «Prisoners», 2013 un thriller sobre el secuestro de dos niñas y la desesperada búsqueda de su familia; «Enemy», 2013, basada en la novela «El hombre duplicado» de José Saramago; o «Polytechnique», 2009, sobre la matanza de mujeres en la Universidad Politécnica de Montreal en 1989.
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